El Racing coge aire a costa de un Mallorca enfrentado a su hinchada
El Mallorca empieza a caer por un tobog¨¢n en la Liga. El Racing le dio otro empujoncito hacia el abismo al derrotarle en su estadio de Son Moix, donde hasta ayer s¨®lo hab¨ªa ganado el Madrid. Manjar¨ªn y Munitis marcaron un gol en cada periodo y Diego Trist¨¢n, que concita las iras de los aficionados isle?os cada vez que pierde un bal¨®n, descont¨® a cuatro minutos del final.El equipo c¨¢ntabro se dio un fest¨ªn. Impuso el ritmo m¨¢s conveniente para sus intereses, jug¨® con descaro, abiertamente al ataque, y tambi¨¦n supo defender en su ¨¢rea. Dio la sensaci¨®n de superar en todos los aspectos al Mallorca, y se movi¨®, a ratos, con una soltura insultante para su rival.
La velocidad de Munitis y Amavisca, el temple de Vivar Dorado y la amenaza constante de Salva descompusieron a los mallorquinistas. El principal enemigo c¨¢ntabro no fue ning¨²n jugador isle?o, sino su portero Lemmens, que sali¨® en falso en tres ocasiones. Pero ni eso fue capaz de aprovechar el Mallorca, de quien su afici¨®n empieza a apartarse.
Atanasio / Ponce, Barrera; Hermoso Toros de Atanasio Fern¨¢ndez, sin trap¨ªo, varios anovillados; muy flojos, casi todos inv¨¢lidos; descastados; manejables, aunque algunos gazapearon o acabaron aplomados
Dieron mejor juego 1?, 5? y 6?. Enrique Ponce: dos pinchazos y estocada (silencio); bajonazo (silencio); aviso con retraso antes de matar y bajonazo descarado (oreja con algunas protestas). Vicente Barrera: pinchazo, media estocada, rueda de peones, descabello -aviso con retraso- y descabello (silencio); estocada y dos descabellos (silencio); media estocada atravesada ca¨ªda (palmas). Un toro de Los Espartales, mocho, para rejoneo, manso descastado, no dio juego; salt¨® dos veces al callej¨®n. Pablo Hermoso de Mendoza: rej¨®n trasero (ovaci¨®n y salida al tercio). Plaza de Valencia, 19 de marzo (por la tarde). 11? y ¨²ltima corida de Fallas. Lleno.
Hay un gran damnificado: Diego Trist¨¢n, tan protestado que ni siquiera celebr¨® su gol. Tambi¨¦n Fernando V¨¢zquez pierde cr¨¦dito a marchas forzadas. Sus sistemas ya son cuestionados. M¨¢s que nada, porque su equipo no transmite esa fe y vigor de temporadas recientes. Como ¨¦l mismo admiti¨® en los vestuarios: "Es tiempo de mirar hacia abajo (en la tabla de clasificaci¨®n), y no hacia arriba".
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