En defensa de Norman Borlaug

El art¨ªculo de Xavier Pastor, director de Greenpeace Espa?a, titulado "La ingenier¨ªa gen¨¦tica incrementar¨¢ el hambre" y publicado en EL PA?S el pasado 1 de noviembre, representa una agresi¨®n inadmisible a la persona y la obra de Norman Borlaug, quien es sin duda el agr¨®nomo m¨¢s insigne de este siglo. Este tipo de ataque personal -en el que se sustituye el argumento racional y el debate sosegado de problemas complejos por la manipulaci¨®n de los hechos y la difamaci¨®n, incluida la insinuaci¨®n de criminalidad- debe ser rechazado por la sociedad.Pobre debe estar el arsenal de argumentos a favor de los objetivos ideol¨®gicos de su organizaci¨®n, cuando Xavier Pastor apela a medios tan inaceptables para defenderlos. Tal es el c¨²mulo de disparatadas acusaciones que contiene cada p¨¢rrafo de su art¨ªculo que desistimos de abordar una clarificaci¨®n sistem¨¢tica de ¨¦ste y nos limitaremos a hacer algunas consideraciones generales en defensa de Borlaug.

1. De 1960 a la actualidad, la producci¨®n de alimentos se ha duplicado, mientras el suelo laborable apenas ha podido ser incrementado en un 10%. En este tiempo, la fracci¨®n de la poblaci¨®n en pa¨ªses que viven por debajo del umbral de la desnutrici¨®n -con dietas cal¨®ricas inferiores a 2.200 kilocalor¨ªas/d¨ªa- se ha reducido del 56% al 10%. Este cambio radical se ha debido en gran parte a las variedades de trigo semienano desarrolladas por Norman Borlaug y a los arroces de ciclo corto.

Se horroriza el se?or Pastor de que la India exporte trigo por valor de 300.000 millones de pesetas, pero oculta que el incremento de la producci¨®n de trigo en este pa¨ªs -gracias a las citadas variedades- es m¨¢s de cinco veces lo exportado (supera con creces el bill¨®n de pesetas) y representa las calor¨ªas necesarias para alimentar a unos 200 millones de personas. Gracias a los avances tecnol¨®gicos, todas las regiones del mundo han mejorado con respecto al alimento disponible per c¨¢pita, a excepci¨®n del Sahel.

2. Siguen existiendo casi 800 millones de seres humanos que sufren hambre estricta, lo que constituye la mayor lacra actual de la humanidad. Este problema no es s¨®lo t¨¦cnico, pero es tambi¨¦n t¨¦cnico. En muchos sitios, el hambriento lo es porque no puede adquirir alimentos que se producen en suficiente cantidad: el precio de ¨¦stos es el muro contra el que se estrella. Pero el incremento de la producci¨®n ha tenido como consecuencia una disminuci¨®n del precio de los alimentos a una cuarta parte (en divisas constantes). ?Se imagina el se?or Pastor cu¨¢ntos ser¨ªan los hambrientos de no haberse producido esa disminuci¨®n?

3. La agricultura ha sido una actividad adversa al medio ambiente desde que se invent¨® hace unos 10.000 a?os. Sin embargo, producir una tonelada de alimento con una variedad moderna de trigo o de ma¨ªz requiere menos suelo laborable, menos energ¨ªa, menos fertilizantes y menos productos fitosanitarios que con una de hace 30 a?os. El problema estriba en que el n¨²mero de toneladas a producir es hoy el doble que entonces, ya que la poblaci¨®n del planeta se ha multiplicado por dos hasta alcanzar recientemente la cifra de 6.000 millones de habitantes.

4. Hace pocas d¨¦cadas dispon¨ªamos de media hect¨¢rea de suelo laborable por persona, ahora disponemos de un cuarto de hect¨¢rea y pronto de tan s¨®lo unos mil metros cuadrados. Tenemos que producir m¨¢s alimento por unidad de superficie y tenemos que hacerlo de forma m¨¢s limpia. Esto se resuelve con m¨¢s innovaci¨®n, no volviendo a los m¨¦todos del pasado.

5. La obtenci¨®n de plantas transg¨¦nicas es una de las tecnolog¨ªas que pueden ayudar a resolver los mencionados retos. Desde el punto de vista de los pa¨ªses menos favorecidos, el peligro no es que se aplique la nueva tecnolog¨ªa, sino que no se aplique. La revoluci¨®n verde liderada por Norman Borlaug estuvo dirigida a dichos pa¨ªses, y el 80%-90% de los trigos producidos actualmente en ellos se debe a esta iniciativa. Sin embargo, la nueva revoluci¨®n est¨¢ enfocada principalmente al mundo desarrollado, aunque pa¨ªses tales como China, India o Brasil hayan entrado de lleno en la nueva tecnolog¨ªa. Los peligros que merecen discutirse son el posible monopolio de la tecnolog¨ªa por muy pocas manos y la falta de mecanismos para abordar problemas que puedan ser espec¨ªficos de los pa¨ªses m¨¢s necesitados. Decir que la ingenier¨ªa gen¨¦tica incrementar¨¢ el hambre en el mundo es pura demagogia.

6. Norman Borlaug ha sido la persona que m¨¢s vidas ha salvado en este siglo y por ello ha recibido el Premio Nobel de la Paz con toda justicia. No se le puede imputar el mal uso que en algunas ocasiones pueda haberse hecho de las variedades producidas por ¨¦l. Mucho menos es de recibo que se le imputen problemas que puedan derivarse de la pol¨ªtica agraria y social de la India o de la pol¨ªtica comercial de la Uni¨®n Europea. Resultar¨ªa rid¨ªculo, si no fuera claramente malicioso y difamador, achacarle suicidios en la India o muertes de escolares en el Per¨². El que unos ni?os consuman por error unas semillas tratadas para la siembra (o accidente similar) es una desgracia que no es imputable ni siquiera a la, sin duda, bien intencionada organizaci¨®n humanitaria que se las suministr¨®.

Si el se?or Pastor o Greenpeace tienen ideas constructivas para resolver problemas que son a la vez complejos y acuciantes deben exponerlas, pero tratar de influir en la opini¨®n p¨²blica mediante hechos tergiversados y descalificaciones personales no contribuye en nada al bien com¨²n.