Desinformaci¨®n
Con raz¨®n se dec¨ªa aqu¨ª que mientras m¨¢s hablaran los candidatos en campa?a, mejor. As¨ª se comprobar¨ªa tanto el grado de coherencia que han de guardar con lo que preconizan en sus programas electorales, al calor del mitin de turno, y su profundo sentido de la sociedad a la que se presentan como dispuestos servidores.La campa?a provoca situaciones para eso y m¨¢s. Ah¨ª est¨¢ el caso de la candidata del PP, Te¨®fila Mart¨ªnez, quien ha inventado sobre la marcha una nueva concepci¨®n pol¨ªtica del t¨¦rmino, ahora parece que denostado, del voto cautivo. Una denominaci¨®n a la que tan aficionados eran los populares para explicar sus reiterados fracasos y, por contra, los ¨¦xitos electorales del PSOE.
El PER, los pueblos, la Andaluc¨ªa profunda, eran para ellos los recursos habituales con los que justificar su entascamiento. Su progresi¨®n se daba, en cambio, en los ¨¢mbitos urbanos, generalmente formado por votantes m¨¢s informados e ilustrados, de modo que no cabe otra explicaci¨®n para tanto ¨¦xito ajeno que la ignorancia de los dem¨¢s. En la medida que esta situaci¨®n se modifique, la realidad sonreir¨¢ para las expectativas del PP.
?sta es la compleja respuesta que encuentra Mart¨ªnez a tanto apoyo popular que hasta ahora han recibido los socialistas. En este caso, es la inopia del pueblo, su incultura, lo que hace que el PP no alcance el respaldo necesario para acceder a la presidencia de la Junta. De ah¨ª a se?alar a los andaluces como ciudadanos incultos, brutos y, por supuesto, de segunda va, desde luego, muy poco.
Viene a ser una versi¨®n algo m¨¢s sofisticada, no mucho la verdad, del ya trillado voto cautivo. Claro que tanto amor a la verdad y a la informaci¨®n, tanta apuesta por la transparencia, casa bien poco con las continuas querellas, env¨ªo de notarios, requerimientos y demandas que ha planteado la propia Mart¨ªnez o los integrantes de su equipo de gobierno en el Ayuntamiento de C¨¢diz.
M¨¢s de una cr¨ªtica a su labor, desarrollado en el ejercicio encomendado a los grupos de la oposici¨®n de control de su gesti¨®n, ha acabado con amenazas de pleito, cuando no en el insulto puro y duro, como cuando la alcaldesa lleg¨® a llamar a su oponente socialista, en una reuni¨®n plenaria, mamporrera. Que se vayan preparando Chaves y los suyos en el Parlamento porque se van a enterar de lo que es bueno.
?se es el verdadero amor que profesa Te¨®fila hacia la transparencia informativa, el arma que considera imprescindible para acabar con la hegemon¨ªa socialista. Cuanto m¨¢s hablen, mejor. M¨¢s pronto canta la gallina.
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