Ontinyent, embajada cubana

Durante los a?os en los que la isla de Cuba estuvo sometida al m¨¢s estricto bloqueo estadounidense, a la ciudad de La Habana lleg¨® un cargamento de mantas para los hospitales y el pueblo cubano procedente de Ontinyent. Aunque el env¨ªo no contaba con ninguna garant¨ªa de pago por parte del gobierno de Fidel Castro, el empresario onti?ent¨ª Manuel Revert Nadal decidi¨® llevar adelante la misi¨®n comercial. El l¨ªder comunista quiso entonces conocer a "ese gallego", empezando una relaci¨®n que ir¨ªa m¨¢s all¨¢ de lo profesional. Diez a?os despu¨¦s de la muerte del fundador de la empresa Revert, el gobierno cubano ha homenajeado su memoria instalando su busto en la avenida del Puerto de la Habana. Toda una sorpresa para los familiares del empresario, que se desplazaron hasta la capital cubana y se encontraron con el busto de Manuel Revert en un lugar de excepci¨®n.En los jardines p¨²blicos que se desplazan paralelos al puerto caribe?o, no muy lejos del Malec¨®n y de camino a la Habana Vieja, una efigie de bronce del empresario de la Vall d'Albaida, r¨¦plica de la que existe en la sede de la empresa, saluda a visitantes y a viajeros que se acercan a esa ciudad por la que ¨¦l tanto afecto sinti¨®. Quiz¨¢ las historias que le debi¨® contar su abuelo, quien por unos a?os vivi¨® en la isla, hicieron nacer en ¨¦l un apego especial hacia Cuba. Arraigo que lo llevar¨ªa a desempe?ar un papel de embajador no oficial de ese pa¨ªs en Espa?a. Su hijo y actual gerente de la empresa, Jos¨¦ Ram¨®n Revert, rememora la llegada de comerciales cubanos a Ontinyent, a los que su padre recib¨ªa con la bandera de Cuba ondeando en la fachada de la empresa: "Desde Cuba ven¨ªan misiones comerciales de muebles, l¨¢mparas, motores y otros productos. El primer sitio donde ven¨ªan era a Ontinyent, porque mi padre les ayudaba a coordinar las visitas y los contactos. As¨ª que Ontinyent, dir¨ªamos que se convirti¨® en la segunda embajada cubana en Espa?a".

La deferencia que Manuel Revert tuvo con el gobierno y el pueblo de la isla ya fue reconocida en el a?o 1984, cuando el Consejo de Estado cubano le concedi¨® la Medalla de la Amistad, convirti¨¦ndolo en el ¨²nico espa?ol que hasta la fecha ha recibido este reconocimiento.

Adem¨¢s en el c¨¦ntrico hostal Valencia de la ciudad de la Habana existe una placa conmemorativa en memoria de ese empresario de mente cosmopolita.

La vinculaci¨®n de la empresa onti?entina con la Cuba de Fidel Castro se ha mantenido en la esquina de la calle de Obispo de la Habana, donde existe una tienda con productos exclusivos de la empresa de Ontinyent, una de las pocas firmas de los pa¨ªses capitalistas que tiene all¨ª un comercio. De hecho, en el sector textil s¨®lo Revert y la empresa italiana de moda Benetton tienen tiendas.

Seg¨²n ha adelantado Jos¨¦ Ram¨®n Revert, gerente de Manuel Revert y Compa?¨ªa, la empresa tiene previsto abrir en un futuro pr¨®ximo nuevas tiendas de las ciudades m¨¢s importantes de la isla de Cuba. "Es muy dif¨ªcil sustituir la figura de mi padre y adem¨¢s los tiempos han cambiado, pero seguimos teniendo una vinculaci¨®n muy fuerte con Cuba. Ejemplo de ello es que el mantel de 45 metros que se emple¨® en el banquete oficial de la pasada cumbre iberoamericana fue servido por Revert. Adem¨¢s, estamos apoyando el desarrollo tur¨ªstico de la isla", explica.

Descansando sobre un pedestal de piedra de las mismas canteras utilizadas a lo largo de los siglos para edificar la ciudad de La Habana, el busto de Manuel Revert Nadal preside desde el pasado mes de diciembre la avenida del Puerto. La imagen del que fuera amigo y embajador de Cuba permanecer¨¢ ya en la tierra que tanto am¨® y que en palabras del historiador de la ciudad de la Habana, Eusebio Leal, as¨ª se lo agradece: "Al ilustre valenciano debe Cuba eterna gratitud, por haber estado siempre a su lado como amigo invariable, abanderado de la solidaridad, ejemplo de austeridad y grandeza moral. Estos a?os dif¨ªciles le recordamos siempre. ?l trabaj¨® sin descanso para favorecer a los pobres, no escatim¨® recursos para socorrer a la escuela, el hospital, o para, sencillamente, transmitirnos su proverbial experiencia en las artes textiles, en la organizaci¨®n del trabajo, contribuyendo al desarrollo industrial del pa¨ªs. Sus amigos han venido a depositar ofrendas -son las flores de la primavera- a este rinc¨®n de La Habana, acompa?ando a sus hijos y dem¨¢s familiares, que se llevan a Ontinyent el tributo de un pueblo agradecido m¨¢s all¨¢ de la muerte y del olvido".