GENTE

- HARRODS YA NO ES "DE LA REAL CASA"Rompiendo con una tradici¨®n de cuatro d¨¦cadas, los ¨²ltimos vestigios de la corona brit¨¢nica desaparecer¨¢n definitivamente de la fachada de la famosa tienda londinense de Harrods, el imperio del despreciado magnate egipicio Mohammed al Fayed en el exclusivo barrio de Knightsbridge. Oficialmente, la decisi¨®n adoptada por el duque de Edimburgo sostiene que la desaparici¨®n del t¨ªtulo honor¨ªfico obedece al declive del comercio entre la tienda y la casa real, pero detr¨¢s de esa decisi¨®n yace la vigorosa iniciativa real de disociarse de Al Fayed, el mercurial potentado del m¨¢s emblem¨¢tico negocio de Londres que ha lanzado una serie de acusaciones contra la casa real y el Gobierno brit¨¢nico. El pintoresco Al Fayed, a quien el Reino Unido le ha negado el pasaporte brit¨¢nico, ha acusado a los m¨¢s altos c¨ªrculos del Reino Unido, incluyendo a los servicios secretos, de estar involucrados en la muerte de su hijo Dodi y su novia, la princesa Diana de Gales en Par¨ªs hace dos a?os. El regordete millonario Al Fayed, que ha hecho temblar el establishment pol¨ªtico brit¨¢nico denunciando y logrando el encarcelamiento de varios pol¨ªticos conservadores, acusados de recibir sobornos de Harrods en su infructuoso intento por obtener la nacionalidad brit¨¢nica, no pareci¨® alterado ni ofendido por la decisi¨®n. En la pr¨¢ctica, dijeron fuentes de Harrods, todo se limita a cambiar el emblema de la tienda y eliminar referencias a su antigua condici¨®n de principales proveedores de mercanc¨ªas a los miembros de la casa real. Esas fuentes dijeron que el reemplazo del emblema ser¨¢ una "sorpresa" y, conociendo al folcl¨®rico egipcio, no se descarta una mofa al pa¨ªs que le sigue negando el pasaporte. Y como Al Fayed sabe dar sorpresas, el episodio de ayer no pod¨ªa sino concluir con un "continuar¨¢".- J. C. G., Londres