La Ley Vieja
Durante generaciones "Lege Zaharra" signific¨® en vascuence la Ley que el mismo Dios revel¨® a Mois¨¦s y que ¨¦ste impuso al pueblo hebreo. As¨ª Esteve Materre distingue en 1617 "lege zaharra" y "lege berria", el Nuevo Testamento cristiano. Pero durante el siglo XVIII "lege zaharra" vari¨® sustancialmente de significado. Por ejemplo, el escritor suletino J¨¹sef Egiategi, que escribe hacia 1734, utiliza esa expresi¨®n con el sentido de "privilegios, franquicias y costumbres" peculiares del pa¨ªs. El cambio sem¨¢ntico, como se ve, no es balad¨ª: la Ley Vieja ya no era el Antiguo Testamento sino el Antiguo R¨¦gimen, que en Vasconia se identifica con el idealizado r¨¦gimen foral. Con esa nueva acepci¨®n pas¨® a los autores fueristas como Iztueta, Trueba y Arakistain, de los que beber¨¢ el joven Sabino Arana (1865-1903). El fundador del PNV, cat¨®lico integrista seg¨²n su propia confesi¨®n, identificaba la Ley Vieja con la misma nacionalidad vasca, cuyos constituyentes eran, adem¨¢s del fuero codificado propiamente dicho, la historia, las costumbres y usos tradicionales, la lengua y la raza. En ello no difer¨ªa mucho del mas¨®n Agosti Xaho (1811-1858), quien define a los fueros como la aut¨¦ntica constituci¨®n euskariana, dando a entender que la Ley Nueva que atenta contra al esp¨ªritu vasco no es ya el Evangelio, sino la Constituci¨®n espa?ola.Los vascos no nos distinguimos en nada de otros pueblos de Europa en la idealizaci¨®n de la m¨ªtica Edad de Oro precapitalista frente al centralizador Estado moderno. Durante el ochocientos incluso los cosacos de la lejana Rusia se sublevaron en nombre de la "antigua ley". Pero no creo que haga falta recurrir, como se ha hecho, a la arriesgada hip¨®tesis de parangonar el r¨¦gimen foral con los antisemitas Estatutos de Tr¨¦veris, de principios del siglo XVI, supuestamente legados al pueblo alem¨¢n por Jafet, hijo de No¨¦, y antecesoras de las Leyes de N¨¹remberg nazis. Igualmente est¨¢ fuera de lugar la pretensi¨®n de hacer de Andr¨¦s de Poza (1547-1595) nada menos que el Mois¨¦s de una nueva religi¨®n ¨¦tnica en la que la Torah ser¨ªa sustituida por los fueros y el hebreo por el vascuence.
El mantenimiento de Ley Vieja en la Vasconia espa?ola hasta el siglo XIX -hasta el XVIII en la Vasconia francesa- no se debe a ning¨²n rasgo peculiar del car¨¢cter de nuestro pueblo, sino a la pura casualidad hist¨®rica: el haber luchado los vascos en el bando de los vencedores en la Guerra de Sucesi¨®n (1700-1715). El primer Borb¨®n espa?ol, Felipe V, victorioso en la contienda, por medio de los decretos de Nueva Planta aboli¨® las instituciones privativas de los reinos que hab¨ªan apoyado a su enemigo Carlos III de Habsburgo -Arag¨®n y los pa¨ªses catalanes-, convirtiendo sin pretenderlo a los cuatro territorios vascos peninsulares en los ¨²nicos forales de la Monarqu¨ªa. Desde 1716 el Reino de Navarra, los Condados de Vizcaya y Alava y la Provincia de Guip¨²zcoa ser¨ªan una aberraci¨®n jur¨ªdica. A partir de entonces, los diversos reyes y ministros estuvieron al acecho buscando alguna excusa que les permitiera la abolici¨®n definitiva del r¨¦gimen peculiar vasco y la constituci¨®n de un mercado nacional integrado -la Ley Nueva-, forzando as¨ª la solidaridad entre las Cuatro Provincias. El romanticismo historicista de la Escuela Hist¨®rica del Derecho hizo el resto: los fueros dejaron de ser concebidos como un privilegio concedido por los monarcas para ser sentidos por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n como la encarnaci¨®n de la Tradici¨®n con may¨²sculas.
Existe hoy un consenso en la historiograf¨ªa en minimizar el car¨¢cter foral de las guerras carlistas. El aspecto jur¨ªdico del "hecho diferencial vasco" no fue la causa de las carlistadas, sino un efecto secundario de la Guerra de Sucesi¨®n. Pero da igual lo que digan los historiadores: los pueblos necesitan mitos en los que creer. A ver qui¨¦n es el listo que se atreve a declarar en p¨²blico que los "derechos hist¨®ricos" existen porque hace casi trescientos a?os un rey, Borb¨®n por m¨¢s se?as, gan¨® una guerra con la ayuda de nuestros antepasados.
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