Equilibrio sin juego en Los Pajaritos
El Numancia ha convertido su peque?o campo en un elemento disuasorio para los rivales, que no parecen dispuestos a aceptar las numerosas incomodidades que se les presentan en Los Pajaritos. A las estrecheces del escenario se a?ade por esta fechas un fr¨ªo pel¨®n y un equipo que disputa cada pelota como si le fuera la vida. Probablemente le va la vida. Es la manera que ha encontrado el Numancia para equilibrar algunas de sus carencias. Con un esfuerzo indesmayable, el Numancia no se apart¨® un mil¨ªmetro del tipo de partido que le caracteriza: f¨ªsico, combatido, sin distracciones. El Madrid se sinti¨® incomod¨ªsimo. No encontr¨® soluciones para responder al plan del Numancia. No le falt¨® buena actitud, cualidad que se le discute en los ¨²ltimos meses, pero juego no tuvo.Ninguna de las estrellas del Madrid estuvo por encima de los jugadores del Numancia. La lectura inversa tambi¨¦n sirve. Pero se supone que los futbolistas del equipo soriano tienen dif¨ªcil superar la calidad de gente como Ra¨²l, Savio, Redondo, Roberto Carlos o Morientes. Puesto que el Madrid acept¨® las condiciones que le impuso el Numancia, lo normal era un partido con pocos atractivos y escasas ocasiones de gol. El Madrid tuvo una: un tiro cruzado de Morientes en el segundo tiempo que el portero desvi¨® con agilidad. Con el intenso fr¨ªo que presid¨ªa la tarde, la intervenci¨®n de N¨²?ez result¨® meritoria. Fuera de la acci¨®n frente a Morientes, el portero del Numancia qued¨® in¨¦dito. Un par de salidas y poco m¨¢s.
NUMANCIA 0 REAL MADRID 0
Numancia: N¨²?ez, Jaume, Iv¨¢n Rocha, Mu?iz, Octavio; Casta?o, Nagore, Pacheta, Barbu (Rivera, m. 76), Delgado (Jorge P¨¦rez, min 87) y Ojeda (I?aki, m. 92). Real Madrid: Iker Casillas, Salgado, Julio C¨¦sar, Iv¨¢n Helguera, Roberto Carlos, Savio, Redondo, Guti, McManaman (Sanch¨ªs, m. 56), Ra¨²l y Morientes. ?rbitro: Jos¨¦ Luis Prados Garc¨ªa, perteneciente al colegio andaluz. Ense?¨® cartulina amarilla a Barbu, Casta?o y Octavio, por parte del Numancia, y a Sanch¨ªs, del Real Madrid. Unos 10.000 espectadores en el nuevo campo de Los Pajaritos.
Casillas tampoco fue demasiado exigido, pero se dej¨® ver en tres o cuatro momentos, especialmente para responder a las jugadas predilectas del Numancia: un saque de falta por aqu¨ª, un c¨®rner por all¨¢. Cuando eso sucede, el equipo va con todo, Ojeda a la cabeza. Ojeda es un tallo de casi dos metros que se distingue por su hiperactividad. El hombre se gana el sueldo con creces. Va por la derecha y por la izquierda, acosa a todos los defensas que se le ponen enfrente, choca sin reparar en gastos, traba como un le¨®n. Representa por elevaci¨®n el estilo del Numancia.
Barbu tiene bastante m¨¢s ingenio. Zurdo y habilidoso, representa la esperanza en lo inesperado en su equipo. No es Maradona, pero como si lo fuera. Esta vez, la actuaci¨®n de Barbu no tuvo relevancia, problema de primer orden para el Numancia. En el Madrid, las dificultades surgieron de la incapacidad de sus estrellas para ejercer como tales. Cierto que las circunstancias del encuentro no favorec¨ªan los lujos, pero malo para el Madrid si el duelo deb¨ªa resolverse exclusivamente a trav¨¦s del sacrificio. En esas cuestiones, el Numancia es insuperable. De la incomodidad y falta de recursos del Real Madrid habla la escasez de sus remates. El primero de ellos se produjo despu¨¦s de la primera media hora de juego. No hubo muchos m¨¢s. Los centrocampistas funcionaban laboriosos. Redondo parec¨ªa m¨¢s ligero que en los ¨²ltimos partidos y Guti tomaba parte activa en la construcci¨®n. Sin embargo, el Madrid perd¨ªa energ¨ªa a medida que se acercaba al ¨¢rea. McMananam pag¨® la crisis que le afecta desde su regreso de la lesi¨®n y Savio nunca consigui¨® desbordar por la izquierda.
Del Bosque consider¨® que ya hab¨ªa visto suficiente de McManaman y dio entrada a Sanchis. Jug¨® por la derecha. No es su sitio, pero su peso en el juego fue evidente. Al d¨ªa de hoy, Sanchis todav¨ªa dispone de recursos para sostenerse en la alineaci¨®n madridista. Y como ocurre cada temporada, terminar¨¢ por jugar muchos m¨¢s partidos de los que los entrenadores tienen previstos para ¨¦l. Hay algo admirable en Sanchis para resistirse al paso del tiempo y a los ataques de sus cr¨ªticos.
Con un centro del campo m¨¢s firme, el Real Madrid discuti¨® cada bal¨®n al Numancia. El partido se volvi¨® trabad¨ªsimo, pendiente de alguna jugada inesperada. El Madrid dispone de Ra¨²l para esas cuestiones, pero en Los Pajaritos no remat¨® en ninguna ocasi¨®n. El Numancia anduvo toda la tarde a la espera de alg¨²n error de la defensa madridista para cazar el golito. No se sab¨ªa la fiabilidad de Helguera y Julio C¨¦sar, juntos por primera vez como centrales. Pasaron la prueba con nota. En un equipo que despierta tantas sospechas en el centro de la defensa, la elecci¨®n de Helguera no es descabellada. Frente al Numancia hizo los deberes. Del equipo no cabe decir lo mismo. No se arrug¨®, pero su juego fue decepcionante.
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