Barcelona participa en un estudio de la UE sobre la viabilidad de los peajes urbanos
Barcelona participa en un estudio financiado por la Uni¨®n Europea sobre la posibilidad de instalar peajes urbanos. El trabajo empez¨® hace varios meses y se espera que est¨¦ listo este verano. Entre otras conclusiones,los t¨¦cnicos municipales aconsejan posponer, de momento, los peajes en la ciudad y potenciar el transporte p¨²blico. No obstante, se acepta la posibilidad de que en el futuro se establezca alg¨²n tipo de peaje como sistema de regulaci¨®n de un tr¨¢fico que tiende a crecer hasta el colapso.
Un grupo de estudiosos del tr¨¢fico se reunieron el pasado d¨ªa 2 de marzo en Barcelona para analizar los estudios hechos sobre el tr¨¢fico de ocho ciudades europeas con el objetivo de evaluar la implantaci¨®n de los peajes urbanos. Estas ciudades son, adem¨¢s de Barcelona, Berna y Z¨²rich (Suiza), Ly¨®n y Marsella (Francia), Oslo (Noruega), Estocolmo (Suecia) y Rotterdam (Holanda). El objetivo es conocer cu¨¢l es el sistema m¨¢s adecuado para regular el tr¨¢fico en los n¨²cleos urbanos, considerando especialmente la experiencia de los peajes. Barcelona ha sido seleccionada, seg¨²n fuentes de Barcelona Regional, que ha asumido el estudio, porque ya ha tenido peajes y, sobre todo, por el car¨¢cter conflictivo de ¨¦stos.El estudio incluye dos encuestas, una entre usuarios y otra entre expertos de tr¨¢fico, sobre la viabilidad del peaje, sus costes econ¨®micos y sociales, y las formas m¨¢s adecuadas de imponerlo, al margen de los problemas tecnol¨®gicos que supondr¨ªa en las calles de una ciudad. Para resolverlos se han considerado desde sistemas del tipo teletac hasta otros de comunicaci¨®n avanzada, aunque no pocos de los encuestados creen que la barrera es el sistema m¨¢s efectivo.
El informe sobre Barcelona afirma que el sistema actual de peajes es insostenible y tiene que ser modificado. Las posiciones al respecto oscilan entre quienes pretenden una modificaci¨®n del esquema general de los peajes y quienes exigen su abolici¨®n total e inmediata en la regi¨®n metropolitana, al margen de cualquier otra consideraci¨®n.
El informe concluye que, de momento, la imposici¨®n de peajes urbanos es inviable y que antes que nada hay que plantearse una soluci¨®n al transporte p¨²blico con una mayor inversi¨®n al respecto. No obstante, se admite que "en el futuro, el peaje urbano puede ser un instrumento de regulaci¨®n del tr¨¢fico".
Al analizar la situaci¨®n actual de Barcelona, el informe es demoledor. Tras afirmar que los problemas se presentan, especialmente en los accesos a la ciudad, se dictamina: "Tendencia a incrementar el tr¨¢fico rodado m¨¢s all¨¢ de la capacidad de las v¨ªas en un futuro pr¨®ximo".
La situaci¨®n del medio ambiente es evaluada tambi¨¦n de forma negativa. El ruido, se afirma, es "particularmente alto en el centro de las ciudades y cerca del aeropuerto". La contaminaci¨®n atmosf¨¦rica es tambi¨¦n "alta en los corredores de tr¨¢fico y en los centros urbanos".
La red de carreteras tiene "importantes deficiencias internas" y las inversiones en transporte p¨²blico "han sido insuficientes", se afirma en el informe.
El estudio de Barcelona Regional se?ala que la pol¨ªtica de aparcamientos es d¨¦bil como instrumento de regulaci¨®n del tr¨¢fico. Algunos de los asistentes a la reuni¨®n del pasado 2 de marzo, que se hizo sin informar a la prensa, definieron el cobro por aparcar como "un peaje en destino". Las posturas en la reuni¨®n fueron muy controvertidas. Una de las personas que se expresaron con mayor contundencia contra los peajes fue el ingeniero Albert Serratosa, autor de los estudios del nuevo plan metropolitano, a¨²n inconcluso.
A favor de los peajes se pronunciaron algunos t¨¦cnicos municipales. Un portavoz del Ayuntamiento asegur¨® ayer que el municipio no prev¨¦ en modo alguno la implantaci¨®n de peajes.
El estudio se?ala que entre los encuestados se perciben altas dosis de "escepticismo" respecto a la posibilidad de encontrar soluciones para los problemas del tr¨¢fico; asimismo apuntan la necesidad de relacionar de una forma directa cualquier esquema de peajes urbanos con una mejora del transporte p¨²blico y de la red de infraestructuras viarias.
Congesti¨®n y falta de aparcamientos
Entre los problemas que detecta la encuesta en Barcelona est¨¢n la congesti¨®n, la falta de plazas de aparcamiento y el precio de ¨¦stos. Casi el 90% de los barceloneses creen que la congesti¨®n es grave, un porcentaje s¨®lo superado en Ly¨®n y Marsella. En cambio, Barcelona es la ciudad que m¨¢s se queja de la falta de plazas de aparcamiento: m¨¢s del 90% de los encuestados se pronuncian al respecto.Al ser preguntados por los problemas que ofrece el transporte p¨²blico, los barceloneses se colocan en primer lugar al afirmar que el tiempo empleado es excesivo (casi 80%), pero juzgan aceptable su comodidad y no son los que m¨¢s se quejan de los precios.
Casi todos los encuestados est¨¢n de acuerdo en que el tr¨¢fico provoca congesti¨®n y molestias, pero al proponer su reducci¨®n las respuestas var¨ªan. Barcelona destaca al proponer medidas de autorregulaci¨®n con llamadas a la responsabilidad, al reclamar una mejora del transporte p¨²blico y al pedir la construcci¨®n de rondas en las ciudades. En cambio, se halla en los niveles m¨¢s bajos en la exigencia de aplicar el principio de quien contamina paga.
La pregunta sobre los aspectos positivos del peaje registra porcentajes baj¨ªsimos de adhesi¨®n. Menos de un 40% asume que sirvan para financiar las obras y s¨®lo el 30% reconoce que reduce la congesti¨®n.
Al hablar de los problemas, la tendencia es inversa. Casi un 80% asegura que el peaje no resuelve los problemas del tr¨¢fico y el 90% opina que los conductores ya sufren demasiadas cargas.
Respecto al destino de los ingresos que los peajes pudieran aportar, los barceloneses se inclinan, por encima del resto de los ciudadanos encuestados, por invertir en la red de carreteras, y en porcentajes superiores al 90% por mejorar el transporte p¨²blico y por proyectos relacionados con el medio ambiente.
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