Las condiciones del trato

En su declaraci¨®n ante notario, el entonces coronel Pedro Espinoza dice que, libre de presiones y en su hogar, entrega los antecedentes bajo juramento de honor y afirma que estos hechos son un atropello a sus derechos como oficial y como persona. Sostiene que fue sometido a una presi¨®n "incalificable" por el fiscal H¨¦ctor Orozco, de la segunda fiscal¨ªa militar, para realizar una declaraci¨®n que estim¨® "como una orden". Seg¨²n Espinoza, despu¨¦s de incomunicarle, Orozco le dijo que ten¨ªa dos posibilidades: "O me dice toda la verdad como corresponde o simplemente niega todo". De hacer lo primero, le ofrecieron dinero -"una cantidad alta, pero adecuada"-, una casa para su familia, una condena peque?a que podr¨ªa cumplir en el hospital militar, club de campo o en una unidad militar, amnistiarlo, completar sus a?os de servicio y encontrarle trabajo. De lo contrario, le enviaban a EEUU, donde su pena m¨ªnima iba a ser de 15 a?os, y no garantizaban la seguridad de su esposa e hijos. Dice Espinoza que fue obligado a declararse culpable del crimen de Letelier, "algo que yo nunca orden¨¦", y que fue "presionado moralmente cuando se me dijo que se trataba de salvar al presidente de la Rep¨²blica no importa cu¨¢l fuera el costo, l¨®gicamente siempre que fuera yo". Agrega que la verdadera misi¨®n que recibi¨® de la DINA era investigar los contactos de Letelier con "pol¨ªticos marxistas norteamericanos" que quer¨ªan bloquear econ¨®micamente a Chile y sus contactos con Fidel Castro para que enviara un ej¨¦rcito cubano al pa¨ªs.