El a?o en que Europa vivi¨® peligrosamente
Desde la creaci¨®n de la CE, en 1957, ning¨²n periodo ha sido m¨¢s dram¨¢tico ni m¨¢s decisivo
Acaba hoy el a?o m¨¢s vertiginoso y m¨¢s decisivo en la historia de la Europa comunitaria desde que se cre¨® en 1957. Hacia adentro registr¨® su m¨¢s grave crisis institucional, que arrumb¨® la Comisi¨®n de Jacques Santer. Hacia afuera particip¨® activamente apoyando a la Alianza Atl¨¢ntica en el primer conflicto b¨¦lico importante en suelo europeo desde la II Guerra Mundial: Kosovo. Eso aceler¨® la fragua de una Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad Com¨²n (PESC), segundo gran hito del decenio tras la moneda ¨²nica. El euro transit¨® su primer ejercicio entre muchas expectativas y escasa gloria.Hace un a?o la Uni¨®n Europea (UE) festejaba la entrada en vigor del euro, que desde su creaci¨®n en mayo del 98 se iba revalorizando respecto del d¨®lar. La alegr¨ªa dur¨® poco. La reemplaz¨® la batalla institucional. Al ataque, un irresponsable Parlamento lanzado al frenes¨ª de la campa?a preelectoral. Apenas a la defensiva, una Comisi¨®n incapaz de tratar pol¨ªticamente casos de mala gesti¨®n y nepotismo, cuyo alcance era muy inferior al nivel de fraude contra el dinero com¨²n, del que son culpables los 15 Gobiernos. Un ¨¢rbitro sesgado -el llamado Comit¨¦ de Sabios- contratado por la C¨¢mara, que endosaba as¨ª a otros sus propias responsabilidades, zanj¨® la disputa.
Se abrieron as¨ª diez meses de crisis interna, hasta la entrada en funciones del colegio encabezado por Romano Prodi, que arruinaron el prestigio p¨²blico de las instituciones: el de la Comisi¨®n-v¨ªctima y tambi¨¦n el del Parlamento-verdugo, que en las elecciones europeas de junio cosech¨® la mayor abstenci¨®n de la historia, esa forma de desafecci¨®n. Lo milagroso es que el da?o no fuera a¨²n mayor. El equipo de Santer supo a¨²n intermediar en la Agenda 2000, el paquete presupuestario septenal acordado en la cumbre de Berl¨ªn. Un resultado continuista -se salvaron las cifras del paquete DelorsII-, pero no continuador, de los saltos adelante que supusieron sus antecesores: el techo de los ingresos continu¨® en el t¨ªmido 1,27% del PIB conjunto, para una Europa mucho m¨¢s compleja, y frente a unos EEUU cuyo presupuesto federal alcanza el 4% del PIB.
Enseguida la Uni¨®n se enzarz¨® en la guerra de liberaci¨®n de Kosovo. No s¨®lo apoy¨® la acci¨®n militar de la OTAN. Actu¨® pol¨ªticamente con perfil propio y de forma unida, a diferencia de los anteriores conflictos, en que Alemania reconoci¨® unilateralmente, en 1991, a Croacia y Eslovenia, y los entonces Doce chapotearon en el desconcierto. Aument¨® las sanciones a Belgrado, decret¨® el bloqueo del suministro de petr¨®leo y particip¨® en primera fila en la soluci¨®n diplom¨¢tica final a trav¨¦s del presidente finland¨¦s, Marti Ahtisaari. Algo significativo si se recuerda que cuatro de los Quince son pa¨ªses neutralistas.
El ¨¦xito de la operaci¨®n y las limitaciones tecnol¨®gico-militares europeas, que confirmaban la hegemon¨ªa de EEUU, aceleraron los recientes proyectos para una nueva PESC. Se inici¨® una mayor interacci¨®n de las industrias de Defensa; se decidi¨® integrar a plazos a la UEO (la mini-OTAN exclusivamente europea) en la UE y se eligi¨® como se?or PESC, encargado de que los europeos "hablen con una sola voz al mundo" a un pol¨ªtico de relieve, el espa?ol Javier Solana, en vez de a un alto funcionario.
La primera gran concreci¨®n fue crear, para 2003, un cuerpo militar conjunto compuesto por 50.000 hombres destinado a operaciones de imposici¨®n y mantenimiento de la paz. La segunda, la resoluci¨®n del hist¨®rico litigio con Turqu¨ªa, a la que en la cumbre de Helsinki se le otorg¨® el estatuto de candidata a la adhesi¨®n. Se ampliaba as¨ª el c¨ªrculo de aspirantes y se decid¨ªa empezar tambi¨¦n las negociaciones con el segundo grupo (Rumania, Bulgaria, Letonia, Lituania, Eslovaquia y Malta). Una ampliaci¨®n que se prepara, sin embargo, sin un dise?o claro de d¨®nde deben situarse los l¨ªmites de Europa. Y en medio de otras incertidumbres, como una evoluci¨®n demasiado discreta del euro, que perdi¨® ampliamente (14%) su ventaja inicial con el d¨®lar, no en vano la econom¨ªa de EEUU crec¨ªa a un ritmo doble que la de la UE y segu¨ªa atesorando mayores expectativas tecnol¨®gicas.
Entre tanto aceler¨®n, los Quince tuvieron suerte al disponer de dos presidencias semestrales muy activas y eficaces, Alemania y Finlandia. Portugal recoge la antorcha, con tres mandamientos principales: madurar el entramado institucional en que debe basarse la pol¨ªtica exterior, abrir la Conferencia Intergubernamental que reformar¨¢ el Tratado de Amsterdam para posibilitar la ampliaci¨®n y replantear la ast¨¦nica pol¨ªtica de empleo.
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