El 10% de las trabajadoras andaluzas ha sido alguna vez v¨ªctima de acoso sexual

El 10% de las trabajadoras andaluzas ha sido v¨ªctima alguna vez de acoso sexual y de ¨¦stas, el 5,4% ha sufrido amenazas de despido si no acced¨ªa a mantener relaciones con su agresor. Los datos corresponden a un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas en el que tambi¨¦n se apunta que casi la mitad de las mujeres (42%) tienen que soportar comentarios o gestos groseros en su centro de trabajo y que una de cada cinco empleadas (23%) es "tocada o rozada" intencionadamente sin que lo desee.

El trabajo, elaborado a partir de unas 3.000 encuestas, es un abrumador compendio de cifras en el que destaca otro porcentaje: el 3,5% de las entrevistadas reconoce haber sufrido alguna vez malos tratos y una de cada tres afirma que conoce un caso de violencia dom¨¦stica.Frente a estos datos, hay otros m¨¢s alentadores, que desvelan que el hombre poco a poco se incorpora a las tareas del hogar, aunque, en realidad, demasiado lentamente. En 1990, pr¨¢cticamente ning¨²n var¨®n limpiaba la casa. Tras una d¨¦cada, lo hace el 0,5%, lo que supone que, de continuar esta tendencia, los hombres tardar¨¢n 1.000 a?os en compartir al 50% la limpieza del hogar. A la hora de hacer la comida, el cambio despu¨¦s de una d¨¦cada tambi¨¦n ha sido ¨ªnfimo: del 1% al 1,2%. En lo que m¨¢s ha crecido la aportaci¨®n masculina a las tareas dom¨¦sticas es en el cuidado de los hijos, que en 1990 se situaba en el 10% y en la actualidad casi si ha duplicado hasta llegar al 17%.

El estudio, presentado ayer por el Instituto Andaluz de la Mujer, deja al descubierto un cambio sociol¨®gico. En una d¨¦cada, el n¨²mero de mujeres sin hijos ha aumentado en siete puntos, del 31% en 1989 al 38% en 1999. Las madres con m¨¢s de cuatro hijos ya son una rareza hist¨®rica y s¨®lo se encuentran entre las encuestadas mayores de 55 a?os. La mitad (46%) cree que existen condicionantes sociales y laborales que impiden a las mujeres tener la descendencia que realmente querr¨ªan. Entre las razones que las entrevistadas citan como causas que frenan la natalidad resaltan dos: los gastos y el miedo a perder el empleo.

Seg¨²n la investigaci¨®n del CSIC, una de cada dos mujeres tiene un trabajo precario. El informe pone de manifiesto tambi¨¦n una evoluci¨®n ideol¨®gica, ya que formar una familia -una aspiraci¨®n prioritaria para la mujer hasta hace pocos a?os- ha pasado a un segundo plano. Ahora, la mayor preocupaci¨®n es el empleo. Aunque la mayor¨ªa de las encuestadas (83%) reconoce que en todos los ¨¢mbitos la situaci¨®n ha mejorado, casi la totalidad sostiene que la discriminaci¨®n persiste y que en el mercado laboral es donde se encuentra m¨¢s acentuada. Incluso las mujeres apuntan por orden d¨®nde se registra esa discriminaci¨®n: en la promoci¨®n, las retribuciones, el acceso al mercado de trabajo y en el tipo de contrato.