Un jam¨®n es un jam¨®n

NEGRITASMarbella se llen¨® por un d¨ªa de charcuter¨ªa. Unos 8.000 ciudadanos y un gran n¨²mero de ristras y paletillas salieron a la calle el pasado jueves para demostrar a su alcalde que conocen la diferencia entre el chorizo y el jam¨®n. La manifestaci¨®n, que ten¨ªa como origen la pol¨ªtica urban¨ªstica de Jes¨²s Gil, termin¨® convirti¨¦ndose en una feria gastron¨®mica. Contestaban de esta forma a un art¨ªculo aparecido ese mismo d¨ªa en el diario municipal La Tribuna en el que el alias Javier Torres les achacaba no tener nada que comer.La veintena de colectivos convocantes se hab¨ªa erigido en defensa del patrimonio marbell¨ª y el articulista escribi¨®: "?Qu¨¦ patrimonio, muertos de hambre, que mierda era esta ciudad antes del 91? Que ve¨ªais un jam¨®n y cre¨ªais que era para montarse en ¨¦l, mataos, que sois unos mataos". El insulto, seg¨²n Carlos Fern¨¢ndez, portavoz del PA, "agudiz¨® el ingenio andaluz". Y adem¨¢s de con productos de cerdo, los ciudadanos inundaron la calle de poes¨ªa. "Jamones s¨ª / chorizos no", "Chorigil / denominaci¨®n de origen", "Gil cabr¨®n /trabaja de pe¨®n".

Antonio N¨²?ez Peralta, presidente de la Asociaci¨®n de la Peque?a y Mediana Empresa de la localidad, ha propuesto una defensa del honor menos literaria: "Descubrir al culpable y nombrarlo persona non grata para que todos le digamos ?fuera!, en Marbella no queremos indeseables". Los populares y andalucistas han anunciado medidas legales contra lo que consideran una "ofensa al pueblo". Y m¨¢s teniendo en cuenta que los ofendidos -de los que qued¨® claro que saben que un jam¨®n es un jam¨®n- son los que pagan de su bolsillo al ofensor.

La Tribuna demostr¨® un d¨ªa m¨¢s tarde que nadie les gana en sabidur¨ªa popular y comenz¨® una editorial con gran carga sentimental diciendo que "de sabios es errar". Define al diario como "marbelloadicto" y dice de Torres que "es el que sufre mayor grado de adicci¨®n".

Es esta adicci¨®n la culpable de "un fallo de sintaxis o de redacci¨®n" y, tambi¨¦n, del calent¨®n de su redactor. "Eso pasa con los creativos cuando en un medio no existe la censura y se da libertad de expresi¨®n, que se les calientan las teclas del ordenador".