El f¨²tbol espa?ol celebra su ¨¦xito en Par¨ªs
Valencia y Madrid se enfrentan en una final que ha despertado enorme entusiasmo; casi 50.000 espa?oles han viajado, el mayor desplazamiento por un acontecimiento deportivo
Dos a?os despu¨¦s de su fracaso en el Mundial de Francia, el f¨²tbol espa?ol celebrar¨¢ en Par¨ªs uno de los mayores ¨¦xitos de su historia. El Madrid y el Valencia disputar¨¢n esta noche (20.45, TVE1) en el futurista estadio de Saint Denis la final de la Liga de Campeones. Nunca dos equipos de un mismo pa¨ªs se hab¨ªan enfrentado en el ¨²ltimo partido de la competici¨®n m¨¢s prestigiosa del mundo. La vieja Copa de Europa vivir¨¢ una noche in¨¦dita. Cualquiera que sea el resultado, el f¨²tbol espa?ol saldr¨¢ fortalecido. Los analistas de los principales peri¨®dicos europeos se preguntan por los motivos de la excelente salud de nuestro f¨²tbol. Siempre hay una parte azarosa en este juego, pero tanto el Madrid como el Valencia tienen razones para presumir de sus m¨¦ritos. Los dos han superado, entre otros, al Manchester y el Bayern -campe¨®n y subcampe¨®n de la edici¨®n anterior-, dato que habla de las dificultades que han tenido que atravesar y de su voluntad ganadora.La final ha despertado un enorme entusiasmo en las hinchadas. Casi 50.000 espa?oles han acudido a Par¨ªs, donde no se observan grandes medidas de seguridad. Los peri¨®dicos de la capital francesa hacen referencia a la final, pero la ciudad no parece alterada en lo m¨¢s m¨ªnimo por la masiva llegada de aficionados del Madrid y Valencia. Se da por supuesto un ambiente cordial, lo que tambi¨¦n habla de la cordura del f¨²tbol espa?ol, menos crispado que en otros pa¨ªses. Los presidentes de los dos equipos han llamado repetidas veces a la concordia, pero el llamamiento resulta innecesario. Pac¨ªficos y felices, los hinchas comenzaron ayer a dejarse ver en las principales calles de Par¨ªs, ante la mirada un poco sorprendida de los habitantes de una ciudad que sabe muy bien las satisfacciones que procura el f¨²tbol. Hace dos a?os, un mill¨®n de parisinos colapsaron los Campos El¨ªseos para celebrar la victoria de Francia en el Mundial. Hoy ser¨¢n testigos de una gran fiesta espa?ola.
El partido tiene algo de sintom¨¢tico: es una muestra del modelo de coexistencia que prevalece en el f¨²tbol espa?ol. El Madrid y el Valencia son dos equipos de naturaleza dispar, como corresponde a un pa¨ªs donde conviven todo tipo de escuelas. Es un caso poco frecuente en el f¨²tbol europeo, donde cada estilo responde firmemente a las caracter¨ªsticas del pa¨ªs. Espa?a supone una excepci¨®n a esta regla. El Madrid y el Valencia se parecen poco, y lo mismo ocurre con el Deportivo y el Barcelona, por citar a los dos equipos que han ocupado las dos primeras plazas en la Liga. Por lo que parece, Espa?a no es pa¨ªs sectario en cuestiones futbol¨ªsticas. No ha ca¨ªdo en el hermetismo que tantas tribulaciones est¨¢ causando en Italia y Alemania, donde cada vez son m¨¢s numerosas las voces que piden una revisi¨®n de sus modelos de juego.
En Europa el Valencia es objeto de todo tipo de an¨¢lisis. Se preguntan por la clave del ¨¦xito de un equipo que ha completado un sensacional torneo. Lo que se preguntan en Europa, ya se sabe en Espa?a. H¨¦ctor C¨²per ha armado un equipo vitalista, r¨¢pido y solidario. En la Liga de Campeones ha marcado muchos goles y ha recibido pocos. S¨®lo se descosi¨® en Manchester, pero aquella excepci¨®n no hace olvidar sus espectaculares partidos frente al Lazio, Bar?a, Bayern o Girondins. Al equilibrio defensivo que se supone en cualquier equipo de C¨²per, se ha a?adido una eficacia goleadora que tiene las mismas caracter¨ªsticas colectivas que la parte defensiva. Si en el Valencia defienden todos, tambi¨¦n marca casi todo el mundo, especialmente esos ambiciosos centrocampistas, encabezados por Mendieta y Gerard, dos de los jugadores m¨¢s cotizados del momento.
Al acorde¨®n del Valencia, el Madrid opone la seguridad que ha demostrado en la Copa de Europa, donde ha ofrecido su mejor versi¨®n. En la Liga ha vivido entre distracciones que le han costado un puesto seguro en la pr¨®xima Copa de Europa. En este aspecto, el Valencia lucha por la gloria. El Madrid, por la gloria necesaria. De lo contrario, su temporada merecer¨¢ cr¨ªticas desde todos los costados. Sus jugadores se esforzaron ayer por hablar de su confianza en la victoria. Quieren forzar el peso de la historia -el Madrid ha ganado siete copas de Europa, la ¨²ltima hace tan s¨®lo dos a?os- frente a un rival inexperto. Tanto Ra¨²l como Roberto Carlos recalcaron su absoluta seguridad en la victoria. Menos expl¨ªcito se mostr¨® Vicente del Bosque, hombre prudente por naturaleza. Sin embargo, el entrenador elogi¨® a sus jugadores, "que no me han fallado en la Copa de Europa". Lo dijo con orgullo, poco antes de que el presidente le confirmara p¨²blicamente como entrenador para la pr¨®xima temporada. La cuesti¨®n a decidir hoy en Saint Denis es d¨®nde estar¨¢ el Madrid despu¨¦s de la final. O inmerso en una noche triunfal, o expuesto a la crisis que supondr¨ªa su ausencia de la Liga de Campeones.
En la v¨ªspera del partido, no se produjeron novedades. La ausencia de Hierro en el Madrid garantiza el puesto a Iv¨¢n Campo y Karanka, con Helguera como defensa escoba. En la delantera se presume la titularidad de Anelka y Morientes, como sucedi¨® en el partido de ida frente al Bayern. Anelka es el gran protagonista en los diarios franceses, que hablan de su extravagante temporada y lo presentan como a un m¨¢rtir. Con Morientes y Anelka en la delantera, Ra¨²l se retrasar¨¢ para ayudar a Redondo y McManaman en el centro del campo. En el Valencia, la lesi¨®n de Kily puede alterar el centro del campo. Si se confirma su baja, Farin¨®s pasar¨¢ al costado izquierdo (por detr¨¢s de ¨¦l, Gerardo o Bjorklund) y Albelda actuar¨¢ de pivote defensivo. Los dem¨¢s puestos estar¨¢n ocupados por los habituales.
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