El primer ministro de Irlanda advierte de que en la isla ya no hay sitio para los paramilitares

El primer ministro irland¨¦s, Bertie Ahern, se sum¨® ayer a las conmemoraciones del alzamiento republicano de 1916 con un llamamiento contra la presencia en la isla de "ej¨¦rcitos secretos" que retienen, dijo en Dubl¨ªn, "el poder para paralizar o frustrar el progreso pol¨ªtico". En una directa oposici¨®n al Sinn Fein, cuyos l¨ªderes reiteraron la responsabilidad del Gobierno brit¨¢nico en la b¨²squeda de una salida al bloqueado proceso de paz, el l¨ªder irland¨¦s record¨® que todos los firmantes del Acuerdo de Viernes Santo (1998) est¨¢n unidos en la tarea de lograr su aplicaci¨®n.

Las festividades republicanas coincidieron ayer con el inicio de la temporada de desfiles protestantes en Irlanda del Norte a cargo de los apprentice boys, sin que se produjeran disturbios con los vecinos cat¨®licos ni enfrentamientos con las fuerzas del orden. Paralelamente, el tono cr¨ªtico de los discursos de republicanos, incluidos activistas del IRA, que culpan al Gobierno de Londres de la crisis actual y dejan en sus manos la iniciativa hacia el progreso, no lleg¨® a romper el compromiso del Sinn Fein ni de su brazo armado con el proceso de paz. El clima de calma favorece el esfuerzo de Londres y Dubl¨ªn por lograr un acuerdo que facilite la restituci¨®n de las instituciones auton¨®micas, suspendidas el pasado febrero, y el dise?o de una f¨®rmula satisfactoria respecto a las armas del IRA. "No puede haber ej¨¦rcitos secretos que paralizan o frustran el progreso pol¨ªtico", dijo Ahern.

Informaciones difundidas a ambos lados del mar de Irlanda, aunque no confirmadas, se?alan que el ministro para el Ulster, Peter Mandelson, proyecta regresar en julio al seno de la pol¨ªtica brit¨¢nica para encauzar la campa?a electoral por un segundo mandato de Tony Blair. Su retirada de Belfast es factible -fue el arquitecto de la victoria laborista de 1997- siempre que logre apuntalar el proceso de paz con un compromiso para llevar a la pr¨¢ctica el acuerdo de paz.

Por lo pronto, Ahern y Blair preparan un balance de los avances y retrocesos en la aplicaci¨®n del acuerdo con la intenci¨®n de presentarlo a los principales partidos norirlandeses en mayo. La revisi¨®n global del acuerdo, dos a?os despu¨¦s de su firma, dar¨¢ pie a un proceso de negociaci¨®n sobre los puntos conflictivos, en particular la reinstituci¨®n del autogobierno y el futuro de las armas.

Una v¨ªa que se entrev¨¦ en el marco negociador llevar¨ªa al Sinn Fein a procurar del IRA las garant¨ªas con el desarme que ofreci¨® el pasado 11 de febrero a la Comisi¨®n Internacional del Desarme y que la organizaci¨®n armada retir¨® al confirmarse la suspensi¨®n de las instituciones auton¨®micas. La actualizaci¨®n de la oferta debe garantizar, con la "claridad y certeza" que exige el l¨ªder unionista, David Trimble, que las armas se pondr¨¢n "fuera de uso" sin ninguna posibilidad de retornar a la violencia.

El compromiso inicial del IRA de retirar sus armas de la vida pol¨ªtica provoc¨® tensiones en el liderazgo republicano, entre el sector radical, con Brian Keenan entre sus m¨¢ximos exponentes, y el presidente del Sinn Fein. Adams busca desde entonces garant¨ªas de que el autogobierno no podr¨¢ ser disuelto unilateralmente por Londres con prioridad a lograr el aval del IRA de que la "guerra" republicana ha concluido para siempre. En el campo contrario, el ala radical del unionismo presiona a Trimble para que extraiga gestos pr¨¢cticos del desmantelamiento del arsenal del IRA como precondici¨®n al regreso al autogobierno.