Anelka despierta justo a tiempo
El cr¨¢neo perfectamente oval de Nicolas Anelka se elev¨® sobre el ¨¢rea grande del Bayern para mandar la pelota a la red. Fue el gol del empate a uno, el que pr¨¢cticamente colocaba al Real Madrid en la final de Par¨ªs. Tambi¨¦n fue el tanto que empieza a levantar las sospechas sobre Anelka, que ha despertado en el momento cumbre de la temporada. Un triunfo personal para el delantero, que acaba de cumplir 21 a?os y lleg¨® al Real Madrid a cambio de 5.600 millones. Ha vivido una ¨¦poca de confusi¨®n que ha estado a punto de marginarlo del club, por sus reivindicaciones ego¨ªstas y por su p¨¦sima relaci¨®n con los capitanes del vestuario. Parec¨ªa un caso perdido. Un juicio apresurado, a decir de su actuaci¨®n de ayer. Ese despliegue de frialdad, arranques, frenadas y recortes, que de un cabezazo lo llev¨® a la gloria.El delantero franc¨¦s se aferr¨® al bander¨ªn de un c¨®rner para celebrar el gol. Se?alando al grader¨ªo atestado de camisetas rojas esper¨® a que un pu?ado de compa?eros acudiera a darle la enhorabuena. Las felicitaciones del h¨¦roe. Porque ayer en el Estadio Ol¨ªmpico, cuando el Bayern de M¨²nich encarrilaba su remontada con un 1-0, y el olor de los humos de embutidos asados enardec¨ªa a los hinchas b¨¢varos en c¨¢nticos de tradici¨®n alpina, el Real Madrid se encontr¨® en un verdadero aprieto.
Necesitado de suerte
Un avispero en el que Ra¨²l no acertaba a meter el gol de oro en su ida y vuelta constante de la delantera al ¨¢rea del guardameta Kahn. El primer tanto hab¨ªa llevado al Bayern a un paso de la remontada, y hab¨ªa puesto al Real Madrid al borde del despe?adero, muy necesitado de suerte y actos heroicos. Como el de Anelka. Que apareci¨® en el ¨¢rea enemiga con su cr¨¢neo afeitado y salt¨® para cabecear un centro de Savio en el minuto 31.
El de ayer fue el tercer gol de Anelka en Liga de Campeones en lo que va de su carrera. El primero lo anot¨® jugando para el Arsenal, hace casi dos a?os. El segundo lo meti¨® en el estadio Santiago Bernab¨¦u, tras un magn¨ªfico pase de Ra¨²l que puso al Bayern de M¨²nich en estado de alerta roja. El tercero lo hizo ayer y vali¨® medio pase a la final de Par¨ªs, adem¨¢s de situarle en una posici¨®n pol¨ªticamente m¨¢s reposada dentro del club.
Porque nadie con un poco de poder en la plantilla del Real Madrid le apreci¨® nunca. Nadie quiso que triunfase. Algunos miraron con des¨¢nimo sus primeros goles. Anelka se quej¨® de que no acud¨ªan a felicitarle, cuando los hizo, en el Mundial de Clubes disputado en Brasil.
Las lesiones de ligamentos en las rodillas lo hundieron un poco m¨¢s. Y hace un mes reapareci¨® t¨ªmidamente, tras la estela de Morientes, que vive horas bajas de rendimiento. Y reapareci¨® en forma de h¨¦roe.
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