Nuevos campos de visi¨®n
JOSU BILBAO FULLAONDOEl pr¨®ximo viernes Rafa Salaverri (Bilbao, 1952) inaugura exposici¨®n en la Sociedad Fotogr¨¢fica de Guipuzcoa. Las im¨¢genes est¨¢n tomadas en Bilbao y se presentan bajo el titulo de Sue?os. As¨ª pueden entenderse por su gran dosis de imaginaci¨®n y fantas¨ªa. En el primer plano del campo se observan con nitidez y precisi¨®n los motivos de referencia. Los fondos, no siempre, guardan cierta relaci¨®n en tonos y colores, pero se muestran desvirtuados por el pincel cibern¨¦tico que ha actuado sobre ellos. A esta intervenci¨®n se a?ade una ruptura intencionada con los formatos tradicionales. Las fotograf¨ªas se presentan en panor¨¢mica y abarquilladas. Saltan de la pared plana hacia fuera, para mostrarse orgullosas en su belleza y esplendor. Sacan pecho orgullosas para acercarnos a los ojos la turgencia de sus l¨ªneas y la sensaci¨®n de textura que transmite el cristal l¨ªquido policromado.
El peque?o estudio de Rafa Salaverri en la Gran V¨ªa bilba¨ªna es un punto por el que tarde o temprano pasan todos los profesionales de la ciudad. Puede convertirse en centro de tertulia (casi siempre fotogr¨¢fica), pero fundamentalmente es un laboratorio de precisi¨®n donde Leire de Gregorio resuelve con sonrisas y eficacia el revelado de todas las diapositivas que llegan a sus manos. El origen de todo ello se remonta a cuando Rafa rompi¨® con una tradici¨®n familiar que le llevaba al ejercicio de la medicina. En cuarto de carrera rompi¨® con ella. Recuerda la Leica de su abuelo como algo que estaba en casa, pero lo suyo iba por otro lado. Ser¨ªa un autodidacto. Compr¨® su propia c¨¢mara. Empez¨® con blanco y negro. Al poco tiempo lleg¨® el color, desde la toma hasta el papel. Aplicaba el Cibachrome como proceso novedoso del que fue uno de los pioneros en el Pa¨ªs Vasco.
Los pinitos iniciales para entrar en el mundo de la foto fueron concursos locales, incentivo para seguir haciendo. Su ilusi¨®n fue cimiento necesario para realzar el entonces renqueante Irudi Taldea de Algorta, fundado por Roberto Fern¨¢ndez Becares. A partir de 1980, llega la profesionalizaci¨®n. Se vuelca hacia la publicidad, cat¨¢logos y puntualmente en el reportaje. Tres a?os m¨¢s tarde, sus relaciones comerciales le traen un encargo para decorar un banco venezolano. El impacto de este trabajo le abre las puertas del Chase Manhattan donde realiza su primera muestra individual en Nueva York. Sus contactos internacionales se multiplican. Sus criterios salen confortablemente enriquecidos y su relaci¨®n con Peter Turner le ayuda a mantener una constante innovadora. En 1987, vuelve a la ciudad de los rascacielos rompiendo el formato rectangular. Presenta siluetas de ojos y maquillajes, frutas recortadas pintadas con aer¨®grafos en el Markus Tzeiffer Galery. El ¨¦xito hace que su obra se venda de inmediato. Su ciudad natal no la contempla; toda ella qued¨® en Am¨¦rica.
Ahora, en el tiempo libre que le deja su labor cotidiana, dentro de una constante l¨ªnea innovadora donde prevalece el color, controlando el proceso desde el principio hasta el final, ha preparado esta muestra de su hacer que ahora ense?a en San Sebasti¨¢n. Las tomas se realizaron en formato universal, una vez hechas diapositivas se escanearon. Digitalizadas se llevaron a un formato de 120 por 40 en soporte de aluminio y metacrilato. Arqueados que piden una observaci¨®n sosegada para degustar todos sus aromas. Muchos de ellos son motivos arquitect¨®nicos, espacios nuevos y antiguos de Bilbao. Sobresalen de un fondo desvirtuado en su figuraci¨®n original y convertido en una paleta de colores que hacen referencia al motivo principal. Otros son retazos de mujer que no pueden escapar de una fluida sensualidad embaucadora. Un conjunto que rompe esquemas. Los ejes horizontales y verticales han dejado paso a todo tipo de l¨ªneas oblicuas. El encuadre del visor no tiene miedo en mostrar la parte por el todo, pero de la metonimia salta a la met¨¢fora y la comparaci¨®n. Un bello juego sem¨¢ntico de imagen y color. Como dice el autor: Arte, Expresionismo y Libertad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.