La vanguardia como m¨¦todo
Nadie sabe c¨®mo funcionar¨¢, pero el impulso franco-alem¨¢n a la idea de que los que quieran integrarse m¨¢s en la UE puedan hacerlo sin esperar a los reticentes, marca un cambio en las prioridades de la Conferencia Intergubernamental que ha de reformar, antes de diciembre, los tratados. Pues en el orden institucional, el ¨¦nfasis primero no va a estar ya tanto en la reducci¨®n del n¨²mero de comisarios o la ampliaci¨®n de las ¨¢reas en las que las decisiones se toman por mayor¨ªa cualificada, sino en el nuevo reparto de los votos, y en c¨®mo se va a organizar este sistema de creaci¨®n de una "vanguardia", que podr¨ªa aplicarse a campos varios, desde la defensa hasta la lucha contra el terrorismo, o el medio ambiente, pasando por la educaci¨®n y la cultura. ?sta puede ser la mayor ruptura respecto a la situaci¨®n actual: no ya que un Estado reticente no participe en un cierto ¨¢mbito com¨²n, sino que, de no lograr mayor¨ªas o apoyo a sus proyectos, los pa¨ªses integracionistas se salgan del marco comunitario. Ser¨ªa necesario garantizar, al menos, una cierta unidad institucional.La cooperaci¨®n reforzada estaba prevista en parte en el Tratado de Amsterdam, e incluso en cierta forma en el Tratado de Roma a trav¨¦s de la llamada "cl¨¢usula Benelux" (art¨ªculo 233 CEE), que permit¨ªa a los tres pa¨ªses de este grupo avanzar m¨¢s en su integraci¨®n. Varios factores explican el resurgir de la idea de la geometr¨ªa variable o las "cooperaciones reforzadas" (aunque no sean conceptos id¨¦nticos): el "efecto Helsinki", pues los Quince se han lanzado a ampliar la UE casi a otros tantos, sin medir las consecuencias institucionales de tal paso hist¨®rico, pero que no puede llevar a diluir la integraci¨®n; la experiencia de la Uni¨®n Monetaria a 11; el desarrollo de la Europa de la Defensa; las reticencias de varios pa¨ªses a avanzar m¨¢s en algunos campos, como la fiscalidad; y el deseo de marginar a la Comisi¨®n Europea (y al Parlamento Europeo) en beneficio del Consejo de Ministros, entre otras razones, porque Romano Prodi ha dilapidado en unos meses el capital pol¨ªtico con el que lleg¨® al frente de la instituci¨®n m¨¢s original de la construcci¨®n europea.
Algunos venimos defendiendo esta salida desde hace a?os como la salida m¨¢s l¨®gica ante el peligro de estancamiento de la construcci¨®n europea de la mano de una creciente complejidad interna y externa. Pero si se plantea como m¨¦todo de esta construcci¨®n, para, en vez de esperar a que todos avancen a la vez, unos tiren de la integraci¨®n, pero abiertos siempre a que a este grupo de vanguardia se vayan sumando los que quieren y pueden. Usar esta f¨®rmula para crear un "n¨²cleo" que permita que se escapen unos cuantos, e incluso creen un directorio formal, conllevar¨ªa demasiadas dudas y falta de confianza.
La "cooperaci¨®n reforzada" como m¨¦todo puede venirle bien incluso a Blair, con grandes problemas de opini¨®n p¨²blica, para ir convenciendo gradualmente a los brit¨¢nicos. Y si no les convence, le permite al menos participar plenamente en todo aquello que pueda, como la defensa. Desde luego, la decisi¨®n brit¨¢nica de adquirir misiles aire-aire y aviones de transporte militar europeos ha constituido una se?al harto significativa de que Londres no se quiere quedar al margen de la nueva Europa. Porque el Reino Unido no, pero, hoy por hoy, Blair es vanguardia.
Una curiosa encuesta realizada entre 600 empresarios y pol¨ªticos en Europa por la revista Capital arroja un resultado sorprendente. ?Cu¨¢l es el personaje m¨¢s importante en la UE en la actualidad? En primer lugar aparece Blair (con un 93%), seguido de Schr?der (79%), Duisenberg (63%), Jospin (55%), Aznar (52%, que probablemente se beneficie de su condici¨®n de referente en el poder del centroderecha europeo); Solana (50%), Monti (49), y s¨®lo en octavo lugar, Prodi (45%). En cuanto a reputaci¨®n, el ranking cambia: Duisenberg (76%) en primer lugar, y despu¨¦s, Blair (71%), Solana (64%), Aznar (51%). Los otros alemanes, franceses e italianos vienen despu¨¦s. ?Es ¨¦sta la nueva Europa real?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.