Hasta pronto

Hace ahora una semana, el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa decidi¨® convocar elecciones al Parlamento de Andaluc¨ªa para el pr¨®ximo d¨ªa 12 de marzo. Para el que desde hace a?os viene ocupando un espacio en ¨¦stas p¨¢ginas, la convocatoria ha supuesto algo m¨¢s que para la mayor¨ªa de los andaluces, ya que, si as¨ª lo estiman los sevillanos, a partir de la mencionada fecha pasar¨¦ de desempe?ar el papel de comentarista a ejercer el de pol¨ªtico. Evidentemente, esta nueva situaci¨®n aconseja pasar p¨¢gina a la colaboraci¨®n mantenida con este rotativo, al menos en la forma seguida hasta ahora, en tanto la dedicaci¨®n pol¨ªtica me someta al que debe ser duro escrutinio de los que hasta ahora eran compa?eros.Evidentemente, esta retirada no es grata, sin embargo la l¨®gica period¨ªstica y pol¨ªtica la hace imprescindible para garantizar la independencia mutua. No obstante, no quiero despedirme sin hacer un ¨²ltimo comentario, referido en este caso a una cuesti¨®n que en nuestra tierra no genera disputa pol¨ªtica alguna. Me refiero a la vuelta al asesinato de ETA.

Comenzado 2000, con el IRA a punto de entregar las armas, ETA pasa a ser la ¨²ltima r¨¦mora violenta de la Europa democr¨¢tica. Sin ning¨²n rumbo claro y con una situaci¨®n de evidente descomposici¨®n de las referencias pol¨ªticas, los violentos han vuelto a golpear, asesinando a un trabajador: Un miembro de un ej¨¦rcito que, desde que desaparecieron de ¨¦l los elementos indeseables que pretend¨ªan la involuci¨®n pol¨ªtica, a lo ¨²nico que se ha dedicado es a llevar la paz a los lugares castigados por la guerra. Tan absurda es la situaci¨®n y tan est¨¦ril el asesinato que ya no se puede pensar otra cosa que los actos de violencia asesina son la mera expresi¨®n de una paranoia derivada de un efecto 2000 cerebral, sufrido por algunos que ya no saben si est¨¢n en 2000, en 1000 o en 1800. Desgraciadamente, eso nos queda vivir, pero no nos preocupemos porque si no han ganado los nazis, ni los fascistas, ni los estalinistas, ni los kemeres rojos, ni los racistas sudafricanos, ni los pinochetistas, desde luego que ¨¦stos no van a ganar nada, salvo el desprecio de los espa?oles, los europeos y cualquier persona que se precie de serlo. Hasta otra ocasi¨®n.

Luis ?ngel Hierro es candidato al Parlamento andaluz por el PSOE.