Finca con esclavos y c¨¢rcel
Un terrateniente brasile?o acusado de poseer 250 siervos vigilados por pistoleros
El terrateniente brasile?o Antenor Duarte do Vale, propietario de numerosas haciendas, acaba de ser acusado por la Polic¨ªa Federal de tener presos en una c¨¢rcel construida dentro de su finca a 250 esclavos, vigilados por pistoleros. Duarte ya fue procesado en 1995 por participar en una matanza en Corumbiar¨¢ (Estado de Rondonia, en el noroeste), en la que fallecieron nueve trabajadores y dos polic¨ªas. Fue absuelto por falta de pruebas.Ante las nuevas acusaciones contra Duarte, el jefe de la Polic¨ªa Federal de Rondonia, Wilson Dam¨¢sio, ha reabierto el caso. Los trabajadores Jo?o Antunes y Marcelo Gomes do Nascimento, que lograron escapar de Corumbiar¨¢ -la masacre se desencaden¨® despu¨¦s de que 600 familias del Movimiento de los Sin Tierra (MST) ocuparan la finca Elena-, han contado al diario O Globo que el a?o pasado fueron encerrados en una c¨¢rcel privada levantada por Duarte para sus 250 esclavos en su finca de S?o Lucas Tadeu. Los campesinos denuncian que su compa?ero Darli Pereira, tambi¨¦n superviviente de la matanza, fue asesinado en la propiedad. La polic¨ªa asegura que esta vez hay pruebas para incriminar al terrateniente.
Pese a que la esclavitud qued¨® abolida oficialmente en Brasil en 1888 y a los esfuerzos del Gobierno, se sabe que a¨²n hay colonos, sobre todo en el noroeste amaz¨®nico, que siguen consider¨¢ndose due?os de los destinos de sus empleados.
Gracias a los testimonios de algunas v¨ªctimas que lograron escapar de las plantaciones y a las ocupaciones de haciendas por parte del MST, que en algunos casos han puesto al descubierto bolsas de esclavitud, el Ministerio de Trabajo cre¨® los equipos de rescate, que han salvado en los ¨²ltimos a?os a 777 trabajadores en r¨¦gimen de opresi¨®n en Par¨¢, Mato Grosso y Mara?¨®n. Se calcula que un 18% de los esclavos son asesinados por los terratenientes, que entierran sus cuerpos para ocultar pruebas.
Jos¨¦ de Souza Martins, catedr¨¢tico de la Universidad P¨²blica de S?o Paulo, ha puesto sobre la mesa en una obra recientemente publicada la pervivencia del vasallaje en el Brasil contempor¨¢neo, y aporta testimonios de la existencia de trabajadores que arriesgan su vida para huir de la dominaci¨®n. Tambi¨¦n el actual presidente de la Rep¨²blica, Fernando Henrique Cardoso, trat¨® el tema en un libro publicado cuando era catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa. Y cuando asumi¨® la jefatura del Estado, conmovi¨® a la opini¨®n p¨²blica cuando tuvo el coraje de admitir que a¨²n hab¨ªa esclavos en Brasil.
Guilherme Pedro Neto, de 51 a?os, actual secretario de Contag, la asociaci¨®n que re¨²ne a siete millones de trabajadores rurales, logr¨® escapar de la opresi¨®n en los a?os setenta, y hoy comenta: "Fui peor que un esclavo, porque en menos de un a?o me vendieron tres veces".
El primero en denunciar la situaci¨®n fue, en 1977, el catal¨¢n Pedro Casald¨¢liga, hoy obispo de S?o Felix de Araguai¨¢ en Mato Grosso. Escandaliz¨® al mismo Vaticano y fue varias veces amenazado de muerte. Ahora, las autoridades de Brasil le dan la raz¨®n y luchan para acabar con ese c¨¢ncer que ha sido calificado de "verg¨¹enza nacional".
Ayer, el presidente de la Comisi¨®n Pastoral de la Tierra -una prestigiosa organizaci¨®n de la Iglesia brasile?a que trabaja codo con codo con el MST y el Forum da la Reforma Agraria-, Tom¨¢s Baldu¨ªno, que durante 30 a?os fue obispo de la conflictiva di¨®cesis de Goi¨¢s, denunci¨® en Madrid la connivencia entre terratenientes y legisladores, informa Miguel Bay¨®n. "El Gobierno anunci¨® recientemente el bloqueo de la propiedad de haciendas improductivas de enorme extensi¨®n, pero los propietarios pueden recurrir y habr¨¢ que demostrar que son tierras sin trabajar: el lobby terrateniente siempre ha paralizado, en conexi¨®n con industriales y jueces, todo intento de reforma agraria, y la iniciativa del Gobierno puede no resolverse ni en el siglo XXI".
Pero Baldu¨ªno no se rinde: "Vamos a lanzar una campa?a, con un mill¨®n de firmas, para, esquivando la mara?a judicial y exigiendo una ley constitucional, establecer un m¨®dulo m¨¢ximo legal de hect¨¢reas en cada Estado".
Seg¨²n Manos Unidas, cuya campa?a de 1999 denunci¨® la esclavitud y la de 2000 el mal reparto mundial de la tierra, los terratenientes brasile?os -menos de un 1% de los propietarios agr¨ªcolas- acumulan el 46% del suelo cultivable.
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