"Coll¨¢" para "babilandris"
El Habla de C¨¢diz (Quorum Editores) sigue estirando. Diecis¨¦is a?os despu¨¦s de empe?arse en fijar y dar esplendor a las peculiaridades sem¨¢nticas y ling¨¹¨ªsticas m¨¢s usadas por los gaditanos, el profesor Pedro Pay¨¢n (C¨¢diz, 1938) sigue engordando su libro, que alcanza la novena edici¨®n.Los bolsillos de Pay¨¢n, profesor de Filolog¨ªa Rom¨¢nica de la Universidad de C¨¢diz y dialect¨®logo, siguen llenos de "papelitos", como llama a las anotaciones que capta en cualquier conversaci¨®n. La nota urgente se transforma en ficha una vez documentado, contrastado y constatado el uso del vocablo, que ya engrosar¨¢ la d¨¦cima edici¨®n del superventas local, ya en preparaci¨®n.
Los cientos de t¨¦rminos recopilados por el profesor guardan distinta procedencia, pero coinciden en su uso popular extendido y en el socorro que prestan a literatos gaditanos, en ocasiones. El antecedente del libro se halla en Voces gaditanas, un acercamiento firmado por Adolfo de Castro el siglo pasado. A partir de ah¨ª, la investigaci¨®n ha sido dispersa y superficial. "Con el primer trabajo no s¨®lo se constata que hay material, sino que es inacabable", explica el dialect¨®logo. "Estoy convencido de que C¨¢diz es una ciudad creadora de lenguaje", recalca Pedro Pay¨¢n.
Diputados "culiparlantes"
Algunas expresiones son meras deformaciones (esplot¨ªo, por explotido); otras, la traducci¨®n libre y popular de frases dichas en otro idioma ("Guachisnai: persona vulgar o vestida de forma estrafalaria", un vocablo que tiene su origen m¨¢s probable en What"s your name?); y otros giros locales revelan la aportaci¨®n de la iron¨ªa popular gaditana ("Culiparlantes: el diputado de Las Cortes de C¨¢diz que nunca interven¨ªa en los debates y que se limitaba a votar solamente" ).
La promulgaci¨®n constitucional de 1812 permite establecer la antig¨¹edad de algunas expresiones. Es el caso de "Viva la Pepa", nombre que se otorg¨® a la Carta Magna jurada el d¨ªa de San Jos¨¦ de aquel a?o hist¨®rico . Hoy la expresi¨®n ha adquirido "un sentido de desenfado, de jolgorio", razona Pedro Pay¨¢n.
La aportaci¨®n m¨¢s clara es el t¨¦rmino "liberal", recogido por el Diccionario de la Real Academia Espa?ola, que transforma su aplicaci¨®n inicial como "generoso o espl¨¦ndido" y adquiere una acepci¨®n pol¨ªtica emanada de la Constituci¨®n de C¨¢diz: "Que profesa doctrinas favorables a la libertad pol¨ªtica de los Estados", seg¨²n el texto oficial de la Academia.
En 1842, se registra tambi¨¦n, por primera vez en letra impresa, la palabra "cursi", hoy recogida por el Diccionario de la Real Academia para referirse a la persona "que presume de fina y elegante sin serlo". La revista gaditana La estrella ya publicaba entonces el vocablo con tal significado y procedente de una canci¨®n que, como chanza, cantaba un grupo de estudiantes de Medicina a las refinadas hijas de Sicourt, un sastre franc¨¦s afincado en la ciudad. "Las ni?as de Sicur / Sicur, Sicur, Sicur", rezaba la letra, seg¨²n ha documentado Pay¨¢n.
El profesor advierte de que muchas de las palabras no disponen de consignaci¨®n etimol¨®gica ni explicaci¨®n ling¨¹¨ªstica posible. "Hay frases o vocablos que son una pura creaci¨®n, un producto imaginativo adaptado por el gaditano" pero de curso frecuente. Giros arcaicos se recuperan hoy ("Mamela: cobista"; "Bajancia: con quien se est¨¢ enfadado") y otros demuestran su vitalidad ("Coll¨¢: oportunidad"; "Babilandri: persona despistada").
Coplas del Carnaval
"Algunas palabras, en cambio, s¨®lo se escuchan ya a gente de avanzada edad o en c¨ªrculos muy reducidos", aclara el autor del libro. El Carnaval de C¨¢diz ha sido y sigue siendo un cauce ancho para canalizar las expresiones m¨¢s locales. "Las coplas del Carnaval son magn¨ªficos difusores del habla, que se encuentra respaldada y habilitada por su uso constante en los tangos y pasodobles", sostiene Pay¨¢n, que pregon¨® la fiesta en el a?o 1993.
"C¨¢diz es una fiesta para el lenguaje", cree el estudioso, que recuerda la costumbre local de italianizar muchas expresiones para dulcificarlas o ridiculizarlas. As¨ª, Paganini, por ejemplo, no guarda relaci¨®n con el c¨¦lebre violinista, sino que define con un tufo de iron¨ªa al "que paga la cuenta".
El habla local da para todo. La palabra "picha", m¨¢s all¨¢ de definir el ¨®rgano genital masculino es un certificado de origen. "Es sintom¨¢tico, es marchamo de lo gaditano, est¨¢ desprovista de sexo, es afectuosa", subraya Pay¨¢n, quien sugiere que puede ser una metonimia. Para el ¨®rgano genital femenino, El Habla de C¨¢diz recoge otro t¨¦rmino: verigu¨¦, un eufemismo acu?ado por los autores del Carnaval.
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