"El concepto de Andaluc¨ªa es joven"
Antonio Dom¨ªnguez Ortiz, catedr¨¢tico y acad¨¦mico de la Historia, sigue siendo, a sus 90 a?os, una de las referencias entre los expertos que buscan conocer alg¨²n aspecto relacionado con uno de los asuntos sobre los que m¨¢s sabe, Andaluc¨ªa, una realidad que, seg¨²n ¨¦l, no es ¨²nica, sino m¨²ltiple, "como los instrumentos que conforman una gran orquesta".De enorme lucidez y una reflexi¨®n pausada, contenida, Antonio Dom¨ªnguez Ortiz (Sevilla, 1909) mira la realidad andaluza con una perspectiva que no tiene nada que ver con los nacionalismos a ultranza. Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Humanidades en 1982, declarado Andaluz Universal por la Junta en 1983 e hijo adoptivo de la ciudad de Granada, el historiador, que reside en esta ciudad desde su jubilaci¨®n, defiende que Andaluc¨ªa no es algo concreto ni definido, sino que est¨¢ formado por las capas de las diferentes culturas que se han sucedido.Pregunta. Directamente: ?Qu¨¦ es Andaluc¨ªa?
Respuesta. Creo que los espa?oles, y los andaluces, estamos insertos en un ex¨¢men de conciencia sobre lo que somos. Estamos siempre interrog¨¢ndonos acerca de nuestra personalidad. Eso me parece bien, aunque creo que tanta b¨²squeda de la identidad empieza a ser exagerada. Andaluc¨ªa es un territorio, una poblaci¨®n y una cultura, aunque a veces no coincidan las tres cosas. Siempre existi¨® un territorio al sur de Espa?a, pero ni se ha llamado Andaluc¨ªa ni ha tenido la misma cultura. Con los tartesios, fue lo m¨¢s avanzado de la Espa?a de su ¨¦poca; con los romanos, fue la provincia B¨¦tica, y con los ¨¢rabes fue Al-?ndalus, que no era una noci¨®n de territorio, sino lo que designaba a la Espa?a musulmana.
P. ?Y cu¨¢ndo nace Andaluc¨ªa?
R. En un determinado concepto, Andaluc¨ªa naci¨® con la conquista del Reino de Granada, que se uni¨® a los reinos de Sevilla, C¨®rdoba y Ja¨¦n. De esa uni¨®n naci¨® Andaluc¨ªa. En cierto modo, si miramos los antecedentes, todos los pueblos que se han sucedido en la regi¨®n, Andaluc¨ªa es antiqu¨ªsima, pero si miramos las consecuencias, el concepto de Andaluc¨ªa es relativamente joven.
P. ?Y de qui¨¦n descienden los andaluces?
R. En muy peque?a parte, de los tartesios, de los b¨¦ticos, o de los ¨¢rabes. A lo largo de su historia, toda Espa?a ha sido sacudida por tremendos estallidos de inmigraci¨®n, y esos estallidos se han producido con mucha m¨¢s fuerza en Andaluc¨ªa. El 80% o el 90% de los andaluces procede de las repoblaciones, de las inmigraciones. Aqu¨ª llegaron castellanos, asturianos, vascos, franceses, genoveses... Es una mezcla de todo.
P. ?Hay una cultura estrictamente andaluza?
R. La cultura andaluza es el resultado de una continuidad de culturas. En la regi¨®n qued¨® todo el elemento material que fueron dejando las diferentes civilizaciones, las esculturas de los tartesios, los restos romanos y los magn¨ªficos monumentos de la cultura musulmana. De ese modo, la cultura andaluza no tiene una unidad estil¨ªstica. Se han ido superponiendo capas, y entre todas esas capas se ha formado un todo que admira por su variedad y su complejidad. A pesar de la diversidad, resulta una cosa armoniosa.
P. No le entiendo...
R. Ah¨ª est¨¢ el ejemplo de la Alhambra y el Palacio de Carlos V. Pese a sus estilos tan diferentes, no se notan disonancias. Es el testimonio de dos tipos de cultura unidos. Lo mismo se podr¨ªa decir de la Mezquita de C¨®rdoba con la catedral, o de la Giralda de Sevilla. Se trata de dos culturas distintas que procuran armonizar. Existen mitos y leyendas, pero cuando los cristianos llegaron a Sevilla o a Granada mostraron inter¨¦s en que la Giralda o la Alhambra siguieran existiendo.
P. ?De ah¨ª la multiplicidad andaluza?
R. S¨ª. Andaluc¨ªa, en el fondo, es una unidad m¨²ltiple. Se produce un efecto similar al de un concierto: la variedad de notas y de instrumentos aumenta la riqueza de la orquesta. Cuanto m¨¢s variada, m¨¢s rica.
P. En Catalu?a, en el Pa¨ªs Vasco o en Galicia existe un nacionalismo reivindicativo. ?Por qu¨¦ no existe en Andaluc¨ªa?
R. Afortunadamente, no existe ese sentimiento tan arraigado. En Andaluc¨ªa ha habido trasiegos de poblaci¨®n enormes, continuos cambios y mezclas. El pueblo vasco, por ejemplo, no se ha movido. S¨ª ha salido mucho de su casa, pero en su casa las cosas han cambiado muy poco. Hay inclinaciones a dificultar incluso la entrada desde fuera, rechazos al extra?o. Eso ha provocado una sensaci¨®n de unidad basada en la convicci¨®n de que son los mismos desde hace 5.000 a?os.
P. ?Y Catalu?a?
R. En Catalu?a el motivo no es ¨¦se, ya que siempre fue una regi¨®n de paso. En Catalu?a hay componentes m¨¢s de car¨¢cter pol¨ªtico. Perdi¨® el enorme peso que ten¨ªa como Principado en la Edad Media a nivel administrativo, aunque gan¨® a nivel econ¨®mico. El catalanismo agresivo de hoy no tiene nada que ver con la celebraci¨®n de la Diada ni los hechos hist¨®ricos. Es un catalanismo que tiene su origen en el Romanticismo, en una idea rom¨¢ntica de Catalu?a que, poco a poco, fue haci¨¦ndose cada vez m¨¢s excluyente.
P. A su juicio, ?c¨®mo deber¨ªa ser un nacionalismo andaluz?
R. No deber¨ªa ser, desde luego, ni como el vasco ni como el catal¨¢n, que terminan siendo nacionalismos exaltados. El nuestro deber¨ªa ser un regionalismo sano, como el escal¨®n hacia un conjunto m¨¢s amplio, que vaya del individuo al pa¨ªs; del pa¨ªs, a Europa; y de ah¨ª, a toda la Humanidad. Hay una cosa curiosa: el referente m¨¢s hondo para los andaluces no es su regi¨®n, sino su ciudad, su pueblo, el concepto, la idea de patria chica.
P. Es una reflexi¨®n sugerente...
R. Aqu¨ª, el concepto de patria chica siempre ha pesado mucho, los lazos de paisanaje son de los m¨¢s fuertes. Si ves a alguien de Ronda y le preguntas qu¨¦ se siente m¨¢s, si ronde?o o andaluz, dir¨¢ que ronde?o, como yo me siento m¨¢s sevillano que andaluz. Pero esas cosas no se preguntan en las encuestas. Vuelvo a insistir en que el andalucismo s¨®lo debe ser una fase intermedia de progresi¨®n del individuo hacia la Humanidad, una superaci¨®n de lo anterior, no una negaci¨®n.
P. ?Y Al-?ndalus, es mito o realidad lo de las tres culturas y la convivencia en paz?
R. Es un mito con muchos t¨®picos, adem¨¢s. En Al-?ndalus hubo convivencias fraternales y coexistencias fatales. Si se habla del andaluz como el hombre de la convivencia es porque ha habido tantas razas que en principio lo hace parecer tolerante. Hubo periodos de convivencia f¨¢cil, y hubo periodos en que los andaluces se tiraban a deg¨¹ello unos a otros.
P. ?Cree que deber¨ªa ense?arse el ¨¢rabe en las escuelas, como se ense?an el lat¨ªn o el griego? Al fin y al cabo, el ¨¢rabe es la segunda lengua con m¨¢s influencia en el castellano...
R. Digo del ¨¢rabe lo mismo que digo del griego: que es mucho pedir introducirla en la docencia de millones de alumnos. Soy partidario de que se ense?e la cultura ¨¢rabe y la historia ¨¢rabe, pero pragm¨¢ticamente, la lengua ¨¢rabe... Con que, en los tiempos actuales, los ni?os estudien bien el castellano y bien el ingl¨¦s, que es absolutamente indispensable para moverse en estos tiempos, ya tienen suficiente.
P. ?De donde procede el habla andaluza?
R. El habla andaluza es un batiburrillo de gallego, de castellano, de las hablas de todos los que vinieron a repoblar. El problema que existe hoy es que tienden a uniformar el acento, y ser¨ªa una aut¨¦ntica pena que se perdiesen esos acentos, sustituidos, adem¨¢s, por un modelo que no es real. Si algo tenemos los andaluces son acentos muy ricos.
"El referente m¨¢s hondo para el andaluz no es su regi¨®n, sino su pueblo, la idea de patria chica"
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