De las manceb¨ªas a la trata de blancas
Cada ¨¦poca ve la realidad con distinta ¨®ptica y la visi¨®n de la prostituci¨®n ha cambiado seg¨²n los tiempos y lugares, aunque siempre, de distintas formas, se ha contemplado desde la marginalidad. Andr¨¦s Moreno Meng¨ªbar, profesor de Historia Moderna de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, y Francisco V¨¢zquez Garc¨ªa, profesor de Filosof¨ªa en la Universidad de C¨¢diz, han querido contar en un ensayo divulgativo c¨®mo se ha visto y se ve, c¨®mo se ha pensado a lo largo de los siglos sobre esta actividad, "el oficio m¨¢s contradictorio del mundo".Cr¨®nica de una marginaci¨®n (BAAL Ediciones) describe a partir de documentos hist¨®ricos la pr¨¢ctica de la prostituci¨®n en Andaluc¨ªa desde el siglo XII hasta la actualidad. A sus autores les interesaba, adem¨¢s de mostrar la realidad del comercio del sexo, explicar las causas que han llevado en diversos momentos a su regulaci¨®n. "En la historia de Andaluc¨ªa ha habido m¨¢s periodos en los que la prostituci¨®n ha estado reglamentada que prohibida", explica Moreno Meng¨ªbar.
Aunque las informaciones m¨¢s antiguas sobre el inter¨¦s de las autoridades por regular el meretricio en Andaluc¨ªa y circunscribirlo a una zona acotada de las ciudades datan del siglo XIV, estos testimonios hacen suponer el funcionamiento de estas manceb¨ªas en ¨¦pocas anteriores. Pese a la escas¨ªsima documentaci¨®n original, parece que en ¨¦poca andalus¨ª hubo alg¨²n tipo de reglamentaci¨®n sobre la labor de las prostitutas en las grandes ciudades: en la C¨®rdoba califal (siglo X) las mujeres deb¨ªan abonar una tasa especial por el permiso de trabajo, igual que en la Sevilla de los siglos XI y XII.
Para los autores, el origen de este modelo reglamentista est¨¢ en el clima de criminalidad y tensiones sociales que se vivi¨® en los siglos XIV y XV. En unos tiempos en los que hab¨ªa super¨¢vit masculino, los numerosos solteros causaban muchos problemas: asaltos, violaciones, adulterios... "Para evitar esos desmanes, las autoridades civiles y eclesi¨¢sticas decidieron crear burdeles municipales", dice Moreno Meng¨ªbar. Los mismos Reyes Cat¨®licos instaron a algunas ciudades (?cija, Carmona, C¨¢diz) a que crearan manceb¨ªas y concedieron el monopolio de las que hab¨ªa en el reconquistado Reino de Granada (Almer¨ªa, Granada y M¨¢laga) a Alonso Y¨¢?ez Fajardo, "el se?or de las putas".
As¨ª fue teji¨¦ndose una red de prost¨ªbulos en Andaluc¨ªa que durante los siglos XVI y XVII fue la m¨¢s numerosa del pa¨ªs, con 43 de las 75 manceb¨ªas que exist¨ªan. "En Sevilla, a mediados del XVI, lleg¨® a haber 100 boticas (as¨ª se llamaba a las casas donde viv¨ªan las putas y por la que pagaban un alquiler)", agrega el historiador. "Con los burdeles municipales se ejerc¨ªa la prostituci¨®n bajo control y vigilancia de las autoridades, se aseguraba el orden p¨²blico y se establec¨ªan horarios, condiciones y precios en las ordenanzas", se?ala.
Las prostitutas no pod¨ªan salir de estas zonas amuralladas dentro de las ciudades y deb¨ªan cumplir ciertos requisitos: no ser virgen, ser for¨¢nea, soltera y estar sana. Exist¨ªa un padre de la manceb¨ªa - cargo municipal que sal¨ªa a subasta- que las abastec¨ªa de provisiones y ropa y cobraba comisi¨®n de los ingresos de las mujeres, y un alguacil que cerraba la puerta del recinto cada noche. "Aunque este sistema se cre¨® para evitar la prostituci¨®n callejera, que estaba prohibida, ¨¦sta era muy numerosa", indica. Los nobles andaluces imitaron este modelo municipal. As¨ª, la casa de Medina Sidonia ten¨ªa 10 manceb¨ªas entre Huelva y C¨¢diz.
Este sistema funcion¨® hasta 1623 cuando una orden de Felipe IV ordena el cierre de los burdeles por inmorales. Siguieron dos siglos de prohibici¨®n: la prostituci¨®n se consideraba una actividad clandestina, ilegal y delictiva. En el siglo pasado se plantea de nuevo la regulaci¨®n del sexo venal por motivos sanitarios. Desde 1859 se permite el ejercicio en locales espec¨ªficos, los cl¨¢sicos burdeles, previa licencia municipal, con inspecciones sanitarias y la obligatoriedad de poseer una cartilla.
La II Rep¨²blica lo suprimi¨® y Franco lo implant¨® de nuevo en 1941 hasta que en 1956 Espa?a firma el Convenio Internacional contra la Trata de Blancas, se elimina el sistema reglamentista y la prostituci¨®n deja de ser legal, pero sin ser ilegal. "La droga ha trastocado este mundo", dice Moreno Meng¨ªbar, para quien la sociedad "siempre ha marginado y estigmatizado a las prostitutas, pero a la vez las utiliza para sus necesidades sociales".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.