El palco estuvo vac¨ªo, y Rub¨ª y Juane se quedaron en un despacho
Ni Jes¨²s Gil y Gil fue al estadio Vicente Calder¨®n a darse un ba?o de multitudes -como se anunci¨® a principios de la semana pasada-, ni los representantes de la administraci¨®n judicial se sentaron en el palco presidencial en el partido contra el Mallorca. La tarde se presentaba imprevisible, con una manifestaci¨®n de las pe?as convocada antes del partido y con m¨¢s de un empleado del club temi¨¦ndose lo peor: "Puede pasar cualquier cosa, cualquier cosa...". Jes¨²s Gil permaneci¨® recluido en su casa. Seg¨²n sus familiares, el ex presidente prefiri¨® ver el partido por televisi¨®n. Gil hab¨ªa alquilado el palco vip para acudir al estadio, pero no quer¨ªa que lo responsabilizaran de ning¨²n disturbio, y por prudencia -teniendo en cuenta que hoy comparece ante el juez Garc¨ªa Castell¨®n en la Audiencia Nacional- permaneci¨® en su casa.Tanta tensi¨®n se acumul¨® durante la semana que la prudencia termin¨® por despoblar el palco. Las ocho primeras filas de asientos forrados con tapizado rojo permanecieron desiertas. El hombre de confianza del administrador judicial, y delegado ante la plantilla, Miguel Juane, prefiri¨® permanecer en las oficinas del club, junto al administrador, Luis Manuel Rub¨ª Blanc. Ambos vieron el partido por televisi¨®n, al igual que Jes¨²s Gil y su hijo, el director general del club, Miguel ?ngel Gil. Los miembros de la directiva del Mallorca se quedaron sin la compa?¨ªa oficial del rival y la tradicional comida con representantes del Atl¨¦tico fue cancelada.
Al palco vip, adyacente al palco presidencial, acudieron el ex vicepresidente del club, Enrique Cerezo, y dos de los hijos de Jes¨²s Gil: Jes¨²s y ?scar, que fueron los ¨²nicos representantes de la familia Gil en el Calder¨®n. En el mismo sector se acomodaron los cuatro representantes del Mallorca, encabezados por el consejero delegado Mateo Alemany. La delegaci¨®n mallorquinista fue completada por Antonio Planas, Antonio Calafot y Jos¨¦ Pons.
"Partido de riesgo"
La polic¨ªa calific¨® al partido de ayer como "de riesgo", un nivel intermedio previo a la calificaci¨®n de "alto riesgo". Para evitar actos de violencia el Calder¨®n estuvo guardado por un dispositivo adicional de 200 polic¨ªas nacionales y 100 polic¨ªas municipales. Lo justificaba la manifestaci¨®n de los hinchas, y las pintadas que aparecieron el jueves en las paredes del estadio, en las que un grupo que se dec¨ªa hincha del Atl¨¦tico amenazaba de muerte al juez Garc¨ªa Castell¨®n y a Rub¨ª Blanc.
La victoria contra el Mallorca despej¨® la tensi¨®n y los malos presagios. La multitud, que ocup¨® m¨¢s de tres cuartas partes del grader¨ªo, grit¨® consignas contra Rub¨ª -"?Luis Manuel Rub¨ª, vete ya de aqu¨ª!"- y la administraci¨®n de justicia. Hasta que el gol de Hasselbaink disip¨® la electricidad. Entonces el Frente Atl¨¦tico cant¨® el "Somos nosotros, Atl¨¦tico somos nosotros...".
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