El Alav¨¦s nada en la abundancia

Sin meter ruido, el Alav¨¦s se ha aupado a la quinta posici¨®n. Ser¨ªa para frotarse los ojos de no comprobar que, en realidad, su juego merece un m¨¦rito tan enorme para una entidad tan proletaria. El d¨ªa en que entr¨® en puestos europeos coincidi¨® con su partido m¨¢s redondo. Aunque careci¨® de rival. El Betis entr¨® en Mendizorroza con aires de superioridad, y se march¨® cabizbajo. Fue de m¨¢s a menos, en un ejercicio t¨ªpico de un grupo d¨¦bil, inseguro. En definitiva, confirm¨® la doble cara que afecta a su juego en funci¨®n del lugar donde juegue. Como visitante, el Betis result¨® una ruina.En el c¨®mputo global, el Alav¨¦s debi¨® ganar con mayor amplitud. Pero tampoco le falt¨® la suerte. Porque el equipo de Man¨¦ se adelant¨® pronto en el marcador, cuando el Betis mejor lo hizo, en la ¨²nica fase en que los jugadores de Griguol controlaron el partido.

El resultado se coci¨® en la primera parte, en que el Alav¨¦s opuso eficacia rematadora al lujo del Betis y lo que significa tener juntos a Alfonso y Finidi. Mientras Kodro y, de penalti, Javi Moreno rentabilizaron su presencia, a la pareja b¨¦tica le falt¨® pegada. El equipo vitoriano jam¨¢s a?or¨® la ausencia de uno de sus motores, Astudillo, y ech¨® mano de una capacidad innata para recuperar balones. Su superioridad f¨ªsica termin¨® siendo tan aplastante que el Betis, lejos de tan siquiera buscar un gol, se encerr¨® para evitar un mayor rid¨ªculo.