Salteadores de turistas
El grupo especial reci¨¦n creado por la polic¨ªa tiene fichados a 20 'tironeros' que apalean a sus v¨ªctimas para robarlas
Una pareja de turistas japoneses caminaba en Nochebuena por la calle de Alcal¨¢, en la confluencia con la plaza de la Cibeles. Observaban la estatua de la diosa y el palacio de Correos. Ajenos a los transe¨²ntes que caminan a su alrededor, no se percataron de que cuatro magreb¨ªes les estaban siguendo. Una vez saciada su curiosidad, los nipones encaminaron sus pasos hacia el metro del Banco de Espa?a. De repente, cuatro extranjeros les abordaron por la espalda. Uno de los atracadores sujet¨® al japon¨¦s por el cuello mientras sus compinches le golpeaban a pu?etazos y patadas. El turista perdi¨® el conocimiento. Los asaltantes aprovecharon para robarle 30.000 pesetas y una c¨¢mara de fotos.As¨ª lo expuso el asaltado en su denuncia, una de las 40 que ha recibido la Unidad de Turistas del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa desde que se cre¨®, el pasado d¨ªa 2. El objetivo de la nueva unidad policial es "frenar al m¨¢ximo el incremento de asaltos que se producen en la ciudad y cuyos autores son inmigrantes magreb¨ªes, delitos que por su violencia eran poco frecuentes hasta ahora", seg¨²n explic¨® el inspector Francisco C¨¢novas.
Entre enero y septiembre pasados, se han cometido 4.000 delitos contra extranjeros en Madrid, pero esa cifra incluye tanto a los turistas como a los extranjeros que residen en la ciudad. La inmensa mayor¨ªa son delitos contra el patrimonio.
En sus investigaciones, la Unidad de Turistas ha contabilizado tres bandas organizadas de agresivos salteadores. "Primero pegan, luego roban", afirma C¨¢novas. Cada uno de estos grupos tiene al menos siete miembros. Sus v¨ªctimas son fundamentalmente turistas japoneses, comerciantes chinos de la calle del Mes¨®n de Paredes y aleda?os, y sus clientes. La polic¨ªa sospecha que el n¨²mero de estos salteadores de turistas es muy superior.
La ruta de los asaltos violentos es circular. Arranca y muere en la Puerta del Sol. De ah¨ª conecta con la Plaza de Tirso de Molina, baja por la calle de Mes¨®n de Paredes, llega a la plaza de Lavapi¨¦s, y de ah¨ª cruza a la estaci¨®n de Atocha, el paseo del Prado y el parque del Buen Retiro. "Muchos se apostan en las inmediaciones de hoteles, museos y zonas frecuentadas por turistas para seleccionar a sus v¨ªctimas. Cuando las eligen comienza su persecuci¨®n. El asalto llega cuando el turista abandona la zona transitada y se adentra en una calle con poca gente", explica Gustavo, uno de los agentes de la nueva unidad.
Las v¨ªctimas denuncian que los delincuentes les ha puesto navajas al cuello, les han golpeado con cadenas, barras de madera o met¨¢licas y les han pegado palizas a pu?etazos y patadas. Por el momento, los salteadores de turistas no han matado a ninguna de sus v¨ªctimas, aunque s¨ª las han dejado inconscientes.
El perfil de un salteador es el de un joven magreb¨ª de entre 16 y 25 a?os, que viste ropa deportiva o cazadora de cuero. Son noct¨¢mbulos y no madrugan. Su jornada suele comenzar por la tarde, contin¨²a por la noche y se puede prorrogar hasta primera hora de la ma?ana. La mayor¨ªa de ellos esnifa pegamento, fuma hach¨ªs o las dos cosas a la vez. "Act¨²an drogados porque as¨ª se envalentonan. No le temen a nadie. Le pegan a cualquiera, incluso a los polic¨ªas. Siempre tratan de huir, a¨²n cuando est¨¢n retenidos contra el suelo o ya de camino al coche patrulla", explic¨® C¨¢novas. Se valen de la estrechez de las calles del Centro para pegarle el esquinazo a los agentes. "Corren a muerte. Ni siquiera miran cuando tienen que cruzar una calle y se meten en casas o establecimientos para desaparecer de la vista", explic¨® Gustavo.
El dinero que consiguen de los asaltos se lo reparten equitativamente. Suelen actuar de cuatro en cuatro. Pero cuentan con otros compa?eros de apoyo que se encargan de pararle los pies a las v¨ªctimas que salen tras ellos despu¨¦s de un golpe. "Un magreb¨ª derrib¨® a estacazos a un turista que persegu¨ªa a otros magreb¨ªes que le acababan de robar", explic¨® C¨¢novas.
Las bandas viven api?adas en habitaciones de pensiones o en pisos de renta baja, normalmente en la zona de Centro o Lavapies. No tienen un hogar fijo y suelen mudarse a menudo.
El lunes, a las 20.00, los tironeros asaltaron a un ciudadano chino en la calle del Amparo (Centro). Un vecino, alterado por el suceso alert¨® as¨ª a la polic¨ªa: "?Eran cuatro j¨®venes y le han pegado una paliza a un chino para robarle". La polic¨ªa ha recibido durante este mes una media de 1,3 denuncias diarias por asaltos. La cifra se dispara con los asaltos no contabilizados.
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