?Viste la poes¨ªa?
La jornada inaugural del festival "Barcelona poesia" muestra signos de la aparici¨®n de un "star system"
Lo nunca visto. Empezaba el cuarto ciclo Set dies de poesia a la ciutat, anteayer viernes por la noche, y aquello parec¨ªa la inauguraci¨®n de la temporada del Liceu. Bien es cierto que el cartel era de categor¨ªa (Manolo V¨¢zquez Montalb¨¢n, Bernardo Atxaga, Miquel de Palol y Juan Antonio Masoliver R¨®denas, "ni s¨®lo poetas ni s¨®lo novelistas", como rezaba el ep¨ªgrafe), mas nunca antes tanto traje de noche, tanta corbata ni tanto charol hab¨ªan acudido a cosa tan delet¨¦rea como escuchar versos. A decir verdad, no sol¨ªan acudir jam¨¢s. En el Verger del Museo Mar¨¨s hab¨ªa 250 sillas, y un centenar de posaderas yac¨ªan por el suelo, los pelda?os o las paredes.Los organizadores del festival, el Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB), con Ferran Mascarell a la cabeza, no sal¨ªan de su asombro. Deshonesto ser¨ªa decir que todo eran lentejuelas, pues el p¨²blico ofrec¨ªa un variado repertorio de vestimentas y edades, pero desde luego el recital ten¨ªa un aire de puesta de largo que oblig¨® a los responsables a cavilar sobre el fen¨®meno. As¨ª lo hac¨ªa Gabriel Planella, coordinador, junto con David Castillo, de los actos y ese d¨ªa maestro de ceremonias: "A lo mejor es que con la poes¨ªa empieza a pasar como con el cine o el teatro: que la gente se comenta las novedades en los bares y se pone en marcha el boca-oreja". Pausa para la reflexi¨®n, y sigue: "Claro que la publicidad indirecta que hacen los medios de comunicaci¨®n tambi¨¦n tiene que influir. Porque ya podemos inundar, como hace el ICUB, las calles de propaganda, que si los actos no salen en los diarios, nada. En cambio, cuando la gente se ve en los papeles...".
Sea por lo que sea, el festival no pod¨ªa empezar con mejor pie. Y eso que ten¨ªa que bregar con otro (enti¨¦ndase: el balompi¨¦). Aunque este a?o las fechas se hab¨ªan retrasado unos d¨ªas, la primera sesi¨®n no pudo escapar a la epidemia que nos persigue. A la espera del p¨²blico que iba a llenar el Verger, los siete altavoces escup¨ªan la fren¨¦tica salmodia del sainete futbolero. Por suerte para los yunques del respetable, las cosas se pusieron tan feas para el equipo local que los propios t¨¦cnicos de sonido, avergonzados, cortaron el sonsonete.
Los organizadores tem¨ªan por V¨¢zquez Montalb¨¢n, pero a la hora de la verdad su barcelonismo no le impidi¨® estar a la altura de sus colegas. Que no era poca, pues De Palol, con su Assaig de palla a l'urinari, y sobre todo Masoliver R¨®denas, exhibiendo un infrecuente sentido del humor, satisficieron a una audiencia tan heterodoxa. Aunque el triunfador de la noche no fue otro que Bernardo Atxaga, a quien sus poemas narrativo-gastron¨®micos le granjearon los m¨¢s ruidosos aplausos y hasta le revelaron la existencia de un club de fans (dos jovencitas con pancarta).
Pero lo m¨¢s espectacular estaba a¨²n por llegar: al t¨¦rmino de la sesi¨®n un buen n¨²mero de asistentes se abalanzaron sobre ellos, libro y bol¨ªgrafo en ristre, a la caza del preciado aut¨®grafo, otro fen¨®meno ins¨®lito en el terreno marginal de la poes¨ªa. Uno de los organizadores volv¨ªa a la cavilaci¨®n para ligar ambos hechos: "Es curioso, si no parad¨®jico, que precisamente el menos po¨¦tico de los cuatro sea el preferido del p¨²blico. Sin caer en consideraciones catastrofistas sobre obra e imagen, eso demuestra que en la literatura tambi¨¦n empieza a tener espacio el glamour".
Pero la jornada inaugural no acababa ah¨ª. A dos horas y algunas calles de distancia, los coordinadores hab¨ªan programado un recital radicalmente opuesto: el bolo?¨¦s Enzo Minarelli y el barcelon¨¦s Xavier Sabater iban a poner el contrapunto polipo¨¦tico a los versos sentados de sus predecesores. En el remozado Convent dels ?ngels retumbaron todos los recursos de la poes¨ªa fon¨¦tica: gritos, cacofon¨ªas, modulaciones histri¨®nicas de la voz, s¨ªlabas decapitadas, miocardios acongojados... M¨¢s que poemas eran liturgias verbales de significado m¨ªnimo, o bien soflamas de denuncia apocal¨ªptica, de resonancias punkis en el caso de Sabater, que no consegu¨ªan ahuyentar al p¨²blico aunque parec¨ªan poner todo su empe?o en conseguirlo.
Sabater present¨® a Minarelli como su maestro, pionero de la polifon¨¦tica europea, pero lo cierto es que sus interminables recitados monosil¨¢bicos y la escenograf¨ªa (sonora y visual) lis¨¦rgica con que los acompa?a hicieron mella en el centenar y medio de espectadores que a las dos de la madrugada de un viernes primaveral no hab¨ªan encontrado nada mejor que hacer que escuchar algo parecido a la poes¨ªa.
Si alguien quiere descubrir por qu¨¦, hoy mismo tiene una buena ocasi¨®n en el barrio de Gr¨¤cia: la sesi¨®n Poesia al marge (plaza del Raspall, 19.00 horas), con Vicen? Altai¨®, Jaume Creus, Gerard Horta, Memi March, Luis Santana, Joan Vinuesa y Carles Zanon, es una representaci¨®n de distintas muestras de la heterodoxia l¨ªrica actual, surgidas del surrealismo, la experimentaci¨®n, la contracultura o la psicodelia. Como contraste, ma?ana, dos oportunidades m¨¢s de conocer otros rostros de la creaci¨®n po¨¦tica: Homenatge a M¨¤rius Torres , voz y guitarra sobre textos de este poeta leridano tan abandonado, y Paraula ¨ªntima, un ramillete intergeneracional unificado por el tratamiento confidencial del verso y bajo la advocaci¨®n de Juan Ramon Jim¨¦nez (Convent dels ?ngels, 19.00 y 22.00 horas, respectivamente).
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