La polic¨ªa sospecha que grupos neonazis se est¨¢n infiltrando en la Grada Joven del Santiago Bernab¨¦u
La detenci¨®n de cuatro rapados seguidores del Real Madrid por una supuesta agresi¨®n a un joven que llevaba una bufanda del Manchester United abre de nuevo el debate sobre la presencia de hinchas radicales en el Santiago Bernab¨¦u. Seg¨²n fuentes policiales, la creaci¨®n de la Grada Joven, el espacio ocupado en el estadio por los ultras sur, ha supuesto una disminuci¨®n del n¨²mero de integrantes de esta pe?a, pero en ella se ha detectado mayor presencia de miembros de otros grup¨²sculos de car¨¢cter neonazi. A uno de ellos, el Rommel Korps, pertenecen los acusados de la agresi¨®n del martes.
La presencia de hinchas violentos en el Bernab¨¦u ha sufrido importantes variaciones en los dos ¨²ltimos a?os, seg¨²n los datos que manejan los expertos policiales encargados de controlar sus movimientos. Estas fuentes indican que la directiva del Madrid determin¨® sacar del fondo sur del estadio a los ultras sur despu¨¦s de que en 1998 derribaran una porter¨ªa en el partido de Liga de Campeones contra el Borussia Dortmund. Los integrantes de esta pe?a pasaron a ocupar un lugar en el tercer anfiteatro, donde su presencia apenas se dej¨® notar. Este aislamiento provoc¨® importantes tensiones entre la junta directiva, presidida por Lorenzo Sanz, y los cabecillas ultras.Hace un a?o, el Real Madrid decidi¨® impulsar la creaci¨®n de la Grada Joven, una zona que en principio iba destinada a los aficionados de menor edad y menos posibilidades econ¨®micas. A ellos se les reserv¨® la zona de la grada lateral baja, la m¨¢s cercana al fondo sur, pero con el tiempo este sector de la tribuna ha ido a parar a los hinchas m¨¢s radicales.
"A ellos no les gusta esa ubicaci¨®n. Siempre que pueden intentan volver al fondo sur, y as¨ª lo hacen en los partidos que no son de abono", explica una fuente policial. La nueva ubicaci¨®n y la renovaci¨®n generacional ha mermado los efectivos de Ultras Sur. Algunos de sus dirigentes rondan los 40 a?os y han modificado sus h¨¢bitos. A ello se ha unido que Jos¨¦ Luis Ocha¨ªta, uno de ellos, permanece sancionado sin poder acudir al estadio -acaba su castigo en mayo- y que otro, ?lvaro Cadenas, acaba de cumplir una condena por un altercado que protagoniz¨® en una discoteca en noviembre pasado.
150 hinchas violentos
La polic¨ªa tiene censados alrededor de 150 miembros de la pe?a Ultras Sur que se sit¨²an en la Grada Joven, con capacidad para 400 espectadores. Al cobijo de estos hinchas se acurrucan otros seguidores cuya ideolog¨ªa es menos madridista y m¨¢s pr¨®xima a grupos neonazis y ultraderechistas. Se trata, seg¨²n expertos policiales, de grup¨²sculos aislados que a veces no pasan de la media docena y que funcionan de manera aut¨®noma. Uno de ellos es el Rommel Korps, al que pertenecen los cuatro acusados de agredir el pasado martes a Fernando T.G. La polic¨ªa sospecha que este grupo est¨¢ formado s¨®lo por estos cuatro hinchas, que se fabrican sus propias simbolog¨ªas tomando como modelo personajes como el mariscal Erwin Rommel, El Zorro del Desierto.
La polic¨ªa asegura que el surgimiento de estas facciones en la Grada Joven del Real Madrid es similar al que se da en otros estadios. Es el caso, por ejemplo, del grupo Basti¨®n, una ramificaci¨®n del Frente Atl¨¦tico, que act¨²a en el estadio Vicente Calder¨®n. La peligrosidad de estos hinchas en los estadios est¨¢ directamente ligada a su relaci¨®n con las directivas de los clubes.
En el caso del Real Madrid, la polic¨ªa asegura que, aunque su nivel de colaboraci¨®n con los Ultras Sur "ha disminuido", hay algunos usos y costumbres que se mantienen; entre ellos, la colaboraci¨®n que encuentran los hinchas para disponer de entradas e invitaciones para los encuentros, el f¨¢cil acceso al estadio y la relativa libertad de movimientos de la que disponen los d¨ªas de partido. Uno de los h¨¢bitos que la polic¨ªa intenta cortar es el de que los seguidores m¨¢s radicales puedan salir del estadio en el descanso de los encuentros. "Suelen aprovechar ese tiempo para acudir a beber alcohol a los bares pr¨®ximos de la calle de Marceliano Santamar¨ªa, y adem¨¢s facilitan de este modo la entrada a otros ultras", afirma un experto policial.
El m¨¦todo que utilizan es el siguiente: un grupo de ultras sale en el descanso provisto de carn¨¦s y entradas que, al no ser nominales y al no existir para entonces unos controles tan rigurosos, permite que puedan acceder al estadio otros hinchas sin pasar por taquilla. Las filmaciones que realiza la polic¨ªa desde la unidad de control del estadio permiten observar estos movimientos y c¨®mo el n¨²mero de espectadores en la Grada Joven suele ser m¨¢s numeroso en la segunda parte que en la primera.
La polic¨ªa ha pedido al Real Madrid que impida la salida y la posterior entrada de seguidores para evitar estas pr¨¢cticas. "Adem¨¢s de colarse en el descanso, muchos de ellos llegan ebrios", explica una fuente policial. "Hay controles de alcoholemia, pero, si llegan 450 a la vez, es dif¨ªcil hacer pruebas a todos. En este sentido, la colaboraci¨®n del Madrid es fundamental", a?aden.
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