Ismael L? trae el ritmo del 'mbalax' y sus baladas a 8 ciudades espa?olas El filme 'Todo sobre mi madre' incluye un tema del m¨²sico senegal¨¦s
La balada Tajabone, de Ismael L?, suena dulce y melanc¨®lica en Todo sobre mi madre. Gracias a este filme la voz del cantante y compositor senegal¨¦s (naci¨® en N¨ªger, en 1956, pero ha vivido toda su vida en Dakar) ha sido un descubrimiento para un p¨²blico m¨¢s amplio. Ayer empez¨® una gira que lo traer¨¢ estos d¨ªas a Burgos (hoy), Madrid (d¨ªa 12), M¨¢laga (d¨ªa16), Sant Cugat (d¨ªa 18), Badalona (d¨ªa 19), Gij¨®n (d¨ªa 20) y Sevilla (d¨ªa 22).
Pedro Almod¨®var escuch¨® Tajabone por primera vez en un avi¨®n y decidi¨® incluirla en la banda sonora de su pel¨ªcula, justamente en una escena que sobrevuela la noche de Barcelona. "Todos los artistas somos como de una misma familia", dice Ismael L?, "es una canci¨®n que habla del amor, de los ni?os. Aparte de eso, yo siempre he defendido las causas de la mujer. Siempre digo que el mundo sin mujeres no tendr¨ªa sentido, perder¨ªa su luz. Por eso coincido mucho con las ideas de Almod¨®var. Me gusta mucho su pel¨ªcula, consiga o no consiga el Oscar, es una obra de arte, bien hecha", afirma. Ampliamente conocido en los circuitos de la llamada world music, L? est¨¢ considerado entre los m¨²sicos m¨¢s internacionales de su pa¨ªs, junto a otros artistas como Youssou N'Dour, Baaba Maal o Cheikh L?, entre otros. "La m¨²sica del mundo es africana, est¨¢ en el origen de todos los g¨¦neros populares del siglo", se?ala. "La mundializaci¨®n es un fen¨®meno que lo iguala todo, pero es importante mantener algunas se?as culturales. En mi pa¨ªs hay muchas etnias y, aunque a veces no entendemos las otras lenguas, en cada familia se aprende a convivir con los otros, a ser hospitalarios y abiertos", comenta.
Este m¨²sico es capaz de conmover con las baladas que canta, acompa?ado s¨®lo por guitarra y arm¨®nica, pero tambi¨¦n de mover al baile con el sonido el¨¦ctrico de su banda. En esta gira se presenta con una agrupaci¨®n de seis m¨²sicos. "Para m¨ª no hay mucha diferencia entre una forma y otra de hacer m¨²sica. Es como vivir en una gran casa. A veces est¨¢ llena de gente y otras est¨¢s solo, cuando est¨¢ vac¨ªa. Cantar con la guitarra y la arm¨®nica es como recordar mi infancia. Cuando ten¨ªa siete u ocho a?os puse dos clavos en la pared para sostener la arm¨®nica, mientras tocaba una guitarra que yo mismo hab¨ªa fabricado con una lata vac¨ªa de aceite, un palo y unas cuerdas. Mi primer p¨²blico fue un muro", recuerda sonriente. "El folk es m¨¢s internacional, m¨¢s rom¨¢ntico pero, los africanos necesitamos ritmo. Por eso toco el mbalax, para que todos bailen".
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