Gerard hace grande al Valencia

El Valencia actu¨® de manera primorosa para derribar al todopoderoso Lazio, que no esperaba semejante contrincante. El choque fue de alto voltaje, del principio a fin, y de entre los muchos jugadores que acudieron a la cita, Gerard y Ver¨®n sobresalieron muchos cuerpos: se reivindicaron como futbolistas de gran escuela, sobre todo el catal¨¢n, que mand¨® en el choque con una jerarqu¨ªa extraordinaria y sobre quien no habr¨¢ dinero en el mundo que pueda retenerlo en el Valencia. El Lazio pierde as¨ª su segundo choque en el torneo y el Valencia sigue invicto en Mestalla, donde ha adquirido una condici¨®n m¨¢gica en este campeonato, que no jugaba desde 1972.En una primera parte de una intensidad insuperable, el Valencia apabull¨® al Lazio con un f¨²tbol repleto de coraje, velocidad y precisi¨®n. Los cuatro hombres del joven centro del campo valencianista se emplearon con una clase emocionante, muy por encima de la experimentada tela de ara?a que suelen tejer los cinco jugadores que dispone Eriksson en esa zona. Los dos interiores (Angulo y Kili Gonz¨¢lez) desgarraron sus bandas cuanto quisieron y los dos medio centro (Farin¨®s y Gerard) se comportaron con inteligencia y personalidad. Gerard simplemente se sali¨®. Jug¨® a su antojo. Particip¨® en la distribuci¨®n y en la finalizaci¨®n, con dos goles de bandera: en uno aprovech¨® su potente carrera; en el otro, su excelente salto de cabeza. En la superioridad valencianista tambi¨¦n particip¨® por supuesto Angloma, que camino de los 35 a?os ha sido colocado por los especialistas en el equipo europeo del mes de marzo. Puesto que el Lazio act¨²a con un solo punta, Angloma se march¨® arriba con la profusi¨®n y la algarab¨ªa acostumbrada.

Despu¨¦s de ver al Valencia frente al Bar?a en el Camp Nou, el Lazio no se esperaba semejante despliegue de los espa?oles, por lo que se qued¨® atontado hasta que reaccion¨® Ver¨®n. S¨ª Ver¨®n, la Brujita, ese jugador an¨¢rquico para C¨²per y para tantos otros entrenadores, que dej¨® se?ales en Mestalla de ser un futbolista genial, capaz de meter al Lazio en un partido que el Valencia hab¨ªa encarrilado con una luz insospechada. Le bast¨® un pase largo con el exterior de su pie derecho. Ese tipo de acciones t¨¦cnicas que cambian de cabo a rabo un encuentro. Un toque fue suficiente para que Nedved alimentara al goleador Inzaghi, que est¨¢ insaciable.

Para despejar todo tipo de dudas sobre su profesionalidad, el Piojo L¨®pez no tard¨® ni un minuto. Encar¨® como un tiro a Pancaro, lo quebr¨® con pasmosa facilidad, dispar¨® colocado y al rechace de Ballotta acudi¨® como una flecha Angulo, que abri¨® el marcador mientras mucha gente tomaba asiento en Mestalla.

No cejaba de saborear Mestalla el primer tanto, cuando Gerard recibi¨® en el medio del campo de S¨¢nchez como si tal cosa. Era una acci¨®n aparentemente intrascendente. Aparentemente. De pronto Gerard alarg¨® su poderos¨ªsima zancada, emprendi¨® el galope y fue dejando atr¨¢s a rivales hasta que ya s¨®lo le qued¨® el capit¨¢n Negro, al que salv¨® con un golpe de cintura. Entonces, solo ante Ballota, la toc¨® con suavidad a un costado, tic. Consciente de lo que hab¨ªa hecho, el centrocampista catal¨¢n enloqueci¨® en la celebraci¨®n. No ser¨ªa la ¨²nica. Gerard tambi¨¦n ense?ar¨ªa despu¨¦s otra de sus especialidades, su espectacular remate de cabeza.

En plena borrachera valencianista, el Kily fabric¨® una jugada maravillosa: tir¨® una pared con el Piojo y despu¨¦s se busc¨® un hueco entre tres defensas del Lazio para v¨¦rselas a solas con Ballotta, pero la cruz¨® demasiado. Tuvo el Valencia oportunidades por doquier que dilapid¨® una detr¨¢s de otra hasta que Ver¨®n, que estaba in¨¦dito, lanz¨® un pase magistral al extremo izquierdo con el exterior del pie, all¨ª recibi¨® el checo Nedved y ¨¦ste envi¨® al centro: gol de Simone Inzaghi, claro. El delantero italiano, que vive en estado de gracia, alcanzaba a Jardel en la tabla de m¨¢ximos goleadores de la competici¨®n, con nueve tantos.

El tanto pareci¨® sofocar el choque. Por poco tiempo. Lo encendi¨® de nuevo Gerard. Cabece¨® a gol una falta del Piojo. De modo que como el Lazio no hallaba el modo de entrar en el partido, Ver¨®n y Simeone recurrieron al plan B: calentar el choque. Y el objetivo fue el mejor de los valencianistas, Gerard, al que los dos argentinos trataron de intimidar como fuera. Ambos se abalanzaron sobre el catal¨¢n despu¨¦s de que ¨¦ste hubiera cometido una falta sobre Ver¨®n. En el aspecto intimidatorio tampoco se qued¨® atr¨¢s el Kily Gonz¨¢lez, quien no s¨®lo se merend¨® a su par Stankovic como quiso sino que le lanz¨® un par de miradas no demasiado amistosas.

El Valencia sigui¨® mandando tras la reanudaci¨®n. El resultado era bueno, pero peligroso. Por lo que la actitud fue la misma: la de ir a por todas, que circulara el cuero y que hubiera variantes en ataque. As¨ª hasta que entr¨® el veterano Boksic y esparci¨® los restos de su talento. Se equilibr¨® la cita, se descosi¨® por completo mientras los coletazos de Ver¨®n y el grand¨ªsimo Gerard lo viraban para un lado o para otro. Gerard empujar¨ªa m¨¢s y dej¨® al Valencia al borde del ¨¦xito.