Clinton pide derechos laborales m¨ªnimos para todo el Tercer Mundo
ENVIADO ESPECIAL "No se trata s¨®lo de bajar las barreras comerciales, sino tambi¨¦n de subir los niveles de vida", dijo ayer Bill Clinton en Seattle, al firmar la adhesi¨®n de EEUU a la convenci¨®n internacional contra las formas m¨¢s aberrantes de trabajo infantil. En la misma ciudad, la delegaci¨®n estadounidense restaba importancia a las declaraciones de la noche anterior de Clinton a favor de vincular las negociaciones comerciales con el respeto de unos m¨ªnimos derechos laborales.
Esas declaraciones, dec¨ªan a la prensa y a las otras delegaciones presentes en la OMC los representantes norteamericanos, expresan "un deseo de futuro" de Clinton, pero "no constituyen una exigencia" norteamericana en las actuales negociaciones de Seattle. Clinton, siempre deseoso de capitalizar los sentimientos populares, declar¨® el mi¨¦rcoles, en su intervenci¨®n ante las delegaciones reunidas en Seattle, que la OMC deber¨ªa escuchar las reivindicaciones expresadas por los manifestantes callejeros e incorporar a su agenda la protecci¨®n del medio ambiente y los derechos laborales.El comentario fue acogido con hostilidad por muchos de los delegados presentes, que lo interpretaron como una amenaza de sanciones comerciales para los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo que tienen notas muy bajas en esos dos cap¨ªtulos.
Supachia Panitchpakdi, ministro tailand¨¦s de Comercio, que acceder¨¢ a la direcci¨®n general de la OMC en el a?o 2002, declar¨® que la actitud del presidente norteamericano puede arruinar las ya muy dif¨ªciles negociaciones de Seattle.
"S¨¦ que este asunto es muy importante para el Gobierno de EEUU, pero vincular sanciones comerciales a violaciones de derechos laborales puede ser muy perjudicial", dijo. El tailand¨¦s record¨® que m¨¢s de 100 de los 135 miembros de la OMC son pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Los representantes de los pa¨ªses europeos ironizaron sobre la contradicci¨®n entre el oportunismo de un Clinton convertido en defensor de los trabajadores y la no ratificaci¨®n por EE UU de muchos de los tratados sobre derechos laborales de la Organizaci¨®n Internacional de Trabajo (OIT). El representantes de la Comisi¨®n Europea en Washington, John Richardson, acus¨® a EEUU de "imperialismo econ¨®mico", mientras que el gesto del presidente norteamericano fue interpretado por los europeos como de "mero consumo interno".
La interpretaci¨®n parec¨ªa correcta. La AFL-CIO, la mayor central sindical estadounidense, que apoy¨® las manifestaciones del martes, aplaudi¨® los comentarios de Clinton a favor de que la OMC colabore con la OIT "en la protecci¨®n de los derechos humanos". Pero en el Centro de Convenciones de Seattle, la delegaci¨®n del Gobierno norteamericano, que dirige Charlene Barshefsky, secretaria de Comercio, intent¨® calmar las inquietudes de los pa¨ªses pobres o en v¨ªas de desarrollo.
Desautorizaci¨®n imposible
Ante la imposibilidad de desautorizar a su presidente, los norteamericanos dec¨ªan que sus comentarios "expresan un objetivo de futuro, no un tema para la actual agenda".
Clinton volvi¨® ayer a tocar la misma m¨²sica. "No se trata s¨®lo de bajar las barreras comerciales, sino tambi¨¦n de subir los niveles de vida", dijo al firmar la adhesi¨®n de EE UU a la convenci¨®n de la OIT que proh¨ªbe las formas m¨¢s aberrantes de explotaci¨®n del trabajo infantil.
En la direcci¨®n de demostrar la sinton¨ªa de Clinton con las inquietudes laborales y ecologistas de los manifestantes, la Casa Blanca organiz¨® un gran espect¨¢culo medi¨¢tico alrededor de esa firma. Pero el acto en s¨ª fue esencialmente simb¨®lico. La r¨²brica de la convenci¨®n aprobada en junio por la OIT s¨®lo obliga a EE UU, que ya proh¨ªbe esas pr¨¢cticas, y no conlleva sanciones comerciales para los pa¨ªses que no respeten la convenci¨®n.
Esa convenci¨®n establece el objetivo moral de abolir la explotaci¨®n de ni?os en actividades como la prostituci¨®n, la pornograf¨ªa, el tr¨¢fico de drogas y los trabajos peligrosos. Clinton inst¨® a la comunidad internacional a trabajar por un mundo en el que los ni?os "est¨¦n en la escuela, que es donde deben estar". Y cit¨® en tono condenatorio el trabajo de los ni?os en Pakist¨¢n haciendo balones de f¨²tbol, el de los de Brasil haciendo zapatos y el de los de Guatemala haciendo fuegos artificiales.
El mi¨¦rcoles, Clinton se hizo eco de la propuesta de la Uni¨®n Europea de facilitar el acceso a los mercados de los pa¨ªses ricos de los productos de los pa¨ªses pobres. La Uni¨®n Europea se felicit¨® ayer por la adhesi¨®n de la Casa Blanca a sus ideas.
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