Dardos que llegan al coraz¨®n
Antonio Gonz¨¢lez Merchante, de 50 a?os, natural de Bollullos-Par del Condado (Huelva), cantaor, periodista y productor discogr¨¢fico, considera que ha conseguido culminar la obra de su vida: La historia antol¨®gica del fandango de Huelva. Son 300 p¨¢ginas, acompa?adas de varios compactos, en cuya elaboraci¨®n han intervenido unas 300 personas. El autor comenz¨® la obra en 1972 y la culmin¨® en 1999, tras invertir 31 millones de pesetas en un riguroso trabajo de investigaci¨®n, la mayor¨ªa dinero de su bolsillo.En el libro hay unas completas biograf¨ªas de los principales int¨¦rpretes de fandangos de la historia de Huelva. Y tambi¨¦n incluye varios compactos, en los que aparece el fandango tal y como lo canta el pueblo en los saraos y como lo han recogido posteriormente los artistas. No suenan igual. "En el fandango es muy importante la guitarra del lugar y el dejillo, porque el fandango no es flamenco, es folclor", explica Antonio Gonz¨¢lez Merchante.
Una labor de chinos. "Realic¨¦ un importante trabajo de campo. Recorr¨ª el And¨¦valo y la Sierra, dos comarcas de la provincia onubense, catalogu¨¦ los fandangos y vi la diferencia existente entre c¨®mo lo canta la gente y c¨®mo lo hac¨ªa un artista".
Nervios
En todo ello ha empleado a?os y a?os. "Yo he llevado a la gente del pueblo, esto ha sido para ellos un sacrificio muy grande, sin ser artistas, desde su h¨¢bitat a un estudio de grabaci¨®n, y all¨ª han cantado. He comprobado c¨®mo gente de todos los sectores sociales, pescaderos, porqueros o abogados, se pon¨ªan nerviosos en el estudio, porque no eran cantantes profesionales. Se echaban a temblar. Algunos tuvieron que ir tres o cuatro veces para hacer algo que les sale espont¨¢neamente en una taberna o en una noche de fiesta", indica el autor del libro.
Pero ah¨ª han quedado los sonidos de un cante tradicional onubense, el fandango. Que tiene su cuna en el pueblo onubense de Alosno. All¨ª lo cantan bien claro y bien alto: "Fandango ni qu¨¦ fandango. / Ni de Huelva ni de n¨¢. / El fandango es alosnero / y es el cante original / que recorre el mundo entero".
As¨ª que todos los int¨¦rpretes del fandango de Huelva se fueron a beber -en ocasiones literalmente- a la cuna, en Alosno. "Iban a escuchar a los alosneros cantar a los se?oritos que les pagaban en la Venta El Cano, un santuario del fandango que hab¨ªa en el Alosno", afirma Antonio Gonz¨¢lez Merchante.
No hay fecha fija que indique el nacimiento del fandango, pero en el a?o 1400 ya exist¨ªa el denominado fandango re?ido, una danza pastoril que consist¨ªa en que dos pastores bailaban la danza del fandango con espuelas atadas a los pies. El que menos se enredaba se llevaba finalmente a la dama en disputa.
Hay en el libro -cuyo precio son 34.000 pesetas- mucha investigaci¨®n. Numerosos datos obtenidos a golpe de conversaci¨®n y vino con los alosneros. "Iba la gente y a lo mejor no me dec¨ªan nada, pero el alosnero, de pronto, lo que te ten¨ªa que decir hablando te lo dice cantando", afirma.
Y en la obra de Antonio Gonz¨¢lez est¨¢n los nombres de los mejores int¨¦rpretes del fandango en la historia de Huelva. Algunos recuperados del m¨¢s completo olvido como El Gatillo, de Valverde del Camino. Y los grandes: Pepe Rebollo, Paco Isidro, Antonio Rengel y, naturalmente, Paco Toronjo.
El Papa
Un c¨¢ncer de garganta se llev¨® a la tumba a Paco Toronjo en el verano de 1998. En sus ¨²ltimos meses de vida no pod¨ªa ni cantar ni hablar. Ha dejado un vac¨ªo. "Yo he bautizado a Paco Toronjo como el Papa del fandango. Fue el mejor. Sus fandangos eran dardos que llegaban al coraz¨®n de quien los escuchaba. Transmit¨ªa. ?l dec¨ªa ?ay! cantando y te dol¨ªa a ti. Transmitir es un don especial, que se nace con ¨¦l. Se puede perfeccionar con el tiempo, pero no se aprende", se?ala.
Una obra, pues, conseguida a base de esfuerzo y tes¨®n del autor. Y la mayor parte con su dinero, sin ayudas oficiales. "Curiosamente ha sido un hombre de Linares, pueblo de Ja¨¦n, quien me ha ayudado. A Antonio Ortega, secretario general del Partido Andalucista y consejero de algo [Relaciones con el Parlamento], le interes¨® mi proyecto y la Junta de Andaluc¨ªa aport¨® nueve millones de pesetas. El resto lo he sacado a base de esfuerzo, de mucho esfuerzo", concluye.
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