Los sindicatos italianos demuestran su fuerza con una semana de movilizaciones

Italia es diferente. Mientras los sindicatos languidecen en Europa, en este pa¨ªs m¨¢s de 10 millones de trabajadores siguen afiliados a las tres grandes centrales (CGIL, CSIL y UIL), eso sin contar con el n¨²mero siempre creciente de sindicatos min¨²sculos y agresivos. Un ejemplo de la efervescencia sindical son las huelgas continuas. Para esta semana hay previstos o se han desarrollado ya cuatro paros parciales en sectores clave, mientras apuntan dos nuevas protestas para la pr¨®xima. El Gobierno prepara una ley para frenar la espiral.

Las molestias para los ciudadanos y las p¨¦rdidas que representan los continuos paros en el transporte han decidido al Ejecutivo de centro-izquierda a aprobar una nueva ley que est¨¢ en estos momentos en el Parlamento.Hay quien dice que las huelgas forman parte de la idiosincrasia nacional italiana y a la vista de la naturalidad con la que se convocan y se sufren las protestas sindicales, se dir¨ªa que la afirmaci¨®n es justa. Bastar¨ªa echar un vistazo a lo ocurrido esta semana. El lunes amaneci¨® con las oficinas postales cerradas en protesta por las reformas emprendidas en Correos, un dinosaurio estatal para el que se proyectan grandes cambios que pasan por la reducci¨®n de personal. El martes, la huelga afect¨® a los autobuses, tranv¨ªas y metropolitana, por disensiones en la renovaci¨®n del convenio colectivo nacional, y se sald¨® con un previsible caos en las principales ciudades italianas.

Huelga de profesores

Hoy ser¨¢n los profesores de instituto los que abandonen masivamente las aulas y se manifiesten ante el Ministerio de Educaci¨®n en protesta contra una iniciativa por otra parte ya "congelada": la propuesta de examinar con una serie de test a los docentes para evaluar su calidad y ajustar la paga a la puntuaci¨®n obtenida.

Por si esto fuera poco, ma?ana viernes est¨¢ previsto un paro masivo en el sector transporte que abarcar¨¢ no s¨®lo metro, autobuses y tranv¨ªas, sino los trenes nacionales. Protesta que se repetir¨¢ el 3 de marzo todav¨ªa con m¨¢s amplitud.

Entre ambas fechas habr¨¢ oportunidad todav¨ªa para que los obreros portuarios celebren el 21 de febrero una jornada de brazos ca¨ªdos por razones salariales ?Hay quien de m¨¢s?

A menudo los grandes sindicatos, como CGIL, aut¨¦ntico l¨ªder con cinco millones de trabajadores afiliados a la organizaci¨®n, se ven impotentes para frenar el descontento laboral que ha sido orquestado previamente por sindicato min¨²sculos pero activ¨ªsimos a la hora de plantear sus reivindicaciones.

Una nueva ley, en estos momentos en la C¨¢mara de Diputados, pretende poner un correctivo al exceso de huelgas en el sector transportes, penalizando, sobre todo, a los sindicatos aut¨®nomos, llamados Cobas, que han proliferado como hongos en los ¨²ltimos tiempos.

Peque?as asociaciones

En el caso de la huelga de profesores, por ejemplo, los grandes sindicatos se han visto obligados a seguir la iniciativa de las peque?as asociaciones como la "Gilda" y los Cobas, para no quedar descolgados de la protesta.

Estos grupos menores tuvieron un papel muy activo tambi¨¦n en el ¨²ltimo rosario de huelgas que se produjo en noviembre pasado y que abarc¨® a un espectro todav¨ªa m¨¢s variado de actividades, desde los taxistas, hasta los empleados de las farmacias y los abogados.

Porque los paros en Italia no se circunscriben a la "clase obrera". El 9 y el 10 de diciembre se registr¨® una huelga total en el sector de la prensa, algo pr¨¢cticamente inaudito en la Europa comunitaria. Pararon los periodistas de los diarios, de los semanales, de las agencias de noticias, de los peri¨®dicos on line, de los gabinetes de prensa y de los informativos de radio y televisi¨®n. Absolutamente todos, en defensa del convenio colectivo, que en este pa¨ªs es de ¨¢mbito nacional.

Con el calendario de huelgas en la mano, el ministro de Transportes, Pierluigi Bersani, ha hecho lo imposible por acelerar las negociaciones que puedan acabar con las huelgas y al mismo tiempo, por estimular el debate parlamentario para que la nueva ley pueda ser promulgada cuanto antes.