Condenados por estafar 105 millones los promotores de una cooperativa

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a cuatro meses de arresto mayor a Rafel G. Z., F¨¦lix Jorge C. O. y Mar¨ªa Luisa Paloma G. M., los promotores de la cooperativa Avenida de los ?ngeles de Getafe, por estafar 105 millones a 161 familias. Seg¨²n la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, los acusados impulsaron la cooperativa para utilizarla en su propio beneficio. Para ello, ocultaron a los clientes de la entidad que Rafael G. Z., arquitecto de las viviendas, era socio de las empresas a las que se compr¨® el suelo de la cooperativa; que F¨¦lix Jorge. C. O. y Mar¨ªa Luisa Paloma G. M. eran due?os de la empresa GESCASA S. A. , encargada de asesorar sobre la compra del terreno y seleccionar las compa?¨ªas encargadas de realizar las obras; y que el presidente de la cooperativa depend¨ªa laboralmente de F¨¦lix Jorge C. O. Adem¨¢s, los promotores contrataron una auditor¨ªa externa que encargaron a Evaristo C. L., t¨ªo de F¨¦lix Jorge C. O., quien realiz¨® un estudio falso que provoc¨® que el Instituto de Contabilidad y Auditor¨ªa de Cuentas le incoara un expediente sancionador. "En las asambleas se esgrim¨ªa esa auditor¨ªa como garant¨ªa de la veracidad de las cuentas que se somet¨ªan a su consideraci¨®n", explica el fallo judicial.

Amplios poderes

Los hechos se remontan al 23 de mayo de 1990, cuando la cooperativa fue inscrita en el correspondiente registro. "En la asamblea constituyente", explica la sentencia, "se design¨® presidente a Rafael G., a quien se le otorgaron amplios poderes para contratar las obras, aceptar presupuestos y firmar contratos en representaci¨®n de la cooperativa, poderes de los que va a hacer uso al margen de la voluntad social y en perjuicio de los cooperativistas".

Rafael G. aprob¨® la compra de los terrenos del pol¨ªgono de Joaztel de Getafe sobre los que se construir¨ªan los futuros ocho bloques de viviendas, todo ello bajo el asesoaramiento de GESCASA, cuya administradora era Mar¨ªa Luisa Paloma. El suelo pertenec¨ªa a las empresas CGMSA y Trazos Inmobiliarios, de las que el propio presidente de la cooperativa era socio, as¨ª como los otros dos procesados. Igualmente, la compra de estos terrenos consisti¨® en el suelo y su altura, pero en ning¨²n caso en los s¨®tanos, por lo que los garajes se cobraron de forma independiente a los propietarios de las viviendas, aunque su construcci¨®n se incluy¨® en los costes de la cooperativa.

No obstante, ante la intuici¨®n de que pod¨ªa haber ciertas irregularidades en la contabilidad de la constructora, algunos cooperativistas se negaron a firmar las cuentas. Ello provoc¨® demoras en la entrega de la viviendas, lo que los promotores utilizaron para coaccionarles para que firmaran, como recoge la sentencia. Adem¨¢s, los locales comerciales se vendieron sin que el fruto de esta operaci¨®n repercutiera en la cooperativa.