Los cinco mineros de MSP encerrados desde hace 65 d¨ªas esperan terminar hoy su protesta tras el preacuerdo de ayer
El comit¨¦ de empresa de Minero Sider¨²rgica de Ponferrada (MSP) y la direcci¨®n de la explotaci¨®n minera, con la mediaci¨®n de responsables del Instituto del Carb¨®n y la Junta de Castilla y Le¨®n, alcanzaron a las 3 de la madrugada de ayer en el Ministerio de Industria un principio de acuerdo por el que hoy se podr¨ªa desconvocar un paro que cumple 65 d¨ªas y poner fin al encierro igual de prolongado de cinco trabajadores en el fondo de una mina. El comit¨¦ de empresa inform¨® en la ma?ana de ayer a los mineros encerrados en el Pozo Mar¨ªa del contenido del documento.Por la tarde se celebr¨® una reuni¨®n de delegados mineros y hoy, durante la ma?ana, se dar¨¢ a conocer a la asamblea de trabajadores los puntos del acuerdo. S¨®lo si la asamblea los refrenda, los encerrados abandonar¨¢n su postura.
En el acuerdo, se han comprometido a llevar un mayor control sobre el uso y destino final de las subvenciones (m¨¢s de 10.000 millones de pesetas anuales), se mantendr¨¢n los grupos actuales hasta el a?o 2005, a excepci¨®n del Pozo Mar¨ªa que se cerrar¨¢ a finales del a?o 2001, con un estudio en profundidad del grupo Feixol¨ªn (zona de futuro en el que la empresa pretend¨ªa centrar la mayor¨ªa de la actividad), el mantenimiento de la plantilla a niveles "razonables" -seg¨²n se?al¨® Juan Luis Ben¨ªtez, gerente del Instituto del Carb¨®n-, y la retirada de una veintena de despidos, provocados durante los dos meses de huelga. Adem¨¢s, el comit¨¦ ha conseguido consolidar una prima de producci¨®n de 367 pesetas diarias y la creaci¨®n de una nueva de 218 pesetas diarias por cada d¨ªa festivo de trabajo. El convenio por 5 a?os contar¨¢ con incrementos como el IPC.
Con ese pacto se vislumbra el fin de una huelga que en diciembre entr¨® en su tercer mes, y que ha sido seguida por los 1.400 mineros de MSP. Los cinco trabajadores encerrados desde hace 65 d¨ªas a 300 metros de profundidad en el Pozo Mar¨ªa, en el pueblo de Caboalles, han alcanzado un triste r¨¦cord Guiness. Un enquistamiento del conflicto que se ha producido por la profunda desconfianza que sienten los trabajadores hacia el propietario de la mina, el empresario Victorino Alonso, ante incumplimientos de sencillos acuerdos laborales anteriores, y la entrega de multimillonarias subvenciones p¨²blicas sin contraprestaciones claras.
Pulso a Victorino Alonso
Los mineros han echado, en un momento considerado crucial, un fuerte y decisivo pulso a Victorino Alonso, a la direcci¨®n de la explotaci¨®n y a las Administraciones p¨²blicas (Junta de Castilla y Le¨®n y Ministerio de Industria).
Con su protesta han reclamado as¨ª garant¨ªas reales de futuro, y que no se cierren los pozos tradicionales de interior, ante las grandes reservas de mineral que albergan, y como objetivo ¨²ltimo, la intervenci¨®n estatal de la explotaci¨®n -demanda que ha apoyado IU, coalici¨®n que gobierna Villablino-, en manos de un empresario, hace poco, oficialmente insolvente, con escasa representaci¨®n real en el accionariado de la mina y con tan solo una moto como capital.
Hace 7 a?os, 500 mineros recorrieron a pie la distancia entre Villablino y Madrid, en la denominada Marcha negra. Esta acci¨®n, con otras protestas y una lenta negociaci¨®n, forzaron una salida a la quiebra de la explotaci¨®n. Hoy, el panorama es diferente y se ha agravado con el tiempo. La reindustrializaci¨®n de las cuencas a¨²n no ha llegado, la construcci¨®n de infraestructuras viarias va muy despacio, el sector agoniza y lo ¨²nico que parece cumplirse con precisi¨®n son el cierre de minas y la p¨¦rdida paulatina de empleos, un goteo que exaspera a los sindicatos, alcaldes de municipios mineros y familias.
La huelga ha conllevado que m¨¢s de 1.100 millones de pesetas en n¨®minas no entren en Laciana, unas p¨¦rdidas con repercusi¨®n en la econom¨ªa del valle con m¨¢s de 15.000 habitantes.
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