Fracaso total de Emilio Mu?oz
Emilio Mu?oz lleg¨®, confirm¨®, destore¨® y fracas¨®. Y, adem¨¢s, cobr¨®. Si, como declar¨® a los medios televisivos, lo que le faltaba para completar su curr¨ªculo taurino era confirmar su alternativa en la Monumental de M¨¦xico, ya la confirm¨®. Pero la afici¨®n mexicana no se explica por qu¨¦ cruz¨® el charco para venir a hacer el rid¨ªculo. A Milenio, aplaudido en el arrastre y con el que realiz¨® su capricho, no le entendi¨® la claridad y pujanza del recorrido por el lado derecho y, desde luego, no le encontr¨® la distancia por la sencilla raz¨®n de que ten¨ªa 17 a?os de no enfrentarse a un toro mexicano. Adem¨¢s, apenas lleg¨® a esta capital tres d¨ªas antes de la corrida, tiempo insuficiente para acostumbrarse a la agresividad del astado mexicano, una actitud muy com¨²n en los espadas espa?oles. Es cierto que su segundo era un corn¨²peta rajado que cojeaba. Pero tambi¨¦n los mansos tienen su lidia y se supone que un matador con m¨¢s de 20 a?os de doctorado deber¨ªa saber darle la lidia adecuada. El trianero no lo quiso ni ver y s¨®lo estuvo dos minutos frente al adversario en un remedo de trasteo de ali?o. Si actitudes como ¨¦sta no se las perdona la afici¨®n mexicana a aut¨¦nticas primeras figuras, menos a Emilio Mu?oz, que est¨¢ en el ocaso de su carrera.
Al ¨¢spero segundo, pitado en el arrastre y que termin¨® aplomado pero pastue?o, Manolo Mej¨ªa le encontr¨® la distancia y lo meti¨® al enga?o cuantas veces quiso. Bien colocado, traz¨® un toreo limpio por ambos lados.
Al tardo quinto, aplaudido al salir por su trap¨ªo y que brinc¨® al callej¨®n, el diestro de Tacuba lo traste¨® con aseo. Regal¨® el emotivo sobrero, y a ¨¦ste, tras colocarle tres pares de banderillas en buen sitio, con habilidad lo mulete¨® en tres series de naturales.
?scar Sanrom¨¢n realiz¨® una labor sim¨¦trica y art¨ªstica en los tres tercios al bravo tercero. Carg¨® la suerte en sus acopladas ver¨®nicas y acompas¨® el giro en las chicuelinas antiguas. Inici¨® su faena en los medios con espectacular y armonioso p¨¦ndulo y despu¨¦s baj¨® la mano en templadas y mandonas series de redondos y naturales. Perdi¨® el trofeo por fallar con el acero.
Con el tardo incierto sexto, pitado en el arrastre, se luci¨® otra vez con los palitroques, y en el ¨²ltimo tercio luch¨® con la soser¨ªa del bicho.
Despu¨¦s del pase¨ªllo se anunci¨® por megafon¨ªa el fallecimiento de do?a Mar¨ªa de las Mercedes de Borb¨®n y el p¨²blico, puesto de pie, le tribut¨® un caluroso aplauso en homenaje a quien fuera una gran aficionada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.