La autoridad reguladora francesa se opone a la subasta de telefon¨ªa m¨®vil
La autoridad independiente que regula las telecomunicaciones en Francia arroj¨® ayer un jarro de agua fr¨ªa a la idea, vista con inter¨¦s por un sector del Ejecutivo, de adjudicar mediante subasta las cuatro licencias de telefon¨ªa m¨®vil de tercera generaci¨®n UMTS. El organismo defiende la selecci¨®n en funci¨®n de la cobertura del territorio, el servicio general, el desarrollo del mercado y la innovaci¨®n tecnol¨®gica, y est¨¢ abierto a la alternativa de reclamar "un precio de entrada" a las compa?¨ªas seleccionadas.
Lejos de dejarse seducir por el ejemplo brit¨¢nico, que ha permitido al Gobierno de Tony Blair embolsarse casi 38.000 millones de euros (6 billones de pesetas), los expertos del ART (Autoridad de Regulaci¨®n de las Telecomunicaciones) de Francia se han ratificado punto por punto en su rechazo al sistema de subasta. Aunque las opiniones de este organismo creado en 1997 y dirigido por cinco especialistas no es vinculante para el Gobierno franc¨¦s, su criterio puede pesar y mucho en la decisi¨®n que el Ejecutivo de Lionel Jospin debe adoptar antes de mediados del pr¨®ximo mes de junio. De momento, el rechazo frontal del ART surte de poderosos argumentos a los sindicatos y a todos aquellos pol¨ªticos que se oponen al sistema de subasta por considerar que el incremento de la inversi¨®n que conlleva la puja repercutir¨¢ finalmente en la factura del consumidor.
Tan bienpensantes argumentos se al¨ªan en el presente caso con un cierto proteccionismo franc¨¦s y con los intereses de los propios operadores nacionales, nada interesados en enzarzarse en una batalla de desgaste te¨®ricamente abierta a los competidores extranjeros. Sea cual sea la f¨®rmula, casi nadie duda en Francia de que las tres primeras licencias ir¨¢n a parar a France T¨¦l¨¦com, Bouygues y Cegetel-Vivendi. Las dudas se sit¨²an casi exclusivamente en la cuarta licencia, a la que aspira la tambi¨¦n francesa Suez Lyonnais y donde el consorcio en el que se encuentra Telef¨®nica cuenta con alguna opci¨®n. Al igual que en su anterior informe de marzo pasado, "consensuado totalmente con los operadores" del sector, el ART defiende la selecci¨®n pura y simple en funci¨®n de principios como el de la cobertura del territorio, el servicio general, el desarrollo del mercado y la innovaci¨®n tecnol¨®gica.
Ese organismo con autoridad para instruir las demandas de licencias, adjudicar las frecuencias, aprobar las tarifas de interconexi¨®n y arbitrar en los litigios, sostiene que el juego de la subasta supondr¨ªa para el consumidor un sobreprecio anual de 2.000 francos (50.000 pesetas) partiendo del dato de que los operadores que consigan imponerse tendr¨¢n que multiplicar por dos el desembolso previsto. A su juicio, al privilegiar el aspecto puramente financiero, la subasta entra?a el riesgo a?adido de hacer desaparecer del mercado a los operadores de la segunda generaci¨®n (GSM).
El ART se muestra igualmente sensible a las severas correcciones que el mercado burs¨¢til est¨¢ infligiendo estos d¨ªas a los tres grandes operadores que aspiran a llevarse las licencias.
Coste para el consumidor
Jean-Michel Hubert, presidente del ART, asegur¨® ayer que la fortaleza financiera de las mismas empresas podr¨ªa verse en peligro "e impedirles participar en las subastas por las licencias en otros pa¨ªses" si el sobrecosto de la operaci¨®n no repercute en la factura al consumidor.
Consciente, sin embargo, de que la fabulosa suma ingresada en las arcas p¨²blicas brit¨¢nicas supone una tentaci¨®n demasiado fuerte para el nuevo titular de Econom¨ªa y Hacienda, Laurent Fabius, el presidente del ART dijo estar abierto a la alternativa de reclamar "un precio de entrada" a los cuatro seleccionados. Hubert manifest¨® que "tiene que haber una soluci¨®n" que permita a la vez conjugar el inter¨¦s del contribuyente, el del accionista y el del consumidor.
Las licencias de telefon¨ªa de tercera generaci¨®n UMTS, que dota a los tel¨¦fonos m¨®viles de servicios multimedia, se adjudicar¨¢n en Francia en 2002.
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