Redondo, contra los cuatro
El t¨¦cnico madridista conf¨ªa en el argentino para frenar el espl¨¦ndido mediocampo valencianista
Vicente del Bosque confesaba horas antes del partido que era necesario para su equipo desactivar a los centrocampistas del Valencia. Lo dec¨ªa convencido de que all¨ª se iba a jugar una parte fundamental del encuentro. El entrenador del Madrid sabe que su rival dispone en esa zona de una capacidad formidable, y sabe que su equipo es vulnerable en una zona del campo que apenas puede ocupar con centrocampistas puros. Redondo es el ¨²nico. Por eso ha tenido que desplazar a Helguera al puesto de libre, para que act¨²e como red de seguridad y para que permita ingresar a los laterales hasta posiciones m¨¢s adelantadas. Pero un lateral no es un centrocampista. Y un delantero, tampoco, por mucho que se llame Ra¨²l y que sea capaz de prestar una ayuda inestimable a Redondo. Lo m¨¢s parecido a un especialista en el medio es McManaman, que comenz¨® como interior derecho y ha terminado girando como un sat¨¦lite alrededor de Redondo. Sin embargo, el jugador ingl¨¦s no destaca por su consistencia, ni en el juego de ataque, ni en el defensivo. As¨ª que Redondo tendr¨¢ que remar casi en solitario frente a cuatro jugadores que son centrocampistas de verdad, y en las dos direcciones. Porque cuando Mendieta y compa?¨ªa atacan, lo hacen con decisi¨®n, sin complejos, con una energ¨ªa que provoca el p¨¢nico en las defensas rivales. Y cuando se dedican a defender, no hay jugadores m¨¢s generosos que ellos. Resulta casi imposible presenciar un mano a mano de un delantero con Angloma o Carboni. Siempre cuentan con la ayuda de Mendieta o Kily Gonz¨¢lez. Y lo mismo sucede con los centrales, protegidos por una barrera de mediocampistas. "Cuando defienden, se colocan ocho jugadores por detr¨¢s de la l¨ªnea de la pelota, lo que complica mucho la b¨²squeda de espacios", dice Del Bosque. Con un dato a?adido: la recuperaci¨®n de la pelota por parte del Valencia se traduce en ataques instant¨¢neos que superan a las l¨ªneas rivales como si se tratara de unblitzkrieg.Si C¨²per tiene todos los motivos para confiar en su l¨ªnea de mediocampistas, Del Bosque asegura que Redondo es capaz de salir victorioso del duelo. Al jugador argentino le dedica toda clase de elogios. "Es un profesional formidable y adem¨¢s siempre se crece en los grandes partidos". Seis a?os despu¨¦s de ingresar en el Madrid, Redondo ha ascendido a la capitan¨ªa y parece encantado con su papel. Lleg¨® entre las cr¨ªticas de un considerable sector del madridismo y todav¨ªa hoy se encuentra bajo sospecha en algunos c¨ªrculos. Sin embargo, cualquiera que sea la opini¨®n que tengan de ¨¦l, todos coinciden en que se trata de un futbolista de car¨¢cter. Nunca ha dejado tirado al equipo en las grandes ocasiones, especialmente la Copa de Europa. Esa cualidad para agrandarse no se discute. Hay algo de orgulloso en su manera de afrontar los partidos. Cuando sale a jugar esta clase de encuentros, parece que dijera "yo soy Fernando Redondo y t¨² no". Es el tipo de car¨¢cter que valora Del Bosque en un futbolista que, por lo dem¨¢s, se ha visto beneficiado por la nueva ubicaci¨®n de Helguera. Ahora Redondo puede incorporarse al ataque y hacer valer su habilidad en el juego corto. Por supuesto, no es un jugador ¨¢gil. Las rodillas han sido inclementes con ¨¦l. De ah¨ª el meticuloso cuidado que dedica a su preparaci¨®n f¨ªsica. En su nueva casa ha instalado un gimnasio de primer orden, donde se ejercita sin compasi¨®n. Alg¨²n jugador del Valencia ha comentado que Redondo est¨¢ muy fatigado despu¨¦s de una temporada dur¨ªsima. Quiz¨¢ sea verdad. Y de ah¨ª su negativa a acudir a las convocatorias de la selecci¨®n argentina. Pero cuando se trata de partidos de gran calibre, Redondo no se deja amedrentar. Le gustan esta clase de encuentros, donde hay prestigio en juego y algo de exhibici¨®n p¨²blica, cosa que la mayor¨ªa de los jugadores no pueden soportar. Otros, s¨ª. Redondo es uno de ellos. Por eso Del Bosque conf¨ªa en ¨¦l para detener a los espl¨¦ndidos centrocampistas del Valencia.
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