El Gobierno vasco reprocha a la SEPI su postura ocultista sobre la oferta de Babcock Borsing

Babcock & Wilcox, la empresa p¨²blica vasca de bienes de equipo, tiene cada vez m¨¢s inc¨®gnitas. El Departamento de Industria observa casi con estupor la nueva entrada en liza de la empresa alemana Babcock Borsing (antes Steinm¨¹ller) y demanda informaci¨®n: una llamada desde el Ministerio de Industria. Mientras, la estadounidense McDermott, que lleg¨® de la mano de Mec¨¢nica de la Pe?a, cuenta con el apoyo de las instituciones vascas y ten¨ªa hace tan solo dos d¨ªas pr¨¢cticamente cerrada la privatizaci¨®n, presiona a la SEPI para que cumpla sus preacuerdos.

La privatizaci¨®n de Babcock & Wilcox lleva cuatro a?os, una legislatura coleando, y todav¨ªa no ha encontrado soluci¨®n. En el sector de bienes de equipo la entrada en liza de Babcock Borsing, descartada el pasado mes de octubre por no presentar una oferta concreta, ha causado sorpresa y extra?eza. Cuando McDermott, empresa estadounidense radicada en Panam¨¢, esperaba ya hacerse con el control del fabricante p¨²blico de bienes de equipo, todo se ha venido abajo y ha dado un giro completo. La privatizaci¨®n tiene muchas posibilidades de que se cierre en las dos pr¨®ximas semanas, pero no se sabe a ciencia cierta qui¨¦n se llevar¨¢ el gato al agua. Ayer por la ma?ana, el consejo de la SEPI celebr¨® una reuni¨®n y por un momento todo el mundo pens¨® que Babcock Borsing, casi un reci¨¦n llegado a la privatizaci¨®n, se iba a hacer con la empresa vizca¨ªna. Sin embargo, no fue as¨ª. La SEPI asegura que la situaci¨®n entre el jueves y ayer no ha cambiado y que en este momento hay dos candidatos con las mismas posibilidades y que el proceso se puede cerrar en cualquier momento a favor de uno u otro.

En la vuelta de Babcock Borsing al proceso privatizador ha tenido mucho que ver el antiguo diputado general de Vizcaya y militante del PNV, Jos¨¦ Alberto Pradera. Convertido hoy en empresario -es presidente de la Autopista Vasco Aragonesa (A-8) y est¨¢ en el Consejo de Administraci¨®n de variasempresas, entre ella Polmeta SA-, Pradera se ha lanzado, contra las tesis de su propio partido, a predicar las virtudes del grupo alem¨¢n. El momento pol¨ªtico, marcado por el enfrentamiento preelectoral entre el PNV, al frente de la Diputaci¨®n de Vizcaya y del Gobierno vasco, y del PP, al frente del Gobierno central, han propiciado la reaparici¨®n del candidato alem¨¢n. Babcock Borsing, antes de ser descartado por la SEPI, no termin¨® de hacer una oferta en firme por la empresa p¨²blica.

S¨ª a un soluci¨®n

El Gobierno vasco, que se ha mantenido fiel desde el principio a la opci¨®n estadounidense, oficialmente no se pronuncia por una u otra candidatura, tan solo quiere que la privatizaci¨®n se cirre ya. Sin embargo, la consejer¨ªa de Industria espera que alguien del Gobierno central o la SEPI le explique qu¨¦ es lo que pasa exactamente y por d¨®nde va el proceso privatizador. De hecho, ambas instituciones, que mantienen una relaci¨®n confusa, comparten puesto en el Consejo de Administraci¨®n de Babcock & Wilcox.

Esta situaci¨®n de incertidumbre, que pesa tanto sobre los sindicatos como sobre los trabajadores de Babcock & Wilcox y la Administraci¨®n vasca, no impide a la consejer¨ªa de Industria pensar que el ministerio podr¨ªa considerar que no hay nada de que informar porque a¨²n no se ha tomado ninguna decisi¨®n.

En esta tormenta de acontecimientos, el m¨¢s sorprendido es McDermott. La firma estadounidense, adem¨¢s de mantener contactos con las instituciones vascas, realiz¨® gestiones ante la SEPI para que respete los preacuerdos que se han ido alcanzando en los ¨²ltimos d¨ªas. Una decisi¨®n adversa a McDermott no le impedir¨ªa entrar en la empresa de bienes de equipo Mec¨¢nica de la Pe?a, en suspensi¨®n de pagos, sobre la que tienen una opci¨®n de compra, y competir as¨ª directamente en el mercado espa?ol, iberoamericano y el europeo con Babcock Borsing. En todo caso, el planteamiento oficial de Industria pasa por pedir que la decisi¨®n se tome ya,que Babcock & Wilcox lidere el proceso, que se d¨¦ una soluci¨®n a la plantilla y se logre un soluci¨®n conjunta para todo el sector de bienes de equipo. A este ¨²ltimo requisito se apuntan ahora los dos aspirantes.