La colonia espa?ola en Venezuela se queja de la falta de ayuda
Los emigrantes denuncian la escasez del dinero de emergencia facilitado por las autoridades espa?olas
![Juan Jes¨²s Azn¨¢rez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F6c0df8bd-0ff3-4468-936e-c96fafaa26b6.png?auth=b5d935e44f236e02ca04903532080bbde3883da024a5334989732c8e86c47147&width=100&height=100&smart=true)
ENVIADO ESPECIALEl canario Antonio Rodr¨ªguez, nombre supuesto porque en esta historia de desgracias y esperanzas pocos quieren revelar su identidad, se emocion¨® cuando don Juan Carlos, en su mensaje navide?o, tuvo palabras de cari?o para los espa?oles afectados por las peores inundaciones padecidas nunca por Venezuela. "Los que est¨¢bamos escuchando, casi nos ponemos en pie de agradecimiento".
Antonio, que lleva muchos a?os en Venezuela, lo perdi¨® todo. Acudi¨® al consulado espa?ol en Caracas y recibi¨® una primera asistencia extraordinaria de 150.000 bol¨ªvares (37.000 pesetas), el equivalente a una pensi¨®n espa?ola no contributiva. "Pero yo lo que quiero son cr¨¦ditos para rehacer mi vida", dice. "Me doli¨® que nos dieran esos 150.000 bol¨ªvares y despu¨¦s nos cobraran el pasaporte [perdido en las riadas]", a?ade Antonio; "como somos cinco, la ayuda se me fue en pagarlos".
La concesi¨®n de cr¨¦ditos oficiales a espa?oles en el exterior, la mayor¨ªa nacionalizados en el pa¨ªs de acogida, no parece estar establecida en ninguna ley, pero algo habr¨¢ que hacer, alg¨²n fondo que habilitar, con los miles de espa?oles-venezolanos -canarios y gallegos en su gran mayor¨ªa- que han quedado arruinados o gravemente castigados por las riadas sobre el litoral del mar Caribe. Juan es un gallego que trabaj¨® 25 a?os de conserje en un edificio del litoral; con los ahorros compr¨® un taxi, y con el taxi, una casita a plazos. Los derrumbes sepultaron todo: taxi, casita e ilusiones.
"Estos casos son prioritarios para nosotros", explica el c¨®nsul espa?ol, Santiago Mart¨ªnez Caro, que ha atravesado estos d¨ªas trances nunca experimentados en su dilatada carrera profesional. Grupos sucesivos de damnificados, algunos m¨¢s que otros, colapsaron un consulado, con 36 funcionarios, que no ha recibido hasta ahora ninguna partida adicional para poder aumentar la generosidad.
"A m¨ª, un funcionario me trat¨® muy mal. Tienen que tener un poco m¨¢s de paciencia, porque ven¨ªamos traumatizados. A un canario, hasta le hicieron una llave de judo para callarlo", protesta Mar¨ªa B¨¢ez. "Adem¨¢s, nos intimidaban diciendo que iban a cruzar las cuentas bancarias y que a quienes le encontraran dinero les iban a obligar a devolver la ayuda".
Los nervios en unos y otros, las aglomeraciones en las ventanillas, o los criterios y prioridades establecidas en el reparto de las ayudas, hicieron mella en muchos. La moderaci¨®n y el orden no parecen f¨¢ciles en una situaci¨®n que fue ca¨®tica en Caracas y en el litoral. Numerosas personas que perdieron toda su documentaci¨®n recibieron el pasaporte; con ¨¦l pueden efectuar extracciones bancarias y operar provisionalmente.
El proceso de normalizaci¨®n ser¨¢ largo. Para los menos, la soluci¨®n es clara: la repatriaci¨®n, y 24 la solicitaron. Muchos m¨¢s volver¨ªan a Espa?a, de donde emigraron hace d¨¦cadas, pero no lo hacen porque les humilla regresar tan pobres como salieron. "?Qu¨¦ voy a hacer? ?Otra vez a trabajar para otros a mi edad?", dice uno.
La solidaridad internacional ha sido cuantiosa. Estados Unidos, M¨¦xico y Cuba volaron con m¨¢s rapidez que nadie, el mismo d¨ªa 16, hacia los aeropuertos disponibles en un pa¨ªs que tiene 350.000 espa?oles censados como tales en el consulado, 140.000 canarios y 132.000 gallegos, y m¨¢s de un mill¨®n de nacionales hijos o nietos de espa?oles distribuidos por todo el pa¨ªs.
Volcada la atenci¨®n de toda una naci¨®n, 22 millones, sobre la suerte de los compatriotas del litoral convertido en cementerio, los helic¨®pteros, m¨¦dicos o perros de esas tres naciones fueron divisa e imagen entre los venezolanos. "La ayuda espa?ola es seria, y no se trata de hacer propaganda. Hemos dado dinero porque Venezuela no es como Honduras y se puede comprar de todo", se?alan fuentes oficiales. "Las autoridades nos han dicho que ya no pueden administrar m¨¢s ayuda de emergencia. Ahora necesitan t¨¦cnicos para la reconstrucci¨®n".
Efectivamente, han pasado dos semanas y los almacenes de acopio est¨¢n bien surtidos con los recursos procedentes de diferentes pa¨ªses. Pero ning¨²n H¨¦rcules espa?ol, ninguna bandera de Espa?a, pudo verse entre las brigadas de socorristas nacionales y extranjeros que bat¨ªan la cornisa el mismo d¨ªa 16 sobre cerca de 30.000 cad¨¢veres. Lo hac¨ªan enfangados hasta los huesos en costas habitadas por cerca de 400.000 personas; aproximadamente, 10.000 de ellas nacidas en Espa?a o de padres espa?oles.
"El Gobierno espa?ol ha concedido 500.000 d¨®lares y un cr¨¦dito blando de 100 millones de pesetas, y ofrece m¨¢s, pero lo que m¨¢s agradece la gente en los primeros d¨ªas, cuando est¨¢n angustiados, es la solidaridad activa, que nos vean dar el callo; que vean aterrizar uno o dos H¨¦rcules con lo que sea, y que eso de la madre patria no sea un cuento", protestaba un t¨¦cnico espa?ol colaborador en los trabajos de planificaci¨®n. "Y nadie del Gobierno, contrariamente a lo que ocurri¨® cuando el Mitch en Honduras, ha viajado aqu¨ª. Y por si fuera poco, tampoco tenemos siquiera un equipo de intervenci¨®n r¨¢pida, como M¨¦xico".
"Espa?a es rica ahora, y nosotros salimos cuando era pobre. Por favor, que no se olviden de nosotros", ped¨ªa un canario sin fortuna, mayor¨ªa entre los paisanos que en la d¨¦cada de los cincuenta cruzaron el charco para hacer las Am¨¦ricas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Discursos Reales
- Espa?oles extranjero
- Riadas
- Embajada espa?ola
- Ayuda humanitaria
- Venezuela
- Cooperaci¨®n y desarrollo
- Juan Carlos I
- Embajadas
- Inundaciones
- Crisis humanitaria
- Relaciones internacionales
- Cat¨¢strofes
- Desastres naturales
- Migraci¨®n
- Desastres
- Pol¨ªtica exterior
- Sucesos
- Sudam¨¦rica
- Casa Real
- Demograf¨ªa
- Gobierno
- Am¨¦rica
- Administraci¨®n Estado
- Relaciones exteriores