Jos¨¦ Mar¨ªa Vizca¨ªno
A diferencia de los pol¨ªticos, los empresarios y los l¨ªderes sindicales no son eternos; quiz¨¢s a excepci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, un incombustible de la patronal espa?ola (CEOE) del que s¨®lo se tienen noticias por cat¨¢logo desde que el PP gan¨® las elecciones. De Jos¨¦ Mar¨ªa Vizca¨ªno Manterola (San Sebasti¨¢n, 1942) se tuvieron continuamente durante diez a?os, desde que en 1983 llegase a la presidencia de Confebask, la patronal vasca. Desde ella no s¨®lo lidi¨® sus asuntos profesionales, sino, sobre todo, como el resto de la sociedad, el azote de cada d¨ªa del secuestro, la extorsi¨®n y la violencia. Ahora Vizca¨ªno puede convertirse en breve en nuevo presidente del C¨ªrculo de Empresarios, en sustituci¨®n de Alfonso Basagoiti.Los empresarios vascos han vivido dos procesos a la vez. Uno estructural, derivado del cambio del escenario industrial y de la globalizaci¨®n y otro personal, afectado por la lucha por la supervivencia f¨ªsica y el derecho a la libertad.
El primer caso refleja el itinerario industrial que lleva de los altos hornos al Guggenheim, un cambio de papeles que convierte a la antigua f¨¢brica en museo industrial y al museo en la nueva f¨¢brica de capitales. Jos¨¦ Mar¨ªa Vizca¨ªno vivi¨® ese proceso como empresario y como dirigente.
Nombrado primer presidente de Confebask en 1983, asisti¨® en primera y en tercera persona a la reconversi¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas y a la redifinici¨®n del viejo pa¨ªs sider¨²rgico. Un paso siempre traum¨¢tico que incluso a Vizca¨ªno le provoc¨® alg¨²n traspi¨¦s. Su empresa, Ram¨®n Vizca¨ªno, SA, dedicada al sector del fr¨ªo industrial, ha vivido momentos dif¨ªciles, ahora en v¨ªas de soluci¨®n. Desde la tribuna de la patronal vasca, Jos¨¦ Mar¨ªa Vizca¨ªno alert¨® sobre el riesgo de la compra masiva de empresas espa?olas con capital extranjero y el error que supondr¨ªa enterrar dinero p¨²blico en empresas sin futuro.
Los pol¨ªticos (es decir, los eternos) tampoco escaparon a sus cr¨ªticas. Cuando la crisis industrial arreciaba (a principios de los a?os ochenta), Vizca¨ªno lament¨® la insensatez pol¨ªtica para hacerla frente, aunque en los grandes problemas casi nunca hay responsables ¨²nicos.
Seguramente, sin embargo, la ciudadan¨ªa recuerda sobre todo al Jos¨¦ Mar¨ªa Vizca¨ªno comedido, pero en¨¦rgico, que reclamaba con igual valent¨ªa la lucha frontal contra el llamado impuesto revolucionario y la comprensi¨®n de la sociedad con los empresarios que, v¨ªctimas del miedo, sucumb¨ªan a la extorsi¨®n.
Bajo un aspecto que en cierto modo recordaba a un ex boxeador, no exento de los rasgos cl¨¢sicos del tipismo vasco, Vizca¨ªno compatibiliz¨® el cuidado de las formas con la determinaci¨®n de las acciones. Aquel ingeniero industrial licenciado en la escuela de Bilbao, que realiz¨® un master en la Universidad de Carolina (Estados Unidos) dejando huella (fue el n¨²mero uno de su promoci¨®n), ten¨ªa junto al coraz¨®n profesional un alma organizativa. Integrado en la empresa fundada por su padre en el a?o 1942, e impulsor de su desarrollo suramericano, fue presidente de la asociaci¨®n nacional del ramo.
Eran a?os de efervescencia entre el tardofranquismo y la primera transici¨®n, tiempos de organizaci¨®n en unos casos (de reorganizaci¨®n en otros), y Vizca¨ªno estuvo presente en casi todos los pasos del asociacionismo empresarial. Primero particip¨® en la creaci¨®n de Adegi (la patronal guipuzcoana) y despu¨¦s, en la de Confebask.
Los primeros pasos, siempre dificultosos, reclaman, am¨¦n de iniciativa, tener un cierto carisma, cuestiones ambas que Jos¨¦ Mar¨ªa Vizca¨ªno aport¨® en dosis suficientes, retomando en cierto modo el lirismo y la audacia de la literatura (entre hist¨®rica y m¨¢gica) empresarial vasca.
Vizca¨ªno vuelve ahora tras un parentesis de siete a?os, en los que ha tenido que afrontar su particular situaci¨®n empresarial (superar una suspensi¨®n de pagos, preparar un plan de viabilidad), para dirigir no ya la patronal vasca, sino un club de empresarios que se ha distinguido por el an¨¢lisis y la reflexi¨®n. Su predecesor, Alfonso Basagoiti, ha dotado al Circulo de Empresarios del car¨¢cter cr¨ªtico que le compete . Vizca¨ªno no le ir¨¢ a la zaga.
Sus opiniones generaron siempre muchas adhesiones y algunos conflictos particulares. B¨¢sicamente, es un hombre libre que reclam¨® la libertad y la comprensi¨®n. La vida p¨²blica vuelve a contar con ¨¦l en un momento que empieza a parecerse al que ¨¦l ya vivi¨®.
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