Un dem¨®crata del KGB

La mejor descripci¨®n de Vlad¨ªmir Putin podr¨ªa ser un dem¨®crata del KGB, con todas las contradicciones que implica el t¨¦rmino. Es un pol¨ªtico h¨ªbrido, el producto de la reciente transformaci¨®n de Rusia de un Estado totalitario a una inestable democracia. Como su pa¨ªs, parece suspendido entre la historia y el futuro de Rusia, impresionado por los beneficios de la libertad y el libre mercado, todav¨ªa anclado en la idea de un l¨ªder firme que pueda restaurar la estabilidad. No hay duda de que ser¨¢ un presidente en¨¦rgico, decidido a revertir el declinar de Rusia. La pregunta es si lo har¨¢ democr¨¢ticamente. (...) Comparado con los dos ¨²ltimos l¨ªderes rusos (...), no es un pol¨ªtico veterano. M¨¢s a¨²n, no ha mostrado un compromiso decisivo con la reforma pol¨ªtica y econ¨®mica. (...)Tras los vertiginosos giros de los a?os de Yeltsin, una mano firme en el Kremlin ser¨ªa bienvenida. Es listo y est¨¢ bien articulado y parece ser un gestor h¨¢bil y pragm¨¢tico. Llega con algunas credenciales democr¨¢ticas, ha declarado su apoyo a "los derechos pol¨ªticos fundamentales y libertades humanas" y no parece abrigar nostalgia por la sofocante ideolog¨ªa del comunismo y los terrores llevados a cabo en su nombre. (...) Ha dejado claro que sus primeros objetivos son reconstruir la maquinaria del poder del Estado y crear una sociedad ordenada. (...) No hay un modelo de un liderazgo ilustrado y democr¨¢tico en Rusia. (...) Tiene la oportunidad de ser democr¨¢tico y eficaz. Ser¨ªa una gran p¨¦rdida para Rusia y el mundo si sigue el manual del KGB y vuelve a convertir el Kremlin en una fortaleza.

Nueva York, 27 de marzo