S¨¢nchez Asia¨ªn, el banquero intelectual JOAQU?N ESTEFAN?A
De vez en cuanto conviene detenerse y reflexionar sobre los porqu¨¦s de las cosas y sus protagonistas. Ahora que una de las caracter¨ªsticas de la nueva econom¨ªa es el proceso de concentraci¨®n de poder econ¨®mico a trav¨¦s de las fusiones empresariales es oportuno recordar a un te¨®rico espa?ol, adelantado de las mismas: Jos¨¦ ?ngel S¨¢nchez Asia¨ªn.El mismo d¨ªa que entraba oficialmente la primavera, el pasado martes, Asia¨ªn asist¨ªa a su ¨²ltimo consejo de administraci¨®n del BBVA. Se jubilaba al cumplir los 70 a?os, seg¨²n indican las normas estatutarias del banco. Tambi¨¦n dejar¨¢ las funciones de presidente del patronato de la Fundaci¨®n BBV, la f¨¢brica de ideas que puso en marcha cuando hubo de dejar la presidencia de la entidad financiera formada por la fusi¨®n del Banco de Bilbao y del Banco de Vizcaya. Al volver la vista atr¨¢s, Asia¨ªn, que es modesto, no se reconocer¨¢ en su papel real de intelectual org¨¢nico de la banca espa?ola.
Ya a principios de los ochenta, cuando nadie pon¨ªa en cuesti¨®n el statu quo de la banca, nacido de la guerra civil, Asia¨ªn comenz¨® a hablar de la necesidad de redimensionar el sector financiero espa?ol. Por ejemplo, en la junta general de accionistas del BB en 1981, el presidente de la entidad afirmaba que "habr¨¢ que pensar en la redimensi¨®n de la banca espa?ola para afrontar convenientemente la competencia de una econom¨ªa internacional de mercado, previo el esfuerzo solidario de saneamiento del sector". Un a?o m¨¢s tarde, en unas declaraciones, Asia¨ªn dec¨ªa: "La concentraci¨®n bancaria continuar¨¢ en nuestro pa¨ªs, porque es un fen¨®meno inevitable que se da en la mayor¨ªa de econom¨ªas desarrolladas. No parece muy l¨®gico que un pa¨ªs como Espa?a tenga un centenar de bancos, pero que al mismo tiempo ninguno de ellos tenga un tama?o capaz de colocarle en los primeros lugares del ranking mundial, como sucede en los pa¨ªses industriales del Mercado Com¨²n". Esta teor¨ªa de la concentraci¨®n bancaria tom¨® cuerpo en el discurso de su ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas: habr¨¢ un proceso de fusiones y absorciones que dar¨¢n paso a un sector mucho m¨¢s concentrado e interdependiente que el actual.
El banquero parec¨ªa un iluminado y sus tesis pertenec¨ªan al territorio de la teor¨ªa. Pero poco despu¨¦s convulsion¨® al sector al presentar una OPA hostil contra el Banesto de las familias tradicionales (que dar¨ªa el poder de este ¨²ltimo banco a Mario Conde) y, una vez fracasada ¨¦sta, con la fusi¨®n de los bancos Bilbao y Vizcaya, en la que comparti¨® protagonismo con Pedro de Toledo. De la teor¨ªa a la pr¨¢ctica, Asia¨ªn provoc¨® la ruptura del retr¨®grado statu quo, aunque ello le cost¨® la presidencia del nuevo banco fusionado. La revoluci¨®n devor¨®, como en tantas ocasiones, a uno de sus hijos.
Cuando dej¨® la presidencia ejecutiva del BBV, S¨¢nchez Asia¨ªn multiplic¨® su presencia cultural: en la fundaci¨®n del banco, en las academias de Ciencias Morales y Pol¨ªticas, Bellas Artes y de la Historia, en el Patronato del Museo del Prado, en el Club de Roma, en la Fundaci¨®n Cotec, en el Colegio de Em¨¦ritos. Pero no ha dejado de gestionar, en muchos casos, las actividades que pon¨ªa en marcha, en detrimento de su propia actividad intelectual. Quiz¨¢ ahora sea el tiempo en el que este banquero, que ha alternado su actividad profesional con la docente (es catedr¨¢tico de Hacienda P¨²blica y estudi¨® a la sombra del padre Bernaola en Deusto), se ponga a escribir todo lo que ha atesorado en estos a?os. Su ¨²ltimo libro, Econom¨ªa y finanzas en la guerra civil espa?ola (1936-1939), apareci¨® a mediados de 1999.
Enamorado de la obra de Lewis Carroll, S¨¢nchez Asia¨ªn ha soportado la contradicci¨®n de ser banquero y humanista. Ahora podr¨¢ inclinar la balanza en este ¨²ltimo sentido. Y citar a Alicia para entenderse: "?Qui¨¦n eres t¨²?", le pregunt¨® la oruga. "Pues yo...yo... ahora mismo, se?ora, ni lo s¨¦. S¨ª s¨¦ qui¨¦n era cuando esta ma?ana me levant¨¦, pero he debido cambiar varias veces desde entonces", le respondi¨® Alicia.
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