El presidente De la R¨²a afronta su primera huelga general en Argentina
La primera disputa dura entre el Gobierno de la Alianza, que preside el radical Fernando de la R¨²a, y el sector disidente de la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), que lidera el peronista Hugo Moyano, acab¨® en empate. La huelga nacional de 24 horas convocada por Moyano hace s¨®lo una semana se cumpli¨® ayer con una adhesi¨®n importante de los principales gremios que le apoyan, y de los que responden al Congreso de Trabajadores Argentinos (CTA). El porcentaje de absentismo de maestros en las escuelas, de empleados en los tribunales, de ch¨®feres de camiones y de transportes p¨²blicos y privados fue alto en todo el pa¨ªs. Los comercios permanecieron abiertos y los empleados trataron de llegar a tiempo a los despachos de las empresas privadas, pero la incesante lluvia y el fr¨ªo excesivo para la ¨¦poca contribuyeron a la desolaci¨®n temprana de las calles de Buenos Aires.A punto de cumplir cinco meses desde que asumi¨® el Gobierno y a s¨®lo dos d¨ªas de la elecci¨®n del jefe de Gobierno de Buenos Aires, una elecci¨®n considerada clave para fortalecer a la Alianza en el poder, el presidente Fernando de la R¨²a insisti¨® ayer en que le cuesta "entender los motivos reales de la huelga". A su juicio, "no tiene justificaci¨®n". El ministro de Trabajo acus¨® a los organizadores de montar "un paro pol¨ªtico". A su vez, Moyano no neg¨® la acusaci¨®n: "Claro que se trata de un paro pol¨ªtico, es una protesta pac¨ªfica que se propone hacer reflexionar al presidente de la naci¨®n para que rectifique sus pol¨ªticas econ¨®micas y laborales".
Promover el empleo
El proyecto de reforma a las leyes laborales que De la R¨²a envi¨® al Congreso para "promover el empleo" fue el detonante de la guerra que primero dividi¨® a la CGT entre sindicalistas duros y blandos y luego provoc¨® la reacci¨®n de los llamados combativos. Moyano acusa de "traidores" a los que discutieron y pactaron las nuevas leyes con los funcionarios del Gobierno y tambi¨¦n a los diputados y senadores peronistas que las apoyaron en el Parlamento, aun cuando todav¨ªa falta la ¨²ltima y definitiva sesi¨®n en la C¨¢mara de los Diputados para que resulten aprobadas las reformas.
La disputa sindical, que tiene alcances pol¨ªticos, se enmarca en la grave crisis que afecta al peronismo desde que perdi¨® las elecciones generales el pasado octubre y el presidente Carlos Menem entreg¨® el poder en diciembre, despu¨¦s de ejercerlo durante diez a?os. El partido tiene tres cabezas visibles. La que re¨²ne a los gobernadores de las provincias m¨¢s importantes del pa¨ªs, Buenos Aires, Santa Fe y C¨®rdoba; la de quienes ejercen el control de los bloques parlamentarios, y la de los llamados caciques sindicales.
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