Objetivo Cui?a

Un juez de Ponferrada investiga la trama criminal que, entre otras actividades mafiosas, parec¨ªa tener el objetivo de asesinar al consejero de Pol¨ªtica Territorial y Obras P¨²blicas de la Xunta de Galicia y hasta octubre pasado secretario regional del Partido Popular, Xos¨¦ Cui?a. No hace falta subrayar la dificultad enorme de la tarea que le ha tocado en suerte a este juez. Pero ninguna duda cabe albergar de que la llevar¨¢ a buen t¨¦rmino. La Guardia Civil ha puesto en sus manos importantes indicios de prueba y no es descartable que aparezcan otros en el curso de la investigaci¨®n. S¨®lo la justicia, al final de las diligencias emprendidas, podr¨¢ determinar la realidad de los hechos y se?alar, con indicios fundados, a sus posibles autores. Pero entretanto resulta prematuro afirmar, como ha adelantado Fraga, que "aqu¨ª no ha pasado nada".Los indicios que tiene encima de su mesa el juez apuntan a hechos grav¨ªsimos. Se trata, ni m¨¢s ni menos, de la existencia de una trama que no ha dudado en echar mano de sicarios y matones a sueldo para extorsionar y amenazar a empresarios de la competencia que no se avienen a sus deseos. Algunos han aparecido en televisi¨®n y han dado cuenta de los sabotajes sufridos en sus instalaciones. Tambi¨¦n se conocen los posibles sicarios. Pero de momento no hay ning¨²n imputado, por lo que ser¨ªa impropio hablar del derecho a la presunci¨®n de inocencia de quienes no han sido formalmente acusados ante la justicia.

El asunto, grave de por s¨ª, ha adquirido tonos inquietantes cuando se ha conocido el escrito de uno de estos sicarios, tras su suicidio o, seg¨²n su mujer, asesinato el 13 de julio pasado en Le¨®n, en el que afirma que se le encarg¨® asesinar al entonces segundo de Fraga, Xos¨¦ Cui?a, y apunta a un constructor leon¨¦s como el ordenante ¨²ltimo del encargo. El constructor en cuesti¨®n ha negado cualquier relaci¨®n con los hechos investigados, aunque tendr¨¢ que ser el juez, si, como parece previsible, le toma declaraci¨®n como ha hecho con Cui?a, quien determine la inexistencia o no de esa relaci¨®n. Para el consejero gallego, el motivo para acabar con su vida habr¨ªa sido su negativa a doblegarse a cualquier inter¨¦s empresarial para hacerse con obras de la Xunta.

Pero el hecho de que el constructor sea alguien relacionado con los presidentes de Galicia, Manuel Fraga, y de Castilla y Le¨®n, Juan Jos¨¦ Lucas, adjudicatario privilegiado de obras p¨²blicas y contribuyente de las arcas del Partido Popular, a?ade al caso, aparte su posible naturaleza criminal, innegables connotaciones pol¨ªticas. El PP se ha negado en redondo a que Fraga comparezca en el Parlamento gallego para explicar sus relaciones con el constructor como ped¨ªa la oposici¨®n. Es una l¨¢stima porque habr¨ªa sido ocasi¨®n de reflexionar sobre los riesgos de contaminaci¨®n que corre la pol¨ªtica si no se cuida lo suficiente de amistades peligrosas. Ese debate podr¨ªa ser ineludible cuando la justicia esclarezca los hechos.