Joan Hern¨¢ndez Pijuan rechaza que pintura e imagen sean equivalentes El pintor ingresa en la Academia de San Fernando narrando su experiencia como docente

Tiene raz¨®n el pintor Joan Hern¨¢ndez Pijuan (Barcelona, 1931) cuando dice que es un artista dif¨ªcil de encasillar. La suya es, afirma, una pintura en cierta manera tradicional, aunque el resultado diste mucho de ser ortodoxo. Declarado partidario de "la pintura pintada", rechaza la mezcla de imagen con pintura. "Se ha incluido la pintura en la categor¨ªa de imagen y no son equivalentes", afirma. Hern¨¢ndez Pijuan ingres¨® ayer en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con el discurso titulado La mirada sobre el cuadro, en el que relat¨® su experiencia como docente.

Aunque Joan Hern¨¢ndez Pijuan pronunci¨® ayer por la tarde su discurso de ingreso en la Real Academia de San Fernando, contestado en nombre de la instituci¨®n por Miguel Rodr¨ªguez-Acosta, su elecci¨®n se realiz¨® hace ya tres a?os, pero hasta ayer no se celebr¨® el acto de admisi¨®n. Un acto que coincide con una exposici¨®n de su obra en la galer¨ªa Soledad Lorenzo, de Madrid, que permecer¨¢ abierta hasta el pr¨®ximo 6 de mayo. Hern¨¢ndez Pijuan hace a?os que pinta paisajes, o mejor, "memoria de paisajes", de los suyos, los de la Segarra, comarca del interior de Catalu?a en la que no hay trozo de tierra, ni ¨¢rbol, ni piedras que de alguna manera no haya sido modificada por el hombre. Es un paisaje humano, de sembrados, caminos y cercados, que en cierta manera pueden reconocerse en sus cuadros, estas superficies casi monocromas en las que, muchas veces en forma de esgrafiado, aparecen formas ondulantes, o flores, o casitas esquem¨¢ticas.

En Madrid se exhiben algunas de estas obras, realizadas en su mayor¨ªa en 1999 y 2000 en los que retoma viejos temas, aunque, como ¨¦l dice, siempre aparece un paisaje que, "siendo el mismo, se me aparece como nuevo". Para el artista es posible pintar el espacio que delimita un p¨¢jaro cuando vuela de un ¨¢rbol a otro, o la huella ya desdibujada de un tractor, o un matiz de la luz sobre una colina. Lo que le interesa, afirma, es "la pintura pintada".

Objeto ¨²nico

"Es una expresi¨®n que puede parecer redundante, pero me refiero a que hoy en d¨ªa se mezcla demasiado imagen con pintura. Se ha incluido a la pintura en la categor¨ªa de la imagen, y no son equivalentes. Evidentemente, una pintura es una imagen, pero as¨ª como esta ¨²ltima puede reproducirse sin que pierda entidad, la pintura no. La pintura tiene una materialidad que la convierte en un objeto ¨²nico. A veces, reproducida, pierde todo su inter¨¦s". Y remata la diferencia afirmando: "Una diapositiva de una obra maestra te ofrece la imagen de una pintura, pero es muy posible que en ella sea imposible saber qu¨¦ es lo que hace que la pintura sea buena".

Adem¨¢s de pintar, la ense?anza es una de las facetas que m¨¢s ha cultivado Hern¨¢ndez Pijuan. Es catedr¨¢tico de pintura en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona, en donde fue decano entre 1993 y 1998. El t¨ªtulo del discurso lo dice todo: La mirada sobre el cuadro. Notas sobre la (imposibilidad) de la ense?anza de la pintura.

"Versa un poco sobre mi experiencia como docente. Es mi experiencia directa, que va ligada tambi¨¦n a mi obra, y que en el fondo es la idea de que no se puede ense?ar tanto c¨®mo se pinta sino el porqu¨¦ se pinta", dice. Y el porqu¨¦, adem¨¢s, depende siempre de las motivaciones de cada uno. "Lo ¨²nico que puedes hacer es intentar potenciar la personalidad de cada alumno. Dir¨ªa que una facultad de Bellas Artes no es un buen lugar para fabricar artistas. Si sale alguno, seguro que lo hubiera sido igual con o sin facultad. M¨¢s bien de lo que se trata es de darles un sentido de la pr¨¢ctica art¨ªstica como forma de conocimiento. Ver la obra m¨¢s que como una forma de expresi¨®n o comunicaci¨®n como una forma de aprendizaje y conocimiento de uno mismo". Y, a?ade despu¨¦s que a ¨¦l no le interesa tanto el resultado formal de su trabajo "como la emoci¨®n que ha sentido al hacerlo"

Comenta que a lo largo de su trayectoria como docente se ha encontrado con muchas sorpresas, buena parte de las mismas agradables. "Este tipo de provocaci¨®n de que no das demasiadas pistas para intentar que cada uno encuentre su propio camino a veces tiene muy buenos resultados. De repente, un alumno que ha entendido conceptualmente la historia da el salto y encuentra su propio camino. Es muy bonito. Como tambi¨¦n lo es la pasi¨®n de los que comienzan. De alguna forma, y es as¨ª como acabo mi discurso de ingreso en la academia, pienso que este contacto con la pasi¨®n de la gente joven es lo que te impide envejecer demasiado r¨¢pido".

El suyo, adem¨¢s, es un observatorio fant¨¢stico para pulsar los cambios en la mirada sobre el arte. "Cada cuatro a?os hay un cambio bastante evidente. A principios de los ochenta, por ejemplo, se pintaban cuadros enormes, generalmente de estilo neoexpresionista. Ahora, en cambio, pintan en formatos muy peque?os y mucha gente de la especialidad de pintura, que vuelve a ser abundante, utiliza la fotograf¨ªa como medio. Los lenguajes ahora son m¨¢s ecl¨¦cticos, m¨¢s individuales".