El reto de mejorar la competencia

Pocos medios materiales y humanos, procesos largos en la tramitaci¨®n de los expedientes e independencia "razonable del Gobierno", son los tres elementos en los que coinciden tanto los responsables de vigilar la competencia en Espa?a como los expertos consultados a la hora de definir el modelo espa?ol de defensa de la competencia.Asuntos como la fusi¨®n de Pryca y Continente, los acuerdos entre Telef¨®nica y el BBVA o el alza en los precios de las gasolinas han desatado la pol¨¦mica sobre la eficacia de los guardianes de la competencia en Espa?a. El modelo espa?ol es similar al de Francia, Reino Unido, B¨¦lgica, Finlandia, Grecia y Portugal, y tiene su ra¨ªz en la ley de 1889, que luego fue el tronco central de la ley de 1999 actualmente en vigor.

Para Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, economista, experto en competencia y ex presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia, el principal problema que tiene el sistema espa?ol es que la instrucci¨®n de los expedientes la comienza el Servicio de Defensa de la Competencia, que est¨¢ dentro del Ministerio de Econom¨ªa, es decir, del Gobierno. A pesar de ello, valora el actual papel del Servicio como meritorio por cuanto "est¨¢ tratando de hacer un esfuerzo por mantener una postura de equilibrio".

En el a?o 1999 se redact¨® una nueva Ley de la Competencia en la que se "perdi¨® una gran oportunidad de modernizar el sistema de la competencia y alejarlo m¨¢s del c¨ªrculo del Gobierno", seg¨²n este experto. En ese texto no s¨®lo no se avanz¨® en un modelo m¨¢s independiente, sino que lo hizo m¨¢s dependiente de Econom¨ªa al dar m¨¢s competencia al Servicio, recalca Fern¨¢ndez Ord¨®?ez.

El Tribunal de Defensa de la Competencia es un ¨®rgano independiente, pero cuyo presidente lo nombra el Gobierno sin pasar por el Parlamento para establecer al menos un m¨ªnimo consenso, como ocurre, por ejemplo, con el presidente de la Comisi¨®n de la Energ¨ªa y de la Comisi¨®n de Telecomunicaciones.

Cada vez m¨¢s trabajo

Otro problema es la escasez de medios materiales y humanos de este tribunal. Su presidente, Amadeo Petitb¨®, reconoci¨® en p¨²blico recientemente esta escasa dotaci¨®n (300 millones de presupuesto anual). Petitb¨® ha se?alado que el trabajo del Tribunal se ha incrementado de forma notable en los ¨²ltimos a?os. De los 69 expedientes resueltos en el a?o 1992 se ha pasado a los 105 expedientes en el a?o 1995 y a los 217 en el a?o 1999.

De todas formas, Petitb¨® recalca que "el trabajo del tribunal se lleva a cabo, no s¨®lo desde el respeto a los derechos, sino sobre la base de independencia de criterio de todos y cada uno de sus miembros de acuerdo a los principios del derecho". El actual presidente del tribunal considera que ¨¦ste es un organismo administrativo dotado de independencia funcional, y para garantizarla se establece el nombramiento de sus miembros por cinco a?os, aunque cambie el Gobierno.

Para Luis de Guindos, secretario general de Econom¨ªa, "tan importante como la estructura de los ¨®rganos para defender la competencia (Servicio y Tribunal) es la voluntad pol¨ªtica, y en este sentido el actual Gobierno ha hecho de este tema un asunto prioritario". En Estados Unidos, por ejemplo los vigilantes de la competencia tambi¨¦n son de la Administraci¨®n de justicia, es decir, son parte del Gobierno.

De Guindos resalta que se ha adoptado un modelo de competencia horizontal (es decir, las mismas autoridades para todos los sectores) que est¨¢n por encima de las comisiones sectoriales como la de Energ¨ªa y la de Comunicaciones. Esto facilita el que en alianzas entre un banco y una operadora de telecomunicaciones (BBVA y Telef¨®nica), se puede mantener una posici¨®n m¨¢s independiente y neutral, dice Guindos.

Tomar la iniciativa

Otro de los aspectos que facilita el actual texto legal del pasado a?o es la Terminaci¨®n Convencional, que consiste en que el Servicio de Defensa de la Competencia puede tomar la iniciativa para lograr un acuerdo entre las partes en un litigio de competencia al igual que ocurre en la normativa de Estados Unidos.

Para Antonio Creus, socio encargado del bufete Cuatrecasas, el sistema espa?ol de defensa de la competencia funciona "razonablemente bien", aunque por supuesto es mejorable. A Creus, con varios a?os de experiencia profesional en Bruselas, le parece acertado que sea el Servicio el que inicie la instrucci¨®n y sean finalizadas por el Tribunal. A su juicio, no siempre los indicios que ve el Servicio son confirmados como hechos y se fija la consiguiente multa por el Tribunal.

Considera que lo ¨²nico que falta en el modelo espa?ol es que se le dote de m¨¢s medios tanto al Servicio como al Tribunal. Creus no considera tan eficaces los sistemas de defensa de competencia alem¨¢n e italiano en los que el mismo ¨®rgano que instruye el expediente lo resuelve.

Para Santiago Mart¨ªnez Lage, director del bufete del mismo nombre y especializado en competencia, "el sistema espa?ol de la competencia funciona razonablemente bien". A su juicio, es bueno que sea el Servicio el que inicia los expedientes si ve indicios de que se puede bloquear la competencia, y sea el tribunal el que lo finalice.

"El hecho de que sea el Gobierno el que designe el presidente del tribunal ha sido parad¨®gicamente m¨¢s pr¨¢ctico e independiente que si se hiciera en base a cuotas pol¨ªticas", resalta. Su mayor cr¨ªtica es que no cuenta con medios y, sobre todo, que los procedimientos se alargan excesivamente.