Hidratos de gas, el oro negro del siglo XXI El acceso a la mayor reserva de metano del planeta es muy complicado y no existe un m¨¦todo eficaz de explotaci¨®n
?Por qu¨¦ los hidratos de gas? Simplemente porque constituyen la mayor reserva de metano que existe en el planeta. Y los hay en una cantidad tal que doblan literalmente las reservas conocidas de petr¨®leo, carb¨®n y gas natural juntos. Solo que, hoy por hoy, su acceso es extraordinariamente complicado y nadie ha dise?ado un m¨¦todo suficientemente eficaz para obtener de ellos la energ¨ªa deseada.
Los hidratos de gas, describe Mariano Marzo, catedr¨¢tico del departamento de Geolog¨ªa Din¨¢mica y Geof¨ªsica de la Universidad de Barcelona, vienen a ser algo as¨ª como una mezcolanza de gases "atrapados en un ata¨²d de hielo" de entre los cuales el metano es el que se presenta en una mayor proporci¨®n.
Estos gases se forman generalmente tras la descomposici¨®n bacteriana de materia org¨¢nica de los sedimentos marinos (en este caso su origen es biog¨¦nico), o bien por descomposici¨®n t¨¦rmica de hidrocarburos en profundidad (origen termog¨¦nico). En condiciones de temperatura y presi¨®n adecuadas, el agua que inunda los poros de los sedimentos se congela y atrapa literalmente al metano, de forma que ¨¦ste se asocia con el agua helada generando un compuesto altamente concentrado. Un metro c¨²bico de hidrato de metano contiene cerca de 164 metros c¨²bicos de gas metano por tan solo 0,84 metros c¨²bicos de agua.
Taludes oc¨¦anicos
Lo que se entiende como condiciones de presi¨®n y temperatura adecuadas, explica Marzo, implica profundidades elevadas y temperaturas muy bajas. Del orden de uno a tres grados cent¨ªgrados en fondos que se sit¨²an entre los 200 y los 2.000 metros, generalmente en los taludes oce¨¢nicos y en capas, de un espesor variable,de sedimentos.
Obligatoriamente, a?ade Marzo ello implica hablar de zonas del planeta con climas extremos, cerca de los polos, o bien donde temperaturas m¨¢s altas se ven compensadas por profundidades mayores, en las ¨¢reas de Jap¨®n, India o Centroam¨¦rica. La por ahora ¨²nica excepci¨®n a esta regla, tercia Salvador Reguant, del mismo departamento en la UB, es en el permafrost siberiano, lugar donde los hidratos de metano se localizan en tierra firme.
Nadie pone en duda que el metano contenido en estos enormes ata¨²des helados podr¨ªan constituir la verdadera fuente de energ¨ªa alternativa al petr¨®leo o incluso al gas natural. Descubiertos por primera vez hace poco m¨¢s de una d¨¦cada, diversos pa¨ªses del mundo han iniciado programas de investigaci¨®n para caracterizar mejor los dep¨®sitos y empezar a dise?ar tecnolog¨ªas para su extracci¨®n, verdadero tal¨®n de Aquiles para su aprovechamiento como fuente energ¨¦tica.
Entre estos pa¨ªses se cuentan Jap¨®n, India, Estados Unidos, Canad¨¢ y, m¨¢s recientemente, la Uni¨®n Europea. Las econom¨ªas de todos ellos dependen en t¨¦rminos absolutos de las oscilaciones del precio del barril de crudo. De todos ellos es Jap¨®n el pa¨ªs que parece haber tomado la delantera. El pasado mes de noviembre, la Compa?¨ªa Nacional de Petr¨®leo nipona inici¨® la perforaci¨®n del primer pozo cuyo objetivo son los hidratos de gas del subsuelo oce¨¢nico. El pozo, situado en el surco de Nankai, a 60 kil¨®metros de la pen¨ªnsula de Omae Zake, representa el primer intento real a escala internacional para probar sus posibilidades de extracci¨®n.
Ah¨ª radica, precisamente, uno de los principales problemas. La perforaci¨®n prevista es de 2.850 metros de profundidad. De ellos, 950 corresponden a columna de agua y no se espera encontrar los primeros hidratos hasta los 350 metros por debajo del lecho marino.
Una vez localizados, resume Marzo, hay que pensar en como liberar el metano atrapado en el hielo y llevarlo a superficie. Lo m¨¢s adecuado, aventura el ge¨®logo, podr¨ªa ser el desarrollo de t¨¦cnicas de miner¨ªa submarina o la inyecci¨®n de flu¨ªdos que fracturen la capa de hielo y permitan la extracci¨®n del metano acumulado. Sea cual sea la f¨®rmula empleada, el m¨¦todo a emplear en el futuro, "si es que llega a emplearse", puntualiza Marzo, depender¨¢ de los intereses de las grandes compa?¨ªas petroleras, por una parte, y de los pa¨ªses que hoy dependen de la importaci¨®n de crudo. Al fin y al cabo, concluye este experto en geolog¨ªa del petr¨®leo, hoy se explotan yacimientos de crudo en profundidades marinas "impensables hace unos a?os" y se ha incrementado la eficacia en la extracci¨®n hasta l¨ªmites insospechados. Dicho de otro modo, si el reto es tecnol¨®gico, cuando la necesidad acucie la tecnolog¨ªa aportar¨¢ la soluci¨®n.
El ciclo del carbono
El hallazgo de 10.000 gigatoneladas de carbono fijadas en forma de hidratos de gas en el subsuelo de los taludes oce¨¢nicos ha puesto sobre el tapete la necesidad de reevaluar el volumen global de carbono en el planeta y sus ciclos naturales. Asimismo podr¨ªa contribuir a explicar los grandes procesos de cambio clim¨¢tico acaecidos en eras geol¨®gicas pasadas. Por otra parte, su explotaci¨®n como fuente energ¨¦tica podr¨ªa contribuir al efecto invernadero y al cambio clim¨¢tico de origen antropog¨¦nico.El calentamiento de grandes masas de agua por causas naturales podr¨ªa haber llevado al deshielo de los hidratos de gas atrapados en el subsuelo. Como consecuencia, y medido en tiempo geol¨®gico, en el pasado pudieron haberse producido liberaciones masivas de gas a la atm¨®sfera que habr¨ªan contribu¨ªdo al calentamiento global del planeta. Del mismo modo, la liberaci¨®n de metano, o de hidratos de gas, por usos energ¨¦ticos, podr¨ªa incrementar el efecto invernadero. El poder cal¨®rico estimado para los hidratos de gas es 73 veces superior al del gas metano, aunque es entre 6 y 11 veces inferior al del gas natural licuado y al del petr¨®leo, respectivamente.
Tras el rastro del petr¨®leo
Los reservorios de hidratos de gas podr¨ªan ayudar indirectamente a localizar grandes bolsas de petr¨®leo que se supone se encuentran en los taludes oce¨¢nicos. Muchos de los grandes desprendimientos submarinos est¨¢n asociados a la presencia de hidratos y estos desprendimientos esconden, a varios centenares de metros de profundidad, yacimientos de petr¨®leo. Pero la concatenaci¨®n de hechos no es tan evidente.Miquel Canals, director del grupo de Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona y uno de los pocos expertos espa?oles que investigan la estabilidad de los grandes fondos marinos, sostiene que para que se d¨¦ esta relaci¨®n deben cumplirse al menos dos condiciones. Por una parte, indica, debe existir un paquete sedimentario, algo as¨ª como una monta?a de sedimentos, de dimensiones considerables. Por otra, esta monta?a debe haberse depositado encima de la capa de hielo que atrapa a los hidratos. En esas condiciones, razona, "se da un cambio de propiedades mec¨¢nicas", de modo que los hidratos act¨²an como un plano de deslizamiento.
Exista o no una relaci¨®n de causa y efecto, lo cierto, a?ade Canals, es que se ha localizado petr¨®leo bajo algunos de los grandes desprendimientos en los mares de Noruega, Brasil, Angola o en el Mar Caspio.
Lo que si est¨¢ claro, sostiene Canals, es que los desprendimientos son un magn¨ªfico indicador de riesgos. "En los fondos abundan estructuras de comunicaciones, gaseoductos o torres de prospecci¨®n que pueden verse alteradas por un desprendimiento", dice. A la seguridad, se suman intereses industriales. Esto impulsa el proyecto Continental Slow Stability, de la UE, cuyo objetivo es esclarecer porque se dan estos desprendimientos y desarrollar una capacidad predictiva de corrimientos de tierra y de localizaci¨®n de petr¨®leo.
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