Muertos
Por si tuviera poco con el misterio insoluble de la movida, el Ayuntamiento de Granada se propone ahora exhumar a los muertos ilustres. Las competencias municipales, como el universo, son finitas pero ilimitadas, y al alcalde Jos¨¦ Moratalla, o al delegado de Medio Ambiente, Baltasar Garz¨®n, les asiste el mismo derecho a desenterrar a los muertos desperdigados y a reunirlos en un osario com¨²n que a poner al cobro los recibos de la contribuci¨®n o a cambiar las farolas de Puerta Real. Cada cual se complica la existencia en funci¨®n de sus afinidades y de la dimensi¨®n de su valor personal. Al alcalde anterior, Gabriel D¨ªaz Berbel, le dio por recibir a personajes ilustres y colocar monumentos a santos, presidentes y aguadores. Una vez que abandon¨® el Ayuntamiento las estatuas quedaron congeladas y nadie incurri¨®, pese a ser leg¨ªtimas, en sus mismas aficiones.
Llama poderosamente la atenci¨®n, sin embargo, que cuando el Ayuntamiento est¨¢ inmerso en resolver el enigma de la movida se plantee convocar un Juicio Universal para seleccionar entre los muertos del cementerio a aquellos que merecen reposar en un pante¨®n de huesos ilustres. Pues si arduo es repartir justicia entre los insomnes y los noct¨ªvagos, y conciliar la bulla con el silencio, m¨¢s complicado si cabe es seleccionar las cenizas brillantes de las cenizas opacas pues, bien visto, todo es cuesti¨®n de criterios.
Un servidor ya imagina a los se?ores concejales reunidos en una representaci¨®n civil del Valle de Josafat, rodeados de los ministriles con sus instrumentos dorados, de los historiadores con sus anales y de los secretarios con sus cartapacios, cantando las estrofas del Corrido del Juicio Final, de don Rutilo G¨®mez: "Nos dice Santa Teresa/ que esto lo hemos de escuchar,/ al toque de una trompeta/ mi Dios nos ha de llamar./ Ir¨¢ la gente asustada/ al Valle de Josafat,/ all¨ª ser¨¢ congregada/ todita la cristiandad". Luego ponderar¨¢n los m¨¦ritos de los finados y mandar¨¢n trasladar algunos restos de la tierra com¨²n al pante¨®n de los principales.
As¨ª, sumidos en esta tarea entre funeraria y metaf¨ªsica, asuntos como el botell¨®n de los viernes quedar¨¢n reducidos a simples cuestiones de intendencia dom¨¦stica. ?A qui¨¦n importar¨¢ la recaudaci¨®n del impuesto de la circulaci¨®n cuando tiene que decidir el lugar preponderante que corresponde a los muertos?
ALEJANDRO V. GARC?A
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.