Teruel existe, pero poco

?Qu¨¦ pasa en Teruel para que m¨¢s de la mitad de su poblaci¨®n se haya echado a la calle para reivindicar un lugar en el mundo al grito de "Teruel existe"? Nada, no pasa nada: ni una autov¨ªa, ni una v¨ªa f¨¦rrea que la una con Madrid, ni un helic¨®ptero, ni un avi¨®n. Por eso, porque no pasa nada, entre 15.000 y 20.000 personas -la ciudad tiene 31.000 habitantes- se concentraron un buen d¨ªa en silencio en sus plazas para denunciar "la situaci¨®n de abandono hist¨®rico" de una provincia tan estrat¨¦gicamente situada en el mapa de Espa?a que se ha quedado aislada."Teruel, Teruel...? Eso est¨¢ por Galicia, ?no?". El alma se les cay¨® a los pies a los miembros de la Coordinadora Ciudadana Teruel Existe cuando hace un par de d¨ªas vieron en televisi¨®n que hab¨ªa espa?oles que no ten¨ªan ni la m¨¢s remota idea de d¨®nde estaba su tierra y que quienes lo sab¨ªan citaban a los amantes, al jam¨®n y a las temperaturas bajo cero.

"Es normal, porque cuando uno est¨¢ solo casi no existe y aqu¨ª hemos estado siempre muy solos", se lamenta Jos¨¦ Luis Ruiz M¨¦ndiz, ex concejal del Partido Aragon¨¦s (Par) y vicepresidente de la Federaci¨®n Provincial de Vecinos, encuadrada en Teruel Existe, un movimiento ciudadano que ha aglutinado a todos los sectores, desde la CNT hasta asociaciones vinculadas al Opus Dei, con un mensaje sencillo y reivindicaciones claras.

La coordinadora ha logrado unir a varias plataformas dispersas que reivindicaban, cada una por su lado, asuntos como una UVI m¨®vil para poder atender las emergencias sanitarias de la ciudad, una v¨ªa f¨¦rrea como Dios manda o una asistencia a la salud mental apropiada. La marea ciudadana fue creciendo y todos los colectivos decidieron unirse en Teruel Existe. Para medir sus fuerzas, la coordinadora convoc¨® el 1 de diciembre una concentraci¨®n silenciosa.

La convocatoria cal¨® tanto que se uni¨® hasta la Iglesia. Los p¨¢rrocos aprovecharon las homil¨ªas del domingo anterior a la protesta para instar a los fieles a que se unieran a la concentraci¨®n. "Lo del 1 de diciembre fue emocionante: casi 20.000 personas en la calle, en silencio, mientras sonaban las campanas de las iglesias", recuerda Ruiz M¨¦ndiz. A la vista de tanta gente, el Ayuntamiento en pleno se decidi¨® a apoyar Teruel Existe.

Los turolenses quieren, sobre todo, poder entrar y salir de su provincia por carreteras y v¨ªas f¨¦rreas del siglo XXI. Teruel no tiene ni un kil¨®metro de autov¨ªa ni de autopista. El camino m¨¢s directo para ir a Madrid obliga a atravesar por carreteras nacionales de un ¨²nico carril una de las zonas m¨¢s fr¨ªas de Espa?a. En invierno no es f¨¢cil. De Madrid a Teruel por carretera se tardan tres horas, como poco. No hay otra manera de ir porque no tiene aeropuerto y la principal v¨ªa f¨¦rrea es la de Sagunto-Zaragoza.

"Somos la ¨²nica provincia de Espa?a que no tiene conexi¨®n directa por tren con Madrid y, adem¨¢s, la v¨ªa es un peligro: en lo que va de a?o ya ha habido ocho descarrilamientos y se han contabilizado 44 incidencias de importancia", relata Francisco Jos¨¦ Gonz¨¢lez, portavoz de Teruel Existe y n¨²mero dos de IU en las ¨²ltimas municipales. "Y eso, sin contar que cada seis meses todo el personal tiene que estar atento porque Renfe cambia los horarios", agrega. "El grave aislamiento de Teruel, en cualquier caso, no es nuevo, es hist¨®rico. Pero es ahora cuando el movimiento ciudadano ha saltado, aunque soy esc¨¦ptico y no creo que dure", duda Javier S¨¢enz, secretario general del Instituto de Estudios Turolenses.

Entonces, ?por qu¨¦ han saltado ahora los ciudadanos? El alcalde de la ciudad, Manuel Blasco (PP), tiene su explicaci¨®n: "Lo que ha ocurrido es que la coordinadora ha sido el cauce de manifestaci¨®n para toda la impotencia y la mala leche acumulada durante a?os. La gente se dijo "o salimos todos o no hay quien solucione esto". Y reconoce que "una concentraci¨®n tan masiva, desconocida en Teruel", ha sido un toque de atenci¨®n a los pol¨ªticos: "Nos han dicho que nos dejemos de peleas pol¨ªticas, presionemos en Madrid y Zaragoza y hagamos algo".

Todos los expertos que han estudiado Teruel han llegado al mismo diagn¨®stico y dado la misma receta. La ¨²ltima, hace 15 a?os, deriv¨® en la Operaci¨®n Integrada para el Desarrollo de la Provincia de Teruel, en la que se describ¨ªa un cuadro cl¨ªnico de "aton¨ªa social y econ¨®mica" por culpa de "un medio natural dif¨ªcil", la "mala accesibilidad", con una poblaci¨®n "escasa y envejecida". Se dise?¨® un plan, se discuti¨® y se aprob¨® en las Cortes de Arag¨®n. Se precisaba que Teruel ten¨ªa futuro si lograba buenas comunicaciones y se volcaba en el turismo aprovechando su paisaje, su fr¨ªo -tiene dos estaciones de esqu¨ª- y su legado hist¨®rico -el mejor arte mud¨¦jar-. Pero ni una sola instituci¨®n puso un duro y Teruel sigui¨® en su aislamiento y llen¨¢ndose de funcionarios, pues la Administraci¨®n da de comer a la mitad de la poblaci¨®n de la capital.

La provincia ha ido sufriendo una continua sangr¨ªa migratoria: 213 de sus 236 municipios tienen menos de 1.000 habitantes; 66 pueblos ya tienen menos de 100 vecinos. La poblaci¨®n total, a d¨ªa de hoy, es la mitad que ten¨ªa en 1910. Y el 30% tiene m¨¢s de 60 a?os. "Somos unos 130.000 habitantes y no hay futuro, porque, adem¨¢s, cada vez hay menos trabajo", se queja Jos¨¦ Mont¨®n, portavoz del Par en el Ayuntamiento turolense y miembro de la ejecutiva del partido. Y saca un documento: "Telef¨®nica ten¨ªa en la provincia en 1996 un total de 310 trabajadores. Ahora tiene 179 y quiere dejarlos en 116. ?Y ad¨®nde se van esos empleos? A Bilbao y Zaragoza, qu¨¦ casualidad".

La protesta del 1 de diciembre ha envalentonado a los turolenses. "La gente se ha dado cuenta de que el que no llora no mama", afirma el portavoz de Teruel Existe. Para que se les oiga, el 6 de febrero van a volver a la calle para volver a decir que Madrid y Zaragoza, sus centralismos, les olvidan. Y que Teruel existe.