Vestido y en silla de ruedas

Felipe Bayo, el procesado cuyo estado "excesivamente sedado" y en "pa?os menores", seg¨²n explic¨® el presidente del Tribunal, determin¨® el aplazamiento de la primera jornada del juicio, compareci¨® ayer en la vista impecablemente vestido, aunque en silla de ruedas.El ex cabo de la guardia civil, que padece depresi¨®n desde hace casi tres a?os y una lumbalgia reciente, fue conducido a la sala de vistas a trav¨¦s de un pasillo de polic¨ªas y en una silla de ruedas. A lo espectacular del traslado se sum¨® el hecho de que Bayo hac¨ªa evidentes gestos de dolor, que no cesaron hasta que qued¨® situado en el banquillo de los acusados.

Bayo vest¨ªa una chaqueta de cuadros oscura, pantal¨®n gris, camisa amarilla, corbata estampada y zapatos negros. En la solapa luc¨ªa la insignia de la Orden del M¨¦rito de la Guardia Civil, con distintivo rojo.

Durante todo el tiempo que dur¨® la sesi¨®n permaneci¨® relajado y la mayor parte del tiempo con los ojos cerrados. ?nicamente al final de la sesi¨®n se volvi¨® con soltura y pidi¨® al general Enrique Rodr¨ªguez Galindo un caramelo. ?ste le proporcion¨® dos y Bayo se comi¨® uno y guard¨® el otro en el bolsillo de la chaqueta.

Al acabar la vista, Bayo fue trasladado a la ambulancia que le llevar¨ªa al Hospital 1? de Octubre por el mismo procedimiento. Su semblante era serio, pero sin gestos de dolor.

El ministro de Defensa, Eduardo Serra declar¨® ayer que las Fuerzas Armadas son ajenas al estado en que Bayo lleg¨® ayer a la Audiencia Nacional.

Orden del interrogatorio

La primera cuesti¨®n que se debati¨® en la vista fue el orden del interrogatorio. El fiscal propuso que se hiciera por orden jer¨¢rquico, primero el entonces gobernador civil, Julen Elgorriaga, luego, el general Enrique Rodr¨ªguez Galindo, el comandante ?ngel Vaquero, el ex sargento Enrique Dorado y el ex cabo Felipe Bayo. Despu¨¦s los acusados de delitos menos importantes: Rafael Vera y el abogado Jorge Argote.

Fue precisamente Jorge Argote quien, tras interrumpir al presidente, solicit¨® que Bayo declarase en primer lugar al haber adoptado su defensa una posici¨®n acusadora con respecto a los otros procesados.

El presidente, Siro Garc¨ªa, en tono un tanto crispado, le recrimin¨® que le hubiera interrumpido, se?alando que ya le hab¨ªa advertido ayer. Como Argote replic¨® que hab¨ªa sido el presidente quien le hab¨ªa interrumpido a ¨¦l, Siro Garc¨ªa le espet¨®: "Yo puedo interrumpirle porque soy el presidente y dirijo el debate".

Argote respondi¨® entonces: "Ruego que no se me coarte mi libertad de defensa ni mi libertad de expresi¨®n".

Los abogados defensores de Elgorriaga y Rodr¨ªguez Galindo se sumaron a la petici¨®n de Argote de que fuera Bayo el primero en ser interrogado.

El presidente sin embargo, accedi¨® a la petici¨®n del fiscal y se?al¨® que el tribunal no encuentra razones suficientes para romper la costumbre que se apoya en lo establecido en la ley de Enjuiciamiento Criminal.